Varios

Adhesión al manifiesto por la economía social y solidaria

[Más abajo en catalán]  Otra economía no sólo es posible, sino que ya existe. Entre otros nombres, la conocemos por economía social y solidaria. No constituye la economía dominante ni mayoritaria en el mundo; pero tampoco es insignificante, ni cualitativa ni cuantitativamente. La economía social y solidaria está conformada por multitud de iniciativas de producción, […]

30 septiembre 2012
Etiquetas:

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

NULL
NULL

[Más abajo en catalán]

 Otra economía no sólo es posible, sino que ya existe. Entre otros nombres, la conocemos por economía social y solidaria. No constituye la economía dominante ni mayoritaria en el mundo; pero tampoco es insignificante, ni cualitativa ni cuantitativamente.

La economía social y solidaria está conformada por multitud de iniciativas de producción, comercialización, consumo, inversión, gestión de recursos y asignación de excedentes que funcionan día a día bajo lógicas más democráticas, equitativas, solidarias y respetuosas con las personas, el medio ambiente y los territorios que las empresas e instituciones capitalistas.

Adoptan la forma de cooperativas y otras empresas propiedad de los productores o de los consumidores y usuarios; de asociaciones dedicadas al campo social, a las finanzas éticas o al consumo responsable; de redes de trueque; de huertos comunitarios; de sistemas de gestión comunal; de presupuestos públicos participativos; de asociaciones de desarrollo local; de trabajo cooperativo por internet; etc. Son realidades que están presentes en todo el mundo y que poseen en común tres características clave que las adscriben a la economía social y solidaria: dar primacía a la satisfacción de necesidades humanas por encima del lucro, gestionar la propia actividad económica de forma democrática y estar comprometidas con su medio natural y social.

Muchas de estas prácticas constituyen verdaderas escuelas de ciudadanía activa, atareados laboratorios donde se ensayan otras formas de producir, consumir y organizarse, utilísimas fuentes de inspiración de lo que pudiera ser un sistema económico distinto del que tenemos actualmente, vistosos escaparates que muestran que otro sistema económico es posible. Porque esa es precisamente una de las fortalezas de la economía social y solidaria, que no se trata de ningún proyecto futuro ni de ningún ideal abstracto, sino de una realidad palpable.

Los abajo firmantes pensamos que la economía social y solidaria debe formar parte de cualquier propuesta alternativa al capitalismo, una tarea ésta, la de construir una alternativa global al sistema, a nuestro parecer imprescindible si queremos salir de la crisis sistémica en que las élites políticas y financieras nos tienen sumidos. Si no disponemos ni que sea de un boceto de un futuro alternativo posible, que comparta el conjunto de movimientos sociales, nunca lograremos movilizar las energías personales y colectivas suficientes para impulsar un proceso de transformación social. En este sentido, urge que las diferentes economías críticas, entre las que se incluye la economía social y solidaria, entren en diálogo para fecundarse mutuamente e ir construyendo un boceto de cómo podría funcionar una economía más justa, democrática, sostenible y eficaz que el capitalismo.

En esta tarea, la economía social y solidaria tiene mucho que aportar. El nuevo sistema económico poscapitalista debería adoptar como objetivo el mismo que posee ya la economía social y solidaria, satisfacer necesidades y contribuir al bien común por encima del afán de lucro. Para ello podría inspirarse en muchos de los principios, instituciones y métodos procedentes de las mejores experiencias de aquella en sus distintas vertientes: el trabajo cooperativo, la comercialización justa, el consumo responsable, las finanzas éticas, las monedas sociales, la creación y gestión democrática de los bienes comunes y la distribución solidaria del excedente.

Pero para que la economía social y solidaria pueda seguir dando tantos frutos, e incluso irse gestando como un embrión de otra economía, necesita seguir desarrollándose. Por eso animamos a sus actores ―cooperativistas y muchos más― a hacer más visibles sus propias experiencias, a articularse en proyectos intercooperativos a mayor escala y a crear mercados sociales, a trabajar codo a codo con otros movimientos, a profundizar en un modelo de gestión basado en los valores alternativos que representa, a crear mecanismos propios de financiación…, y, con el apoyo de otros agentes, a conseguir unas políticas públicas favorables, lo que inevitablemente exige que sean concertadas entre la administración y el propio sector, que tengan un carácter transversal y que no pretendan mercantilizarlo para desactivar su capacidad transformadora.

Ahora bien, desarrollar la economía social y solidaria depende también de quienes aún no participan en ella, o no lo suficiente. No diremos aquello de que la economía social y solidaria nos interesa a todos y todas, pues también hay quienes la ningunean, los codiciosos, los individualistas acérrimos, los que obtienen pingües beneficios con el capitalismo…; pero sí podemos afirmar que la economía solidaria interesa a una amplia mayoría de la sociedad. Es por eso que, en el marco de la I Fira d’Economia Solidària de Catalunya organizada por la Xarxa d’Economia Solidària, que se celebrará en Barcelona los días 27 y 28 de octubre de 2012, animamos a esa mayoría social a que visiten la Fira, pero sobre todo a que incorporen, y nosotros/as también, la economía solidaria en su vida diaria, consumiendo más responsablemente, depositando los ahorros en las finanzas éticas, creando cooperativas para salir del paro y de la precariedad, participando en redes y mercados de intercambio, difundiendo la economía social y solidaria en las asociaciones en que participan, colaborando con las entidades del sector… Otra economía está en marcha. ¡Adelante con la economía social y solidaria!

Setiembre de 2012

==>> enlace para la ADHESIÓN AL MANIFIESTO

___________________________________

Una altra economia no sols és possible, sinó que ja existeix. Entre altres noms, la coneixem per economia social i solidària. No constitueix l’economia dominant ni majoritària al món, però tampoc és insignificant, ni qualitativament ni quantitativament.

L’economia social i solidària la conformen multitud d’iniciatives de producció, comercialització, consum, inversió, gestió de recursos i assignació d’excedents que funcionen dia a dia sota lògiques més democràtiques, equitatives, solidàries i respectuoses amb les persones, el medi ambient i els territoris que no pas les empreses i institucions capitalistes. Adopten la forma de cooperatives i altres empreses propietat dels productors o dels consumidors i usuaris; d’associacions dedicades al camp social, a les finances ètiques o al consum responsable; de xarxes d’intercanvi; d’horts comunitaris; de sistemes de gestió comunal; de pressupostos públics participatius; d’associacions de desenvolupament local; de treball cooperatiu per internet; etc.

Són realitats que estan presents arreu del món i que tenen en comú tres característiques clau que les s’adscriuen a l’economia social i solidària: donar primacia a la satisfacció de necessitats humanes per sobre del lucre, gestionar la pròpia activitat econòmica de manera democràtica i estar compromeses amb el seu medi natural i social.

Moltes d’aquestes pràctiques constitueixen veritables escoles de ciutadania activa, atrafegats laboratoris on s’assagen altres formes de produir, consumir i organitzar-se, valuoses fonts d’inspiració del que podria ser un sistema econòmic diferent del que patim actualment, vistosos aparadors que mostren un altre sistema econòmic és possible. Perquè aquesta és precisament una de les fortaleses de l’economia social i solidària, que no es tracta de cap projecte futur ni de cap ideal abstracte, sinó d’una realitat palpable.

Les persones sotasignades pensem que l’economia social i solidària ha de formar part de qualsevol proposta alternativa al capitalisme, una tasca aquesta, la de construir una alternativa global al sistema, al nostre parer imprescindible si volem sortir de la crisi sistèmica en què les elits polítiques i financeres ens tenen sumits. Si no disposem ni que sigui d’un esbós d’un futur alternatiu possible, que comparteixi el conjunt de moviments socials, mai no aconseguirem mobilitzar les energies personals i col·lectives suficients per impulsar un procés de transformació social. En aquest sentit, és urgent que les diferents economies crítiques, entre les quals s’inclou l’economia social i solidària, entrin en diàleg per fecundar-se mútuament i anar construint un esbós de com podria funcionar una economia més justa, democràtica, sostenible i eficaç que el capitalisme.

En aquesta tasca, l’economia social i solidària té molt a aportar. El nou sistema econòmic postcapitalista hauria d’adoptar com a objectiu el mateix que té ja l’economia social i solidària, satisfer necessitats i contribuir al bé comú per sobre de l’afany de lucre. Per a això podria inspirar-se en molts dels principis, institucions i mètodes procedents de les millors experiències d’aquella en les seves diferents vessants: el treball cooperatiu, la comercialització justa, el consum responsable, les finances ètiques, les monedes socials, la creació i gestió democràtica dels béns comuns i la distribució solidària de l’excedent.

Però perquè l’economia social i solidària pugui seguir donant tants fruits, i fins i tot anar gestant-se com l’embrió d’una altra economia, necessita seguir desenvolupant-se. Per això animem als seus actors ―cooperativistes i molts altres― a fer més visibles les seves pròpies experiències, a articular-se en projectes intercooperatius a superior escala i a crear mercats socials, a treballar colze a colze amb altres moviments, a aprofundir en un model de gestió basat en els valors alternatius que representa, a crear mecanismes propis de finançament…, i, amb el suport d’altres agents, a aconseguir unes polítiques públiques favorables, la qual cosa inevitablement exigeix que siguin concertades entre l’administració i el sector, que tinguin un caràcter transversal i que no pretenguin mercantilitzar-lo per desactivar la seva capacitat transformadora.

Ara bé, desenvolupar l’economia social i solidària depèn també de les persones que encara no hi participen, o no hi participen prou. No direm allò de que l’economia social i solidària ens interessa a tots i totes, ja que també n’hi ha que la menystenen, els cobdiciosos, els individualistes acèrrims, els qui obtenen sucosos beneficis amb el capitalisme…; però sí que podem afirmar que l’economia solidària interessa a una àmplia majoria de la societat. És per això que, en el marc de la I Fira d’Economia Solidària de Catalunya organitzada per les Xarxa d’Economia Solidària, que tindrà lloc a Barcelona els dies 27 i 28 d’octubre de 2012, animem a aquesta majoria social a visitar la Fira, però sobretot l’animem perquè incorporin ―i nosaltres també― l’economia solidària en la seva vida diària, consumint més responsablement, dipositant els estalvis en les finances ètiques, creant cooperatives per sortir de l’atur i de la precarietat, participant en xarxes i mercats d’intercanvi, difonent l’economia social i solidària en les associacions en què participen, col·laborant amb les entitats del sector…

Una altra economia està en marxa. Endavant amb l’economia social i solidària!

Setembre de 2012

ADHESIÒ AL MANIFEST

Artículos Relacionados

----