Los Bancos del Tiempo tiene como unidad de pago la hora y ningún servicio tiene más valor que otro. En época de crisis ayuda a solucionar problemas financieros. La Asociación Andre Berri y la Fundación Aldauri, pioneras en Bilbao.

La unidad de pago es la hora. Así funcionan los Bancos del Tiempo. Cada persona ofrece un servicio y piden otros a cambio cuando los necesitan. Las transacciones se realizan por horas y ninguna tarea tiene más valor que otras. Estas peculiares «entidades bancarias» son muy válidas, principalmente, en momentos de crisis, ya que no necesitan dinero para cubrir determinados servicios.

De igual manera los integrantes se sienten útiles y pueden establecer relaciones sociales. Las tareas demandadas quedan limitadas a la imaginación y las ofertas son de lo más variopintas: chapuzas de casa, tareas domésticas, cuidados de niños, ancianos y animales, repostería, costura, acompañamientos, asesoría jurídica, jardinería…

El Consistorio de Bilbao aprobó en pleno una moción del Grupo Socialista para apoyar estas iniciativas e intentar extenderla al resto de la villa. En el ‘Botxo’ existen dos asociaciones que cuentan con un Banco del Tiempo funcionado desde hace un tiempo: Andre Berri y la Fundación Aldauri. En La Peña, el grupo de mujeres de Andre Berri ha sido pionero en ofrecer este servicio. En la actualidad tiene censados a cerca de 70 usuarios. «Pueden acudir tanto hombres como mujeres y no tiene necesidad de darse de alta en la asociación», comentan. La inscripción se puede cumplimentar en su local, ubicado en la plaza Iharra (Abusu).

Y en la zona de Bilbao la Vieja, San Francisco y Cortés, la Fundación Aldauri. La Fundación Aldauri tiene su sede en la plaza del Corazón de María y prestan un servicio on-line desde enero. Cuentan ya 42 personas dadas de alta. «Los interesados se apuntan en la web www.bdtbilbao.org pero luego se tiene que pasar por nuestro local para entregarles un carnet y así nos conocemos», comentan.