Consumo Responsable

PESCADO “BIO” Los mejores productos del mar

Montse Escutia,secretaria de la Asociación Vida Sana Nadie duda de las bondades dietéticas del pescado como fuente de proteínas, ácidos grasos saludables, vitaminas y minerales. Pero con los mares y ríos cada vez más contaminados y explotados comer pescado no siempre parece una buena alternativa. El pescado ecológico sí tiene buen crédito… España es una […]

20 diciembre 2013

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Montse Escutia,secretaria de la Asociación Vida Sana

Nadie duda de las bondades dietéticas del pescado como fuente de proteínas, ácidos grasos saludables, vitaminas y minerales. Pero con los mares y ríos cada vez más contaminados y explotados comer pescado no siempre parece una buena alternativa. El pescado ecológico sí tiene buen crédito…

España es una potencia pesquera y también consumidora de productos del mar. Como país somos responsables de muchos de los problemas asociados a la actividad pesquera y la sobreexplotación de los recursos. ¿Tenemos alguna alternativa? ¿Podemos hacer las cosas de otra forma? La acuicultura ecológica parece ser una respuesta viable a esta pregunta.

Hace ya tiempo que podemos encontrar pescado certificado ecológico en nuestro país. Pero ¿qué quiere decir que un pescado o un mejillón son ecológicos? ¿Qué pasa con el pescado que se captura en nuestras costas? ¿Debemos eliminar de nuestra dieta los productos procedentes del mar?

EL PESCADO: UN ALIMENTO SANO QUE SE ACABA

España es el quinto consumidor mundial de pescado con 37 kg al año por persona sólo por detrás de Japón, Noruega, Islandia y Portugal. Tenemos la flota más importante de la UE en capacidad y disponemos de 10.000 buques pesqueros.

En el 2005 la situación de muchos caladeros de pesca llegó a ser crítica. Esto obligó a las administraciones y distintos organismos mundiales a replantearse el modelo y empezar a caminar hacia modelos más sostenibles. Pero los intereses de países tradicionalmente pesqueros, entre ellos España, está poniendo palos a las ruedas para conseguir la protección y recuperación de los caladeros. Según un informe de la Comisión Europea actualmente el 80% de los recursos pesqueros del mediterráneo están sobreexplotados. Las aguas del Atlántico han mejorado la última década y el porcentaje de sobreexplotación está por debajo del 50%.

PROSPECCIONES

A las amenazas tradicionales hay que añadirles la búsqueda de nuevos recursos energéticos en el fondo de los mares. Sobre el mar Mediterráneo se cierne la amenaza de las prospecciones sísmicas, sistema utilizado para la detección de yacimientos de hidrocarburos en el fondo del mar. Para ello, se utiliza un cañón de aire comprimido que provoca explosiones en el agua y se analiza el efecto de las ondas acústicas al rebotar sobre el fondo marino. Estas explosiones afectan a los seres vivos que se encuentran hasta a 20 km de distancia incluídos los recursos pesqueros.

Una vez más, los intereses económicos de visión cortoplacista chocan con la protección de unos recursos que, como sociedad, estamos obligados a dejar a nuestros hijos. Como consumidores tenemos la fuerza para decidir por qué tipo de pesca ha de apostar el sector.

¿SALVAJE O DE PISCIFACTORÍA?

Las piscifactorías, o granjas de pescado, surgen para dar respuesta a la sobreexplotación y agotamiento de los recursos naturales del mar. La cría de peces y marisco en granjas permite obtener estos alimentos de forma mucho más barata.

A priori parece una buena idea puesto que dejamos de actuar sobre las poblaciones salvajes y permitimos su recuperación. Pero la realidad es muy distinta. Al igual que pasa en las granjas de animales terrestres, el hacinamiento provoca estrés y, el estrés, enfermedades. Para evitar una gran mortandad los peces reciben una gran cantidad de antibióticos y otros medicamentos que se dispersan en el agua del mar. Además son alimentados con pienso rico en proteínas y los restos se acumulan en los fondos marinos y crean graves problemas de eutrofización de las aguas. ¿Qué solución tenemos entonces? La respuesta es fácil. El consumidor responsable puede apostar por dos tipos de pescado (y marisco): el proveniente de la pesca salvaje sostenible y el que se obtiene de la acuicultura ecológica. Vamos a ver en qué consisten cada uno de ellos.

PESCA SOSTENIBLE

En 1992, en la Conferencia Internacional sobre Pesca Responsable celebrada en Cancún, se pidió a la FAO que elaborara un Código Internacional de Conducta para evitar la situación de colapso a la que se estaba llegando en los mares y océanos del mundo. Esto fue el embrión del Código Internacional de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO aprobado por unanimidad en 1995. Desde entonces ha llovido mucho pero sus preceptos siguen vigentes y recogen el espíritu sobre el que debería ser una verdadera pesca sostenible. Los principios básicos de este código han sido adoptados por la organización Greenpeace y son los siguientes:

  • Está gestionada desde una perspectiva centrada en el ecosistema
  • Ayuda a proteger especies y hábitats sensibles
  • Mantiene las poblaciones de todas las especies objetivo en un nivel saludable
  • Utiliza métodos de pesca selectivos
  • Mantiene la biodiversidad de las otras especies asociadas a la pesquería
  • Minimiza el consumo de energía, productos químicos y residuos
  • Opera de manera social y económicamente justa y responsable
  • Facilita siempre el origen de todo su pescado desde el punto de captura hasta el punto de venta.

El problema práctico es cómo distinguir si el pescado que encontramos en la pescadería cumple realmente estos requisitos. A finales de los 90 se desarrolló un estándar que cumplía los requisitos propuestos por la FAO. Es el llamado estándar MSC (Marine Stwership Council) y se aplica sólo a pesca salvaje (no a la acuicultura). Las pesquerías interesadas pueden pedir a una empresa certificadora independiente que certifique que su actividad cumple los principios recogidos en el MSC. De esta forma pueden vender sus productos del mar bajo este sello de calidad. Sin embargo, este sello no es muy conocido, al menos en nuestro país, y se aplica principalmente a productos envasados ya sea congelados o enlatados. En su web puede llevarse a cabo una búsqueda en la que aparecen 57 empresas españolas con productos certificados MSC. Lo están algunos productos de marcas conocidas como Findus y Cabo de Peñas y algún producto de marca blanca de los supermercados Eroski, Veritas, Aldi y LIDL.

Si queremos consumir pescado fresco lo mejor es preguntar. Tener una pescadería de cabecera y asegurarnos que lo que compramos proviene de la lonja de mar más cercana a nuestro domicilio y de la subasta que se ha hecho ese mismo día o el día anterior.

ACUICULTURA ECOLÓGICA

Desde 2010 el reglamento europeo que regula la producción ecológica incluye también a la acuicultura ecológica. Bajo este término se agrupan diversas especies criadas en medio acuático, tanto de agua dulce como salada. Encontramos peces como el salmón, la trucha, la dorada o la lubina, marisco como los langostinos y los mejillones y también algas. Los principios básicos son:

  • Una correcta adecuación del medio acuático y un plan de gestión sostenible. En la acuicultura ecológica es muy importante que la actividad no tenga ningún efecto contaminante sobre el medio marino.
  • Elección de especies que no supongan una amenaza para otras especies silvestres. El riesgo de dispersión en el ambiente de especies criadas en cautividad es alto cuando tratamos de especies acuáticas. Por ello una posible fuga de organismos no ha de suponer ningún riesgo para el medio donde se realiza la actividad.
  • Las prácticas de la acuicultura, incluidas la alimentación, el diseño de las instalaciones, la carga de peces y la calidad del agua, deberán ajustarse a las necesidades de desarrollo y a las necesidades fisiológicas y de comportamiento de los animales. Por ello el personal encargado del cuidado de los animales deberá tener conocimientos básicos sobre las condiciones para mantener su sanidad y bienestar.
  • Las instalaciones deben imitar al máximo las condiciones de vida natural. Para ello deberá adecuarse el espacio disponible, la calidad del agua, las corrientes marítimas, la temperatura, la luminosidad y el fondo de los estanques.
  • Se evitará al máximo el estrés de los animales tanto durante su manejo como en el momento del sacrificio.
  • La reproducción se deberá llevar a cabo en las mejores condiciones posibles. No se permiten técnicas de hibridación artificial, clonación, especies transgénicas ni el uso de hormonas.
  • En el caso de la alimentación, las partes vegetales del pienso deberán proceder de la agricultura ecológica certificada y las partes derivadas de animales acuáticos han de proceder de pesca sostenible. No se permite el uso de aminoácidos sintéticos ni factores de crecimiento.
  • Los elementos de protección contra depredadores como las aves marinas han de diseñarse de tal forma que proteja la producción sin dañar al depredador.
  • La sanidad animal debe gestionarse principalmente a partir de la prevención: bienestar animal, reducción del estrés y una buena alimentación. Se permiten tratamientos veterinarios convencionales bajo unas estrictas condiciones y siempre que esté en peligro la vida del animal y por motivos de salud humana.

MOLUSCOS Y ALGAS TAMBIÉN EN “BIO”

Los diferentes reglamentos incluyen condiciones específicas para la cría de moluscos y de algas. En ambos casos es especialmente importante la calidad del agua de la zona ya que ésta repercute directamente en la calidad de los moluscos y algas. Un claro ejemplo es la cría de mejillones que han de alimentarse de forma natural filtrando agua de mar. En el caso de las algas también se regula la recolección silvestre, en la que es necesario presentar planes de gestión y de seguimiento anual de las poblaciones para controlar que el impacto sobre el medio es mínimo.

En España, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en 2012 se produjeron alrededor de las 770 toneladas de peces y mariscos. Apenas un 1% de la producción acuícola española. Las principales producciones son el esturión, la trucha, los mejillones y las algas. Llama la atención que en los datos del Ministerio no se recojan los datos de lubina ecológica que cría la empresa Culmarex en la Piscifactoría Aguadulce de Almería. Esta empresa produce también dorada que, junto a la lubina, son las dos únicas especies de peces marinos que se crían ecológicamente en España.

Otras piscifactorías ecológicas españolas son la de Sierra Nevada en Riofrío en Granada, que produjo el primer caviar ecológico del mundo; la de Isidro de la Cal en Galicia o Naturix en Guadalajara. En lo que se refiere a las algas actualmente hay dos empresas gallegas que producen algas ecológicas: Algamar y Porto-Muiños.

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