Comercio Justo

Foro Social Mundial – Eje sur-sur

Hoy les dejamos para su análisis un material fresco y recién salido del horno. Se trata del Documento del grupo latinoamericano de Comercio Justo hacia el desarrollo del eje Sur-Sur elaborado en el Foro Social Mundial 2011, en Dakar, Senegal. Este documento es presentado por un grupo de representantes de organizaciones y redes nacionales, que […]

15 febrero 2011

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Hoy les dejamos para su análisis un material fresco y recién salido del horno. Se trata del Documento del grupo latinoamericano de Comercio Justo hacia el desarrollo del eje Sur-Sur elaborado en el Foro Social Mundial 2011, en Dakar, Senegal.

Este documento es presentado por un grupo de representantes de organizaciones y redes nacionales, que a su vez integramos la Red Latinoamericana de Comercialización Comunitaria, RELACC ( www.relacc.org ) de la cual forman parte 16 redes nacionales, acompañados de la plataforma FACES de Brasil, la cual hemos invitado formalmente a adherirse a la RELACC en este Forum.

Tenemos la convicción que el desarrollo de mercados locales y regionales son esenciales para la consolidación de un Comercio Justo, desde los valores fundamentales de equidad, volumen, precio, calidad y calidez, privilegiando las relaciones humanas y el respeto por la naturaleza sin perder los objetivos económicos.

Estamos convencidos que el Comercio Justo es una herramienta fundamental para el desarrollo de los pueblos históricamente marginados y empobrecidos. En este sentido el Comercio Justo se enmarca en los planteamientos latinoamericanistas de la economía solidaria y de la autogestión para transformar realidades injustas, trascendiendo lo comercial, hacia integraciones políticas, culturales y macroeconómicas.

Las relaciones entre las organizaciones de productores, trabajadores autogestionados y movimientos sociales, se conforman desde una espiritualidad fuertemente liberadora y diversa, logrando una identidad política basada en la confianza y la diversidad de ideas, creencias y posiciones, que sin embargo, al día de hoy se encuentra con limitaciones desde las relaciones comerciales y financieras en todos los niveles, locales, regionales y con las organizaciones del norte.

Buscamos fortalecer nuestra propuesta política de transformación social, valorizando el protagonismo y la autonomía de los productores y productoras y de los trabajadores y trabajadoras.

Queremos articular la trayectoria internacional del movimiento Comercio Justo con las demandas de los movimientos sociales y populares de los países del Sur, organizados frente a las problemáticas da desigualdad social, precariedad en las relaciones laborales y en la lucha por la construcción democrática: como los movimientos campesinos, las empresas autogestionadas y las organizaciones de economía solidaria, etc.

Vamos hacia el firme acceso a los diferentes mercados de la economía, defendiendo fuertemente la identidad de los productos éticos, con estrategias de articulación política, partiendo del derecho a la alimentación de las comunidades yendo sustentablemente al franco acceso a los mercados de escala, apuntando a ser altamente competitivos y soberanos.

Desde esta posición trabajamos para consolidar la idea del desarrollo del Comercio Justo en el eje sur-sur partiendo del desarrollo de los mercados locales y regionales.

Creemos que desde las organizaciones sociales, ONGs, empresas sociales, administraciones públicas, cooperativas, asociaciones, etc., tanto del Sur como del Norte, es posible pensar en el crecimiento de los mercados para los pequeños productores y trabajadores autogestionados, fortaleciendo sus propias posiciones mediante la construcción de poder socio-político en conjunto a la generación de poder económico autónomo, genuino y sostenible en el tiempo.

Debemos trabajar para esto desde una lógica movimental internacional, acorde a cada realidad nacional, trascendiendo la dicotomía Norte Rico ? Sur Pobre, eliminando los prejuicios paternalistas que nos sitúan en el riesgo de repetir esquemas coloniales de intercambio con una suerte de ética cosmética, que sólo sirva para legitimar prácticas empresarias más limpias, de las cuales no renegamos pero sí entendemos complejas. Éstas prácticas deben ser inclusivas para todos, productores, trabajadores y consumidores del norte y del sur, si queremos de verdad un cambio de paradigma en las relaciones comerciales.

Lograremos acceder así con impacto en los mercados no sólo del norte, sino también de nuestros propios países, con una fuerte identidad. Desarrollando proyectos comerciales de volumen, mas partiendo desde la lógica de menor a mayor, con las redes locales que ya comparten ideas y estrategias en los diversos países del continente.

Esto consolidará beneficios para los productores a nivel cuantitativo, pero además, incluirá a otros productores que no tienen acceso al mercado del Comercio Justo del norte, sea por cuestiones de volumen, al no alcanzar a proveer las necesidades de las importadoras y distribuidoras, como por cuestiones de saturación, algo que ya se ve en algunos casos como el mercado de las artesanías. Siendo de éste modo el desarrollo de mercados locales en ferias y tiendas, y los sistemas de turismo solidario, estrategias válidas y necesarias para dar respuesta a estas problemáticas.

Entonces, desde un esquema de desarrollo sustentado en el mercado local primero, respetando las necesidades de alimentación de los propios pueblos, el mercado regional y el mercado intercontinental luego, buscamos fortalecer el desarrollo local de pequeña escala a nivel artesanal a la par que crecer en escala y variedad de productos, tendiendo a la generación de valor agregado en los países de origen para dar mayor oportunidad laboral a la población y mayor generación de riquezas a las organizaciones y sus comunidades.

Proponemos:

  • Creación de nuevas empresas latinoamericanas y consolidación de las ya existentes. Asociación mediante empresas de objeto comercial con integración de capital de las organizaciones del norte y del sur, y reparto de utilidades para mejora de las condiciones sociales, productivas y de marketing en el sur, desde esquemas de integración donde las organizaciones del Sur deben tener mayoría.
  • Fortalecimiento de las redes de comercialización comunitaria existentes y creación de nuevas tiendas, ferias y proyectos de turismo para garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos y la comercialización de los productos y servicios de pequeña escala y el intercambio cultural entre los pueblos.
  • Generación de equipos técnicos especializados full time, en los países de origen.
  • Creación de garantías monetarias de los gobiernos locales u organizaciones solidarias del Norte, para la búsqueda de financiamiento de proyectos de inversión y comercialización regional.
  • Conformación de una familia de un mínimo de 5 o 6 productos importantes, por ejemplo: cacao, café, azúcar, algodón, jugos, turismo, artesanías y sus derivados en cadenas de transformación para acceder a mercados de escala.
  • Generar incidencia política en todos los niveles de gobiernos: locales, nacionales e internacionales.
  • Sentar las bases de generación de modelos de desarrollo para que en los próximos años, las redes asiáticas y africanas interactúen creando lazos de coordinación e intercambio político en primera instancia, para, en un plazo de cinco años desembocar en relaciones comerciales concretas con Latinoamérica.
  • Apoyar los esfuerzos que hacen los gobiernos del grupo de los 20 dentro de la WTO, para la eliminación de los subsidios a los comodities para los productos del norte que generan condiciones de dumping (precios subsidiados que cierran los mercados a los pequeños productores) y los aranceles a los productos transformados de CJ que llegan del sur.

Pedimos tanto a las organizaciones de Comercio Justo, finanzas solidarias y de sensibilización del Norte, como a todos los gobiernos locales:

  • Generación de campañas de presión tanto en el Norte como en el Sur, hacia las empresas multinacionales que venden productos de CJ en el Norte y que sin embargo realizan prácticas sucias con productores y empleados en sus filiales del sur. Si logramos esto las empresas privadas pueden, y deben, convertirse en mercados también en el sur, a la par que pueden mejorarse las condiciones de los proveedores locales de esas empresas y de los trabajadores de las mismas.
  • Creación de campañas de confianza hacia los sistemas de certificación participativas de economía solidaria y agroecología en los países del sur, para facilitar los procesos formales excesivamente burocráticos de certificación Comercio Justo y Orgánicos.
  • Apoyo a la construcción de cadenas de valor agregado en los países de origen, mediante adquisición de conocimiento, transferencia de saberes y fortalecimiento de los saberes tradicionales, programas de formación, capacitación y asistencia técnica y a la búsqueda de tecnologías apropiadas.
  • Transferencia de conocimiento en sensibilización y comunicación para la creación de campañas en el Sur.

Conclusión:

Desde este Planteamiento queremos demostrar nuestra total solidaridad, para con los compañeros y hermanos africanos, anfitriones en este Foro Social Mundial.
Creemos firmemente que este lineamiento estratégico -parte de un proceso nacido en Latinoamérica hace más de quince años- será vinculante para el fortalecimiento de las redes en África y Asia, yendo hacia un objetivo común de desarrollo sustentable y creación de poder económico y político en el Sur del mundo.
Nuestros esfuerzos de transformación social y económica, se realizan sobre la base de la paz y el diálogo, con clara no violencia, mas con rotunda firmeza y convicción.

Este documento fué acordado en Dakar, el 5 de febrero de 2011

Fuente: Nuestras Huellas – Economía Social y Solidaria

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