Finanzas Éticas

La unión entre idealismo y realismo: el caso de la banca ética

Ante un sistema económico que está acentuando las desigualdades sociales y el impacto medioambiental, es necesario que los ciudadanos conozcamos la existencia de alternativas para ir transformando nuestro entorno en una realidad más justa y sostenible. Otra economía no sólo es posible, sino que ya existe, y la capacidad de incidir del ciudadano corriente es […]

30 diciembre 2014

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Ante un sistema económico que está acentuando las desigualdades sociales y el impacto medioambiental, es necesario que los ciudadanos conozcamos la existencia de alternativas para ir transformando nuestro entorno en una realidad más justa y sostenible. Otra economía no sólo es posible, sino que ya existe, y la capacidad de incidir del ciudadano corriente es mayor de lo que a menudo pensamos.

El artículo que presentamos forma parte de una serie de artículos formativos en profundidad sobre temas relacionados con las finanzas éticas y la economía social y solidaria que Oikocredit irá publicando en su página web y otros medios aproximadamente con una periodicidad trimestral.

En este primer artículo se expone la realidad de la banca ética, una rama de las finanzas que existe desde hace varias décadas y que supone una oportunidad para todos nosotros de incidir sobre la realidad del mundo en que vivimos y poder cambiarla. En contraste con la banca convencional, la banca ética no persigue exclusivamente el lucro, sino que pone al mismo nivel la sostenibilidad económica y el impacto social como pilares de su existencia. La banca ética se centra en proyectos de economía real que a menudo quedan excluidos de los principales flujos financieros por no ser suficientemente rentables o no garantizar un jugoso beneficio inmediato, de manera muy similar a lo que hacen las microfinanzas en países en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, la banca ética excluye cualquier tipo de actividad que no se adecue con sus principios éticos (empresas de armamento, explotación laboral, pornografía, impactos ambientales …) y rechaza la especulación como forma de obtener beneficios.

Pero esta vertiente ética va mucho más allá de las actividades que se financian. La banca ética apuesta decididamente por la transparencia y la participación de sus personas socias, organizándose muy a menudo en forma de cooperativas.

De esta manera, la banca ética supone un espacio de inversión sólido y estable, ya que a diferencia de muchas entidades de la banca convencional, no ha necesitado ningún rescate externo de dinero público, y además ha visto como, paralelamente al desastre financiero que hemos sufrido en los últimos años, sus depósitos y préstamos aumentaban significativamente. Su estabilidad a lo largo de las últimas décadas evidencia esta seguridad, que se obtiene gracias al hecho de no depender de los flujos financieros especulativos altamente volátiles y arriesgados.

Con todo esto, el artículo demuestra que ya existen alternativas en el campo de las finanzas y que nosotros podemos formar parte activamente haciendo que nuestros ahorros sean coherentes con nuestros principios. La pregunta a plantearnos ya no es si podemos, sino si queremos apostar por un mundo que abarque sociedades más justas.

Lee el artículo «La unión entre idealismo y realismo: el caso de la banca ética» completo en la web de Oikocredit Catalunya >

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