Serán nuestros hijos y nietos los que tendrán que pagar la deuda que les dejamos. Mientras son países más débiles frente al sistema los que hoy ya pagan nuestras deudas.

Exportar facturas en el tiempo y en el espacio está permitido. El sistema tolera y permite esta acción que no tiene defensa ni ética alguna. Millones de personas en todo el mundo, así como los territorios en los que éstos viven, pagan las facturas exportadas.

Es fácil de ver hoy, para nuestra desgracia, cómo el enriquecimiento ilícito de unos pocos lo acabamos pagando todos los demás. Los costes sociales y ambientales son los principales costes que se exportan. Pero ¿podemos saber qué es lo que nos exportan o lo que exportaremos como cargas a nuestros nietos o vecinos?

Podemos conocer tanto los costes como los beneficios que generamos: sociales, ambientales y financieros. Toda actividad económica tiene unos costes y genera unos beneficios. No debería haber problema alguno para que un buen gestor, empresario o administrador pudiera buscar su beneficio asumiendo todos los costes que produce y recuperando todos los retornos que genera. De esta manera, la exportación de facturas dejaría de ser la vía para el enriquecimiento de unos pocos. Un profesional de la gestión económica puede mejorar sus resultados si incluye el valor social y ambiental en sus cuentas.

Para que esto sea una realidad lo primero es conocer los costes y los beneficios, sociales y ambientales, que generamos. Hoy no es común que una empresa, entidad social o Administración maneje ese conocimiento pero debemos avanzar para que ello sea posible. Conocer el retorno social y ambiental de la inversión debe formar parte intrínseca de cualquier gestión económica responsable.

Con este objetivo hemos creado un curso de formación que permitirá adquirir los conocimientos necesarios para saber calcular estos valores. De dicho curso, cuya matricula estará abierta hasta el próximo día 30 de este mes de mayo, saldrán preparados e innovadores profesionales en el cálculo del retorno social y ambiental de las inversiones. A partir de aquí, ya sólo será necesaria la voluntad de cada uno de nosotros para implementar este conocimiento de cara al bien común, frente a los pocos grandes exportadores de facturas. ¿Te animas a formar parte de estos primeros y más audaces profesionales?

De esta manera, su gestión económica permitirá conocer, reconocer, valorar y retornar el valor social y ambiental que genera su actividad.

Conseguirá:

• incrementar los recursos de su entidad
  
• justificar ante sus financiadores/inversores con mayor claridad
  
• comunicarse con el mundo de la economía financiera
  
• mejorar la distribución de recursos escasos
  
• elevar la eficiencia en las acciones que acomete
  
• mejorar sus resultados económicos: sociales, ambientales y financieros

Cuando los precios de los bienes y servicios se construyan desde un conocimiento y asunción de todos los gastos y costes asociados a su producción, éstos se acercarán a unos precios justos.

El consumidor no vivirá en la confusión de unos precios que no reflejan los costes totales, y su acción responsable será más sencilla.

Los mejores y más hábiles empresarios, gestores y administradores han de encontrar en esta gestión integral una salida a la crisis del sistema. No se puede salir de la crisis agravando todavía más la realidad de la mayoría de nuestras sociedades actuales o la de nuestros descendientes.

PODEMOS CONSEGUIR QUE LA ACCIÓN RESPONSABLE Y JUSTA SEA LA QUE APORTE MEJORES RESULTADOS A UNA RIQUEZA COMÚN.

NITTÚA
Núria González
Raúl Contreras