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La crisis no ahoga al Comercio Justo, que se mantiene estable en Navarra

Aumenta en Navarra el número de clientes «concienciados» y «habituales» de estos productos, según las ONG Las ventas han crecido un 33% a nivel estatal desde 2008, indica la CECJ La crisis económica apenas ha hecho mella en las ventas registradas en las tiendas de comercio justo de Navarra desde que la recesión comenzó en […]

13 mayo 2014

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Aumenta en Navarra el número de clientes «concienciados» y «habituales» de estos productos, según las ONG

Las ventas han crecido un 33% a nivel estatal desde 2008, indica la CECJ

La crisis económica apenas ha hecho mella en las ventas registradas en las tiendas de comercio justo de Navarra desde que la recesión comenzó en el año 2008. Así lo indicaron María Martín, representante de Setem, Arkaitz Uyalar, de Ocsi, y Ana Belloso, de Oxfam-Intermón, todos ellos integrantes de ONG que regentan tiendas de comercio justo en Pamplona y que consideraron que esta forma alternativa de hacer comercio se mantiene «estable».

Asimismo, coincidieron en que el número de consumidores «concienciados y habituales» de los productos de comercio justo va en aumento en la Comunidad Foral. «Nuestra sensación es que cada vez tenemos una clientela más fiel y más comprometida que ya ha incorporado nuestros productos en su compra diaria. El comprador concienciado y crítico ha crecido. Sin embargo, el perfil de consumidor puntual cuya implicación es menor ha disminuído», comentó Uyalar.

Por otro lado, según un informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) desde el año 2008 las ventas han aumentado un 33% a nivel del Estado. «Si en 2000 la recaudación apenas llegaba a los 7 millones de euros, en 2012 se alcanzaron los 28,3 millones», señalan. Estos datos, siguiendo a la misma fuente, son reflejo de los «profundos cambios» que está viviendo el comercio justo actualmente y que lo definen como un sector «en expansión» y «cada vez más complejo».

Los productos alimenticios son los más populares, especialmente el cacao, el azúcar y el café. Tal y como señala la CECJ, el café y los dulces estuvieron detrás del 84% de las ventas estatales en 2012. «En nuestras tiendas también son el género más reclamado y en las ferias se puede observar un especial interés del cliente por la artesanía», comentó Martín. Sin embargo, y a pesar de este interés, las ventas de piezas artesanales «siguen cayendo y ya representan menos del 10% de la facturación total del sector». No obstante, el comercio justo se está expandiendo a otros sectores como el textil o la telefonía móvil. «Es un mercado complejo que está creciendo y se expande y afianza poco a poco, situación que también se observa en Pamplona», añadió Martín.

Un comercio ‘transparente’

Romper con el paradigma del empresario que trabaja «teniendo únicamente en cuenta el enriquecimiento personal y de su negocio» es uno de los objetivos perseguidos por el comercio justo, que se presenta como una vía alternativa en la que las relaciones comerciales «no se basan puramente en el aspecto económico, sino que garantizan el respeto a las personas a la infancia, al medio ambiente y la igualdad de género», explicó Uyalar.

Uno de los problemas expuestos por los representantes de las ONG, además de «denunciar la explotación a las que son sometidos muchos de los trabajadores», fue que, en el comercio convencional, los productores «reciben un porcentaje de beneficio mucho más pequeño del que deberían por todo su trabajo». «El comercio justo trabaja por que estas personas tengan un salario digno», apuntó Belloso. Así, indicó que la segunda parte de este cometido consiste en «concienciar a los consumidores de esta situación para que sean capaces de ser más críticos a la hora de elegir donde comprar sabiendo qué es lo que hay detrás de cada producto».

Por otro lado, consideraron que la «calidad» es otro de los valores de este tipo de productos. «Es normal que se encarezca. Adquirir este producto nos garantiza una compra de justicia hacia toda la cadena comercial, desde el productor hasta consumidor final. Pagar por un producto que asegura la dignidad de las personas merece la pena», concluyó Belloso.

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