Un rosco gigante con anillos olímpicos, endulzó en Pamplona una campaña por los derechos de los trabajadores de prendas deportivas asiáticos, en el inicio del Año Nuevo Chino.

En línea recta, los cinco anillos dulces, de 3 a 3,5 kilos cada uno, medían 12 metros de longitud

SINDICATOS, entidades filantrópicas y la ONG Setem (Servicio Tercer Mundo) se comieron ayer un rosco en Pamplona para no dejar pasar por el aro la conculcación de derechos laborales en la producción de prendas deportivas en China y defender el respeto de los derechos fundamentales que asisten a sus trabajadores.

Con la llegada del Año Nuevo Chino y en los meses previos a los Juegos Olímpicos de Pekín, Setem auspició una iniciativa solidaria en el Paseo Sarasate, con el respaldo de UGT, CCOO y CECU (Confederación Estatal de Consumidores y Usuarios), entre otros, bautizada con el lema de «Juega Limpio 2008».

Once alumnos del Proyecto de Iniciación Profesional Especial del IES Ibaialde, de Burlada, se encargaron de dulcificar la jornada de sensibilización con la preparación de un rosco gigante, representado en cinco aros olímpicos de 80 centímetros de diámetro y de 3 a 3,5 kilos de peso cada uno. «En línea, los cinco aros alcanzan los 12 metros de largo», apuntaba un educador, que prefirió omitir su identidad. Sorprendidos por la campaña solidaria en plena vía pública, algunos viandantes repararon en el dulce, «un bizcocho relleno de nata y bañado en chocolate blanco coloreado», sin poder resistirse a la tentación de hincarle el diente a cada ofrecimiento realizado por los propios alumnos. De acuerdo a las previsiones realizadas por los organizadores, la intención era repartir 150 raciones. Por su similitud con los roscos de Reyes, los anillos dulces coloreados con los tonos distintivos de las Olimpiadas reservaron en su interior una sorpresa. Los afortunados recibieron, como regalo, una camiseta de Comercio Justo.

Al tiempo de compartir una degustación a media mañana, los presentes pudieron expresar sus deseos en unos papeles introducidos en una caja «de color rojo, el color de la buena suerte en China», como precisó José Luis Mariñelarena Oiz, representante de la Campaña Ropa Limpia, de Setem. «Queremos desear un año feliz y en condiciones dignas para el pueblo chino», agregó. Arropados por soportes publicitarios con la imagen de las mascotas de los Juegos Olímpicos de Pekín en actitudes adaptadas a la campaña reivindicativa, representantes de sindicatos y entidades se relevaron en la lectura de una manifiesto compartido. Y es que, como apuntó el alumno del IES Ibaialde Miguel García Zabalza, «la explotación se tiene que ir terminando».