Varios

La región más transparente

M. en A. José Luis Gutiérrez Lozano* Tuve el privilegio, en mi época preparatoriana, de que Carlos Fuentes visitara nuestro plantel. Al final de la charla en el auditorio, un puñado de inquietos estudiantes nos quedamos a platicar en corto con él. No recuerdo si fueron dos o tres horas las que charlamos con tan […]

22 mayo 2012
Etiquetas:

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

la región mas transparenteM. en A. José Luis Gutiérrez Lozano*

Tuve el privilegio, en mi época preparatoriana, de que Carlos Fuentes visitara nuestro plantel. Al final de la charla en el auditorio, un puñado de inquietos estudiantes nos quedamos a platicar en corto con él. No recuerdo si fueron dos o tres horas las que charlamos con tan insigne personaje, pero bien recuerdo la temática: el ejercicio de la libertad que fluye sin cortapisas ni compromisos del corazón y la mente joven. Eran los días de la dictablanda, término acuñado por otro gigante de las letras, Mario Vargas Llosa, refiriéndose al régimen mexicano de entonces. Han pasado 40 años –se dice fácil- desde que guardo con mucho cariño esa dedicatoria sobre mi ejemplar de La región más transparente, donde el autor puso de puño y letra “… que lo es gracias a gente como José Luis”.

¡Qué mejor homenaje de despedida al maestro que la manifestación realizada por centenares de jóvenes el pasado 18 de mayo frente a Televisa! Con el derecho fundamental que les asiste, se manifestaron ante el consorcio televisivo cuya vocación durante decenios, según opinión generalizada, ha sido ocultar la verdad y disfrazar los hechos. El evento que desató una fuerte respuesta de aquella parte de la población más informada -jóvenes, estudiantes y usuarios de las redes sociales- fue la abierta protesta contra el candidato del PRI a la presidencia en la Universidad Iberoamericana. Después de que en visita de campaña expusiera su proyecto político en un auditorio repleto, fue abucheado por su explicación no convincente de la sangrienta represión que ejerció como gobernador en Acteal. Los jóvenes le recordaron el origen represivo y autoritario que ejerció el partido que lo postula en ciertos momentos críticos de los 71 años que mantuvo el control férreo de la política del país. La actitud desagradó a los dirigentes partidistas, quienes con poco sentido de la realidad actual, utilizando los medios de comunicación masiva que controlan, acusaron a los estudiantes de ser manipulados.

Por tal agravio contra su derecho de libre expresión, al ver tergiversada su versión en los medios masivos, 131 estudiantes grabaron un video que difundieron profusamente por internet, donde afirman no ser comparsa de nadie. La respuesta fue una generalizada protesta de una enorme mayoría de personas que acceden a las redes sociales contra el oligopolio televisivo que tergiversó la noticia. Eso creó la necesidad de convocar a una marcha contra las televisoras que, según opinión de muchos, obstruyen la formación de ciudadanos de calidad. En las redes sociales se convocó a una marcha de desagravio que, etiquetado como #marchayosoy132, reflejó la simpatía e identificación generalizada con esa protesta juvenil.

El momento electoral que vivimos en México toma visos y cauces novedosos. Por la ausencia de espacios para la difusión de propuestas y posturas de todos los candidatos, en particular de tres de los cuatro que buscan la presidencia, una enorme cantidad de ciudadanos se encuentra mal informada. Sólo la población con acceso a Internet puede obtener más información, contando incluso con las ventajas de la interacción y discusión. Preocupa de gran manera que México, sumido en la más profunda de las crisis de su historia, con tejido social desarticulado, fuertes carencias económicas y educativas, violencia estructural de todo tipo y una inseguridad pública evidente, no tenga las condiciones que promuevan la participación social.

Ante la emergencia social, la sociedad mexicana se encuentra dividida. Por una parte está la población desinformada y dependiente de la dádiva gubernamental, la que atemorizada por crisis de sanidad, una guerra interna que ha causado ya 60 mil muertes y la ausencia de oportunidades económicas se orienta a dar su voto al “malo conocido antes que al bueno por conocer” o de plano a abstenerse. Esa población es la más susceptible a ser cautivada por el candidato presidencial que promueven las televisoras, cuyo poder se extiende hacia el Legislativo con candidatos al congreso impulsados de forma oscura con agenda oculta a través de diversos partidos, por ellas mismas.Por otra parte, está la población informada y activa que busca organizarse y que en su enorme mayoría rechaza el proyecto autoritario y manipulador que varios suponían superado cuando hace doce años se dio la alternancia del partido en el poder. Esta población se mueve más allá del oligopolio televisivo, a través de Internet y manifestaciones callejeras. El avance en acuerdos de propuesta civil y movilización ciudadana, de distintos orígenes y con diversas agendas, ha generado, sin embargo, nuevos cauces que, de ser tomados en cuenta por los propios ciudadanos, pueden ser la piedra de toque para un verdadero avance democrático, de transparencia y rendición de cuentas que no se dio como se esperaba a partir del año 2000.

La esperada, aunque retrasada evolución ciudadana, se da en un momento complejo de inquietud política, campañas electorales que –salvo lo filtrado por la televisión- no llega a la población y persistente la opacidad en el ejercicio del poder público. Pero no puede esperar más. Es ahora el momento de un Pacto Nacional incluyente y vinculante con el gobierno que se constituya a partir de las próximas elecciones del 1º de julio o no será más. El riesgo de no hacerlo es enorme; de que se enquisten las lacras del autoritarismo y oscurantismo del pasado es, coincidiendo con Gael García, terrorífico.

Se lleva a cabo estos días, 21 y 22 de mayo, la Cumbre Ciudadana de donde podrá salir –ahora o nunca- ese Pacto Nacional. La intención es sumar sin límites lo que deseamos hacer de este país empresarios, investigadores, líderes de opinión, luchadores sociales y personas en general. Los jóvenes, esos que con su decidida acción son la región más transparente de nuestra realidad, lo han exigido. No podemos más que actuar en consecuencia.

* Presidente de Fundación Ahora A.C., asociación que promueve la Economía Solidaria en la región centro-occidente de México con más de una década de trabajo.

Artículos Relacionados

----