La Red de Economía Alternativa y Solidaria de las Illes Balears (REAS) celebró este martes su 25 aniversario con un amplio repaso por su pasado, presente y su «futuro más esperanzador». Lo hizo en el salón de actos del centro cultural Flassaders, repleto de los más allegados a la organización y engalanado con las sabias palabras de su fundador, Antoni Pons Cañellas; su actual presidenta, Maria Jaume Jaume, y la joven Irene Ysasi.

Mediante estas tres voces, REAS se presentó como una red solidaria a la que pertenecen en la actualidad casi 2.000 personas -entre empleados y voluntariado-, un total de quince entidades y que en 2022 contó con unos ingresos anuales de 18,5 millones de euros. Además, fue descrita, en palabras de su presidenta, «como una fundación que sigue aportando, día tras día, su grano de arena y situando en el centro de la economía a la persona, contribuyendo así a avanzar en una sociedad más justa».

De los orígenes de la fundación se encargó Pons, quien en pocos minutos se ganó al público con su simpatía. El fundador contó cómo la gente en Balears empezó a llevar a cabo acciones relacionadas con la economía solidaria «prácticamente sin saber qué era esto». Explicó que poco a poco empezaron a crearse diferentes organizaciones, como por ejemplo Deixalles, se empezó a tener la necesidad de buscar otras alternativas y el Govern de entonces les alentó a participar en algún proyecto europeo. «Eso fue un mundo nuevo», relató Pons, que describió cómo así «descubrieron que la existencia de una economía nueva, alternativa, era posible».

Contó, también, cómo a los encuentros internacionales pronto se le sumaron los nacionales con la celebración de una primera reunión de economía solidaria en Córdoba. «Esta conferencia nos permitió ver que lo que habíamos encontrado en otros países no era tan novedoso, que en España había muchas cosas». A este primer encuentro, relató, le siguieron otros y fue así como poco a poco nació REAS, teniendo su origen en las islas en 1998.

Maria Jaume se centró en el presente de la fundación, para lo cual hizo un breve repaso de la memoria de 2022. Así, señaló que «el trabajo de REAS Balears se basa en seis objetivos estratégicos: la equidad, el trabajo digno, la cooperación, la sostenibilidad ecológica, el reparto justo de la riqueza y el compromiso con el entorno». Y señaló que la meta de la organización es potenciar la economía solidaria como un instrumento que permite desarrollar una sociedad más justa y sostenible, trabajando para este objetivo desde una óptica múltiple: la económica, la social, la ambiental y la cultural.

La joven Irene Ysasi (en la foto) tuvo ayer un papel muy importante, dibujar el futuro de REAS. Planteó estar en 2048 celebrando el 50 aniversario de la organización y describió una situación idílica en la que la red ha crecido mucho debido a que se potencia el sector agroalimentario y la economía social juega un papel muy importante gracias a que «se actuó a tiempo para redirigir nuestro modelo económico en favor del bien común». Y todo debido, relató, «a la disminución del turismo por el encarecimiento de los vuelos y las olas de calor que el cambio climático han provocado».

El evento contó con la asistencia de un gran número de representantes de las administraciones públicas y asociaciones de Balears. Concluyó con una visita a la exposición sobre REAS que permanecerá en Flassaders hasta el día 20 y con un pequeño refrigerio.

Texto y foto: Nair Cuéllar (Diari de Mallorca)