Varios

Fundación Aldauri: se dan clases que se pagan con tiempo

Las personas desempleadas encuentran en los bancos de tiempo una salida para formarse y buscar un nuevo. La Fundación Aldauri gestiona este proyecto en Bilbao, en San Francisco, el barrio de la capital vizcaína más desfavorecido y necesitado de iniciativas para regenerar el tejido social y económico de la zona. Se trata de un sistema […]

1 mayo 2011

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

NULL
NULL

Las personas desempleadas encuentran en los bancos de tiempo una salida para formarse y buscar un nuevo. La Fundación Aldauri gestiona este proyecto en Bilbao, en San Francisco, el barrio de la capital vizcaína más desfavorecido y necesitado de iniciativas para regenerar el tejido social y económico de la zona.

Se trata de un sistema de intercambio de conocimientos. Por ejemplo, un usuario que desea aprender algo de informática realiza esa demanda a través de un sistema online. Así puede contactar con otro usuario que ofrece dar clases de informática. ¿Y cómo se pagan esas clases? Con tiempo. Así, siguiendo el ejemplo, en el caso de esa persona que ha recibido una hora de clase de informática, para que pueda seguir aprendiendo el manejo del ordenador debe ofrecer a cambio otro servicio a los usuarios del proyecto: clases de cocina, albañilería, idiomas, arte, bricolaje… Aunque no necesariamente se trata de la transmisión de conocimientos. Según explica la coordinadora del programa, Leire Casas, hay usuarios que simplemente ofrecen compañía para actividades de ocio, como ir al cine, al teatro o a pasear: «Es otro fin social».

En cualquier caso, lo más habitual es que los usuarios demanden y ofrezcan conocimientos. Una de las más demandadas es el aprendizaje de idiomas y, en concreto, de español. No resulta sorprendente, dado que es el barrio de Bilbao con la mayor concentración de población inmigrante procedente de fuera de Europa. «Hay muchos inmigrantes que se apuntan para aprender español porque carecen de recursos económicos para acceder a cursos», cuenta Casas.

Artículos Relacionados

----