Consumo Responsable

A disfrutar la Navidad, pero con conciencia

Por Alvaro Porro, redactor de la revista Opciones y Toni Lodeiro, autor del libro ConsumirMenosVivirMejor No me gustaría caer en el discurso antinavideño de rigor. De hecho comenzaré defendiendo los excesos, es decir, que a veces excederse un poco no va mal. También puedo defender los regalos ya que quieras o no es una forma de […]

31 diciembre 2013
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Por Alvaro Porro, redactor de la revista Opciones y Toni Lodeiro, autor del libro ConsumirMenosVivirMejor

No me gustaría caer en el discurso antinavideño de rigor. De hecho comenzaré defendiendo los excesos, es decir, que a veces excederse un poco no va mal. También puedo defender los regalos ya que quieras o no es una forma de cuidar, cuidarse, comunicar. Digamos que lo que me gusta es sobre todo cuestionar inercias inducidas por la publicidad o el hacer cosas porque es lo que toca o por compromiso o porque no se te ocurre otra cosa. Pues de eso va este texto: de romper inercias y dar ideas, ni más ni menos. 

Las fiestas nos regalan sus placeres: pasar tiempo con gente querida, disfrutar de platos preparados con especial cariño, cantar y bailar. Festejar compensa, siempre que el estrés previo de los preparativos, los gastos, y los excesos etílicos y gastronómicos –saludables en cierta medida como decíamos- se mantengan dentro de unos límites razonables, y siempre que podamos disponer después de tiempo suficiente para un reparador descanso. Los problemas vienen cuando nos arruinamos y estresamos más de la cuenta comprando o cocinando porque “toca”, para “quedar bien”, o porque largos años de agresivas campañas publicitarias han ido, poco a poco, colonizando nuestras vidas y haciendo “normal” lo que les interesa a las empresas anunciantes. Y cuando a los contenedores van a parar grandes cantidades de comida, envases, regalos inútiles –éstos últimos a veces se quedan estorbando en casa, que quizás es peor todavía-. 

Cambiar de hábitos cuesta, y como el consumismo es una constante todo el año (¡ojalá fuese sólo en Navidades!), no es fácil hacer cambios drásticos de un día para otro. Por tanto mejor poco a poco que un buen cambio al mes son ¡24 cambios! al cabo de dos años. Consumir menos debe servir para quitarnos pesos de encima y vivir mejor… si no, mal asunto. Si en este proceso de cambiar o cuestionar nuestra manera de consumir proponemos algo a la familia y amigos recomiendo hacerlos de manera positiva, sin imponer ni culpabilizar. Si no hay receptividad mejor no presionar pues las personas cuando nos sentimos presionadas solemos cerrarnos en banda.

 Algunas ideas para las comidas navideñas 

Acordar un límite de platos (¿dos y postre?), alguno puede ser más ligero.Y si sobra en Opciones te damos algunas ideas sobre como evitar tirarla. 

Mejor calidad que cantidad: menos postres pero hechos en casa, incorporar productos locales y/o de temporada como nos muestra este calendario de fruta y verdura y/o de producción ecológica y/o de comercio justo (sólo en el caso de productos para loa que no hay alternativas locales: café, cacao… ). Los mercados y el pequeño comercio local son una opción más sostenible y que genera mucho más empleo local que supermercados y grandes superficies. 

Especial atención podemos poner al consumo de pescado y marisco tan común en estas fechas. Existen hoy en días diversas guías para consumir pescado de manera sostenible. Para aprender sobre consumo consciente de pescado y marisco en general, WWF, Greenpeace y la revista Opcions nos ofrecen criterios y buena información. Y ojo con los langostinos que tienen historias que contar. 

Como decíamos los regalos en sí no tienen nada malo: son una forma de cuidar, cuidarnos y comunicar aprecio. 10 ideas sobre los regalos navideños para romper con inercias y construir nuestras propias propuestas:

Para que no haya regalitis: Podemos intentar acuerdos en los grupos para fijar límites (de número de regalos, de € a gastar, que sólo valgan regalos hechos a mano…). El “amigo invisible” es un juego con el que cada persona de un grupo sólo hace y recibe un regalo.

No todo se tiene que comprar: Un dibujo o texto nuestro, un cd grabado con canciones escogidas pensando en la persona querida, un dulce hecho en casa, algo de 2ª mano pero que sabemos que gustará, un calendario de pared hecho a mano con fotos nuestras, un diario intercalado con fotos o frases propias… son regalos que cuestan poco dinero pero valen mucho. En este blog por ejemplo hay algunas ideas.

No siempre tienen que ser objetos: Cosas inmateriales como entradas para ir con la persona al teatro o a un concierto, un masaje, una o varias sesiones de alguna terapia natural son regalos poco consumistas y muy bonitos.

Ante la duda, comida: Si no sabemos qué regalar pero queremos regalar algo la comida o bebida seguramente no acabará en la basura ni arrinconada en un armario: un buen queso, un vino especial, un buen café o chocolate de comercio justo… Existen inumerables ofertas muy responsables e interesantes de cestas de de productos de comercio justo y agricultura ecológica local para Navidad. Algunas posibilidades de cestas ecológicas a domicilio con la tienda A salto de Mata en Madrid y Hortganic en Barcelona. Y para el que quiera un regalo más connotado socialmente este huerto social de Tarpuna que trabaja con personas en inserción y ofrece cestas semanales.

Los regalos a los peques, un temazo. Regalarles tiempo y antención, escucharles, aprender a jugar con ellas y ellos… es el regalo que más necesitan, valoran y agradecen. Un buen regalo, por ejemplo, puede ser llevarles al teatro o a conocer algún lugar bonito del entorno o un lugar que significa algo para ti. Pero bueno, está claro que algo que desenvolver la mañana de Reyes puede ser necesario. A veces la magia alrededor de los regalos (esconderlos, los restos que dejan los reyes a su paso, una nota de papa noel, un juego para acceder a ellos…) son incluso la mejor parte del regalo. Si compramos juguetes, la sencillez y la durabilidad son valores a tener en cuenta. Y mejor hechos de materias primas naturales (madera, algodón…), y sin compoñentes electrónicos, pilas, plásticos… como los del colectivo de Artesanos Enrosca. Si quieres más información tienes la guía Opciones de consumo responsable de juguetes.

Regalar alternativas colectivas: Desde hace años y al calor de la crisis asistimos a la aparición de alternativas fruto de gente que se junta y organiza en muchos ámbitos donde antes parecía difícil ofrecer alternativas. Es lo que llamamos economías comunitarias y colaborativas. Podemos regalar el entrar a ser parte de alguna de ellas. Ya sea de banca abriendo un depósito en una banca ética surgida desde abajo como Banca Fiare; o de energía como hacer socio a alguien de la cooperativa de consumo de energías renovables Som energia; o de información con una subscripción al diario quincenal Diagonal; o con la posibilidad de tener acceso a un sistema de bicicletas compartidas. Ya existen en muchos lugares de España, podéis buscar el de vuestra población en este listado de enlaces.

Regalos cooperativos. La economía solidaria basada en empresas y coperativas que equilibran la dimensión social, económica y ambiental, un sector que tiene mucho que aportar ante los que demuestra esta crisis sobre nuestro modelo económico. La web del Mercado Social nos muestra por territorios lo que ofrecen en este mercado. 

Regala un huerto. Para hacer huerto en el balcón hay productos que lo facilita en Cataluña la cooperativaTarpunay, en Madrid la cooperativa Germinando, pero si crees que el beneficiario del regalo realmente se sumergirá en la propuesta hay huertos a pie de tierra para regalar (unos meses de alquiler por ejemplo). Están proliferando las empresas o proyectos de huertos de alquiler en los alrededores de nuestras ciudades, en este listado podéis conocer algunas de las ofertas en diferentes ciudades. Un proyecto especialmente interesante en los alrededores de Madrid es la cooperativa “De la tierra”que, además de parcelas en alquiler, ofrece cursos y talleres.

El envoltorio como regalo y como mensaje. Un envoltorio reutilizable de tela llamado Infinitloop hecho artesanalmente por una cooperativa de mujeres de economía social y que ofrece la posibilidad de seguir su recorrido para conocer el trayecto total que ha hecho a lo largo de sus vida pasando de mano en mano en una web. 

Regalos para salir del consumismo (todo el año). Una de las claves para salir del consumir por inercia o al menos con poco criterio es la información, es decir, conocer otras opciones y alternativas. Por eso nos permitiréis que propongamos una suscripción a la revista Opciones, dedicada a dar información práctica para un consumo consciente y transformador.

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