Finanzas Éticas

La moneda social ‘grama’ ya circula por Santa Coloma de Gramenet

El Ayuntamiento quiere que parte del dinero público que invierte en subvenciones y sueldos repercuta en el comercio local “Ya tengo Wifi en la tienda, está todo preparado para empezar a cobrar con la aplicación de la moneda social”, sonríe Cristina Meya propietaria de la frutería Horta Meya de Santa Coloma de Gramenet. El 13 […]

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El Ayuntamiento quiere que parte del dinero público que invierte en subvenciones y sueldos repercuta en el comercio local

“Ya tengo Wifi en la tienda, está todo preparado para empezar a cobrar con la aplicación de la moneda social”, sonríe Cristina Meya propietaria de la frutería Horta Meya de Santa Coloma de Gramenet. El 13 de enero comenzaron a circular por la ciudad las primeras 6.000 gramas, la moneda social.

El Ayuntamiento pretende que parte del dinero público que invierte en subvenciones y sueldos de funcionarios repercuta en el comercio local. Cristina ahora podrá cobrar en metálico, con tarjeta bancaria o a través de una aplicación de móvil que ella se apresura en mostrar: “El cliente hará una transferencia de gramas a mi cuenta y yo cobraré también con la moneda de la ciudad”.

No es la primera moneda social de Cataluña pero sí la primera divisa que se instaura en una ciudad con más de 117.000 habitantes. Además, Santa Coloma es el primer Consistorio que canaliza el gasto público mediante una moneda social. La grama, que equivale al euro, no es una moneda física. Se gestiona con una aplicación que permite hacer transferencias de la cuenta de un usuario a otro por Internet y el móvil.

El referente de todas estas divisas alternativas es el Bristol pound, que nació en la ciudad inglesa en 2012. Ahora, muchos están pendientes de la iniciativa de Santa Coloma porque Ada Colau quiere implantar una moneda similar en Barcelona.

La alcaldesa Núria Parlon y su equipo de Gobierno apostaron por la iniciativa hace tres años. “La Universitat Pompeu Fabra hizo un proyecto y gracias al trabajo de una consultora y a una ayuda europea de 132.000 euros le hemos dado forma”, se enorgullece Parlon.

Oriol Tuson, del Departamento de Comercio, Ferias y Disciplina de Mercado, lleva tiempo trabajando en la grama y explica que “del dinero público que el Consistorio destina a subvencionar a entidades locales y a pagar a los funcionarios, sólo el 30% se invierte en comercios de Santa Coloma. El 70% se gasta fuera de la ciudad, principalmente en Barcelona”.

La presidenta de la Agrupación del Comercio y la Industria, Laia Muñoz, interviene: “Necesitamos un instrumento para conseguir que el dinero público se quede en la ciudad. Y ayude a crecer a nuestros negocios o evite que cierren sus puertas, como tantos en los últimos tiempos”. Pese a estar en una fase embrionaria, la grama ya da resultados, explica Muñoz, porque “estamos digitalizando rápidamente el comercio de proximidad».

La alcaldesa sostiene también que, “se crearán puestos de trabajo y servirá a los negocios para crear campañas de fidelización”. Otro objetivo es incrementar la circulación de dinero entre los comercios.

La moneda social ya es una realidad. Cristina Meya en su frutería, y los propietarios de 124 comercios más, ya tienen el móvil preparado para realizar las primeras transacciones en gramas.

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