Las políticas de ajuste están empeorando la situación económica de las mujeres en todo el mundo (Coordinadora de ONGD-E)

– Los ajustes llevados a cabo pueden poner en peligro los logros derechos económicos de las mujeres conseguidos a lo largo de las últimas décadas.

– En Egipto -durante la Primavera Árabe- en Guatemala o Centroamérica, las mujeres han conseguido importantes logros que no pueden verse en riesgo

– La Coordinadora se suma a la campaña Tu Voz Cuenta que con la pregunta «¿Nos ves Iguales?» denuncia las desigualdades que sufren las mujeres en norte y sur (52% de la población mundial)

Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, la Coordinadora de ONG para el Desarrollo denuncia que las políticas de ajuste que están adoptando los gobiernos ante la crisis están agravando la situación económica de las mujeres. De la mano de la Campaña Tu Voz Cuenta, se plantea la pregunta ¿Nos ves iguales?, para llamar la atención sobre la vulneración de los derechos económicos de las mujeres.

Las políticas de ajuste adoptadas por los gobiernos como respuesta a la crisis económica, presentan aún mayores desafíos para la lucha por los derechos económicos de las mujeres y la conservación de los logros ya obtenidos en materia de igualdad, reconociendo en este sentido el trabajo de las organizaciones de Mujeres y Derechos Humanos y del Movimiento Feminista en los países en desarrollo en alianza con nuestras organizaciones; contando incluso en los últimos años con el respaldo y el compromiso de la Cooperación Española.

Las organizaciones feministas y de mujeres de todo el mundo han logrado avances muy significativos a través de sus actividades de lobby, de incidencia y de movilización.

En este sentido es significativo el papel de las organizaciones feministas y de mujeres en los diferentes países durante la «Primavera Árabe» donde por ejemplo en Egipto se ha incidido para tener representación en los grupos redactores de la nueva constitución, en la defensa de tribunales civiles y no militares, o en las calles abogando por el reconocimiento de la igualdad de las mujeres. En Libia, la Plataforma de Mujeres Libias por la paz ha celebrado la nueva ley electoral donde se garantizan al menos cuarenta escaños en la asamblea constituyente reservados a mujeres.

En Guatemala, organizaciones de mujeres indígenas como la Asociación de Mujeres Xinca de Santa María Xalapán, han logrado, pese a las amenazas, poner en marcha consultas comunitarias sobre la soberanía de recursos naturales y el papel de las mujeres líderes.

Redes como Awid, han logrado hacer mapeos e informes mundiales sobre la situación de defensoras de derechos humanos, para lograr visibilizar, apoyar y respaldar los avances que estas mujeres están logrando en materia de derechos humanos en países con altos índices de violencias y específicamente de violencias contra las mujeres en Centroamérica.

Graves consecuencias de los recortes sociales

El enfoque feminista debe estar presente en todas las políticas públicas, también en las de cooperación al desarrollo, incluyendo el enfoque de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. Para ello es necesario incluir indicadores específicos que evalúen el impacto diferencial de las políticas y centrarse en modificar desequilibrios de poder estructurales.

La cooperación internacional debe servir de base para la realización de los Derechos Humanos, incluidos los derechos de las mujeres y los compromisos sobre igualdad de género, trabajo decente y sostenibilidad ambiental. Garantizar fondos de la cooperación a las organizaciones feministas y de mujeres, constituyen elementos claves para la reducción de la brecha de género, especialmente en contextos de crisis económica y de derechos que amenazan los compromisos adquiridos por los estados a nivel internacional.

Ante la situación de crisis económica mundial se ha apostado por un recorte de déficit público a través del gasto, principalmente el gasto social. Los recortes sociales tienen efectos en la generación de peores condiciones para las luchas de las mujeres por la defensa de sus derechos. En ese sentido, es imprescindible el reconocimiento y garantía por parte de las administraciones públicas respecto a los derechos económicos de las mujeres, que están relacionados con el mantenimiento y la ampliación de las coberturas sociales.

El contexto actual también presenta una oportunidad única para plantear enfoques y prácticas alternativas desde la economía solidaria y la práctica de los movimientos sociales de mujeres del Sur y del Norte. Para eso no debemos limitar el análisis y diagnóstico a la crisis financiera actual, ni perder de vista sus dimensiones y su conexión con las otras crisis estructurales: económica, medioambiental, alimentaria, de creación de medios de vida sostenibles, de los cuidados…, ya que en el fondo se trata de una crisis estructural del modelo de desarrollo vigente.

Las organizaciones que forman parte de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo pedimos:

• Que se incluyan en las estrategias de cooperación medidas destinadas a la participación activa de las mujeres a través de del apoyo a redes y organizaciones feministas y de mujeres en países donde esta participación se ve amenazada
  
• Que España incida para que la agenda de eficacia del desarrollo mantenga compromisos con los Derechos Humanos, especialmente los derechos de las mujeres según los acuerdos internacionales como la Plataforma de Acción de Beijing, la CEDAW y el Protocolo Adicional al Pacto de derechos económicos, sociales y culturales
  
• Que el desarrollo siga la óptica de desarrollo humano sostenible con especial atención a los derechos de las mujeres, que pasa por un análisis de los orígenes de la desigualdad y no sólo por el mero empoderamiento económico
  
• Que se aseguren vías de financiación a organizaciones y redes feministas y de mujeres, especialmente a aquellas organizaciones de defensoras de derechos en contextos de conflicto para garantizar que los movimientos de mujeres puedan continuar con su incidencia por el cumplimiento del derecho a una vida libre de violencias
  
• Que se incluyan indicadores de seguimiento y evaluación en género, midiendo la reducción de desigualdades económicas, sociales y culturales