Políticas Públicas

Nuevos caminos para el Comercio Justo en Europa

La multiplicación y desarrollo de los mercados con productos de Comercio Justo es incuestionable. Los datos así lo confirman. Los consumidores de la UE compran cada año productos por un valor aproximado de 1.500 millones de euros, es decir setenta veces más con respecto a 1999. Desde la perspectiva global, Europa concentra entre el 60 […]

28 julio 2010
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La multiplicación y desarrollo de los mercados con productos de Comercio Justo es incuestionable. Los datos así lo confirman. Los consumidores de la UE compran cada año productos por un valor aproximado de 1.500 millones de euros, es decir setenta veces más con respecto a 1999.

Desde la perspectiva global, Europa concentra entre el 60 y el 70 % de las ventas mundiales. Es importante tomar nota de que los poderes públicos, gastan un 16 % del PIB de la UE [1].

Ante estos alentadotes datos, es necesaria la compresión de las entidades territoriales y regionales en el impulso de esta práctica. En este sentido, el Parlamento Europeo en su informe “Nuevos desarrollos en la compra pública” , hace un llamamiento decidido a la acción, renovando su presión a la Comisión Europea para que ésta, apoye la Compra Pública de Comercio Justo. Ante estas acciones, se deben de tener en cuenta, no sólo los aspectos económicos, técnicos o jurídicos, sino también las políticas que caracterizan y definen al Comercio Justo.

Es indispensable establecer un adecuado equilibrio, entre la voluntad de desarrollar el comercio, las inversiones y el crecimiento económico, en sintonía, con los principios del desarrollo sostenible. La generalización y práctica de normas comerciales transparentes y justas, entre los países ricos y países menos desarrollados, debe partir de contratos que respeten, los principios de igualdad de trato, reconocimiento mutuo y proporcionalidad.

Ante la crisis económica y financiera, sumada a la amenaza de catástrofes climáticas, es impostergable hacer participes a los agentes de los países del Sur, para que consoliden las estructuras de Comercio Justo, recalcando la materialización de los contratos públicos ecosociales a nivel local y regional. Esta práctica prevé una ampliación de la gama de los productos y servicios procedentes del Comercio Justo, contribuyendo en cada uno de los escenarios presentes, a fortalecer su papel en la economía y en la dignidad de sus impulsores.

Los recientes pasos dados por las instituciones europeas merecen un claro reconocimiento por los avances alcanzados, en favor de la legitimidad y visibilidad del Comercio Justo. Pero los logros, resultan insuficientes ante los retos que se nos avecinan y ya resulta urgente lograr unas políticas y acuerdos comerciales justos que prioricen, sin trabas ni trampas tácitas, el autodesarrollo del Sur y sus pueblos.

[1] Dictamen del comité de las Regiones . Contribución al desarrollo sostenible: el papel del comercio y de los sistemas no gubernamentales de garantía de la sostenibilidad comercial.

Por Octavio Fraga Guerra – SETEM (Madrid y Castilla-La Mancha)

www.setem.org

Foto: Trabajadora de la cooperativa de Comercio Justo, Mahaguthi, Nepal. © SETEM

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