Consumo Responsable

¿Es ético? ¿Es ecológico? ¿Es solidario? El Consumo Responsable empieza por hacerse preguntas y decidir de manera informada sobre aquello que consumimos. ¿De verdad lo necesito? ¿Puedo pedirlo prestado? ¿Cómo está hecho? ¿Qué haré con él cuando se estropee? 

El Consumo Responsable tiene que ver con entender que los recursos naturales pueden agotarse. También tiene que ver con comprar de acuerdo a las tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) o elegir una marca por su precio y su calidad a la vez que por su respeto medioambiental o las condiciones de trabajo en su elaboración.

Se trata, en ocasiones, de un proceso de aprendizaje continuo, personal y colectivo en el que hace falta estar dispuesta a 

  • prestar atención a nuestra participación personal y profesional en el modelo de consumo vigente.
  • modificar los hábitos y las conductas individuales, comunitarias, empresariales y políticas.

Con nuestra decisión de actuar, participamos en cuidar la sostenibilidad de la vida en el planeta, como nos proponen los enfoques solidario, feminista y ecologista de la economía, desarrollamos relaciones económicas entre iguales, democráticas y justas, y fortalecemos alternativas como las Finanzas Éticas y el Mercado Social, con un fuerte componente transformador.

El Consumo Responsable se basa en ejercer nuestro poder como consumidoras de una forma consciente para el bienestar de nuestra generación y las futuras

Apuestan por el consumo responsable:

  • las personas que reducen, reutilizan y reciclan;
  • los grupos de consumo que compran productos de temporada;
  • las cooperativas que producen de forma ecológica;
  • los mercados de barrio y las vecinas que los frecuentan;
  • las empresas que facilitan el uso de la bicicleta;
  • los bancos que invierten en el desarrollo rural con igualdad de género;
  • los ayuntamientos cuando incluyen criterios sociales en sus compras;
  • las tiendas que exigen sellos de Comercio Justo a sus proveedores;
  • los proyectos para desarrollar huertos urbanos, alargar la vida de los objetos o sustituir las energías fósiles;
  • quienes se proponen cada día ser un poquito más autosuficientes.

Diez preguntas para ejercer el poder del Consumo Responsable

Para hacerlas antes de elegir una marca de alimentación, contratar un suministro en la vivienda, optar por una solución de ocio, diseñar las vacaciones, invertir en Finanzas Éticas, cambiar de seguro, utilizar energías renovables, dar El Salto hacia una información más clara, desplazarnos, alimentarnos, vestirnos, cuidar nuestra salud sexual, elegir un refresco, pedir una pizza, cambiar de camisa…
  • ¿Lo necesito?
  • ¿Puedo compartirlo?
  • ¿Quién lo ha hecho?
  • ¿Cómo está hecho?
  • ¿Por dónde ha llegado?
  • ¿Puede reciclarse?
  • ¿Y si lo miro con perspectiva de género?
  • ¿Cuánto cuesta y cuánto dura?
  • ¿Qué otras opciones hay?
  • ¿Pero seguro que lo necesito?

También se habla de Consumo Responsable cuando se habla de consumo consciente, ecológico, crítico, ético, colaborativo, etc. Cada una de estas calificaciones aporta un matiz de acento sobre las motivaciones que conducen al Consumo Responsable.

Enlaces de interés

Para saber más:

Dossier de Consumo Responsable en economiasolidaria.org.

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