Economía Solidaria

194 personas trabajan en los Traperos de Emaús de Navarra

La venta del material supone el 31% de los ingresos de los Traperos 194 personas trabajan en la recogida y tratamiento de residuos urbanos La fundación defiende un sector “muy productivo” que lucha contra la exclusión social [ANA IBARRA – DIARIO DE NOTICIAS] La venta de materiales reciclados supuso el 31% de los ingresos que […]

29 abril 2011
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La venta del material supone el 31% de los ingresos de los Traperos

194 personas trabajan en la recogida y tratamiento de residuos urbanos

La fundación defiende un sector “muy productivo” que lucha contra la exclusión social

[ANA IBARRA – DIARIO DE NOTICIAS] La venta de materiales reciclados supuso el 31% de los ingresos que obtuvo la fundación Traperos de Emaús Navarra el año pasado, un 12% más que el ejercicio anterior. En total, recaudaron por esta vía 1.288.664 euros sobre un presupuesto de 4.207.036 euros (un 8% más que en 2009). La cara más visible de este mercado de segunda mano son las tiendas que Traperos disponen en Pamplona (en la calle Gayarre, Artica y Río Arga), y otros dos comercios en Estella y Santesteban.

Lo que más se vende en ellas, reconocen, es ropa, seguida de muebles y, en tercer lugar, los aparatos electrodomésticos que, por otro lado, son los que “antes desaparecen de las tiendas”, admiten sus responsables. A su vez, facturan dinero por todos aquellos materiales que obtienen del reciclaje de objetos que no se pueden volver a utilizar.

“La fortaleza de un sector como es la reutilización de los residuos dice mucho de una ciudad, de su capacidad de generar una correa de solidaridad social de modo que todos los ciudadanos pueden acceder a bienes de primera necesidad a través de un mercado de segunda mano”, asegura José María García, presidente de la fundación en Navarra. “Se crea además un sector productivo que se dedica a la recogida y reutilización de la basura, protagonizado por personas con historias difíciles y que pertenecen al mundo de la exclusión. No costamos nada a la Administración, además producimos, generamos riqueza y solidaridad”, refrenda. Igualdad salarial, 6,5 horas diarias de jornada laboral, y “logros no tanto productivos sino afectivos y de transformación social” constituyen las claves de funcionamiento de una plantilla de 194 personas, un 34% procedente de otros países. El salario bruto oscila entre los 840 y los 1.209 euros al mes, en jornada completa. Según el último balance, a lo largo del 2010 se recogieron 10,4 kilos de residuos (voluminosos, papel, cartón, electrodomésticos, ropa, etcétera), de los que se han reutilizado un 4%, se ha recuperado un 82% y “sólo” se ha rechazado un 14%. Realizaron 37.436 servicios de recogida en domicilios, una media de 3.129 avisos al mes.

El inicio de la Comunidad de Traperos de Emaús en 1978 partía de una filosofía clara: “Compartir la vida y el trabajo entre los primeros compañeros que, aún viviendo en situaciones de mucha precariedad pero disponiendo de los elementos básicos (comida, vivienda, útiles personales y colectivos…), debaten y arriesgan parte de sus recursos en ayudar a otros que están en peor situación”. El colectivo ha crecido teniendo una “especial preocupación por la acogida a personas en situaciones de especial dificultad. Y en la medida que se incrementaban nuestros recursos y posibilidades, en vez de incrementar salarios y horas de trabajo, hemos acogida más personas compartiendo recursos y tareas”.

CUATRO MILLONES. El 69% de los gastos totales que refleja la memoria del 2010 fueron para costear las nóminas de un equipo humano en el que el 59% son fijos. En el capítulo de ingresos, al igual que en 2009, el 57% provienen de la prestación de servicios a diferentes mancomunidades y gestores de residuos. Asimismo, un 11% de sus entradas económicas fueron subvenciones (489.605 euros). Pese a la situación de “inestabilidad y crisis social y económica existente, hemos cerrado el ejercicio 2010 en positivo, siguiendo con la tendencia del año pasado y superando el déficit de hace dos años”.

Traperos de Emaús recupera los 3,9 kilos de electrodomésticos que tira cada navarro al año

El plan renove no cala en las ventas, ya que las ayudas sólo cubren productos de alta gama. La recogida y reciclaje de los aparatos eléctricos da empleo a 50 personas y el reto es ampliar las reparaciones del 8% al 15%.

Los Traperos de Emaús han recogido en lo que va de año un total de 2.761 electrodomésticos, entre viejos aparatos eléctricos y electrónicos que se desechan en los hogares navarros, pero cuyos materiales se siguen aprovechando, se reutilizan y, lo que es más importante, en su transformación generan empleo y favorecen un mercado de segunda mano que se consolida en torno a la basura urbana.

pamplona. Un dato: todo el proceso de recogida, tratamiento y manipulación de electrodomésticos da empleo a 50 personas de las 194 que componen la plantilla.

“Pese a la crisis, el nivel de derroche es muy alto. No todo lo que se tira a la basura es material viejo, hay muebles o aparatos que se recogen en perfectas condiciones. Se ve que el bichito del consumo cala en el imaginario colectivo; esa idea de vivir para trabajar, trabajar para ganar, y ganar para consumir está muy interiorizada…”, destaca José María García, director de Traperos. A lo que se añade la obsolescencia de los productos que consumimos y la evidencia de una sociedad que fomenta el consumo como base de su tejido productivo.

Por otro lado, la entrada en vigor del Plan Renove de Electrodomésticos impulsado por el departamento de Industria no ha tenido tirón este año debido a la alta gama de los aparatos subvencionables. La basura generada es un indicador claro de consumo. Desde la puesta en marcha de la medida el pasado día 14 apenas se ha notado un despegue en el volumen de desechos, que desde Traperos cifran en unas 80 unidades por encima de la recogida habitual. Si en marzo fueron 672 unidades de electrodomésticos trasladadas a sus depósitos de Sarasa, hasta el 27 de abril llevaban 741, principalmente lavadoras y placas de inducción.

Entre los tres vías de recogida -domicilio, entrega de distribuidores y tiendas, y depósito de puntos limpios- los almacenes de Sarasa (Iza) acumularon el año pasado alrededor 2.500 toneladas de aparatos de uso doméstico o, lo que es lo mismo, cada navarro jubiló en un año una media de 3,9 kilos de RAEES (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Esta cantidad viene a representar el 24% de todos los productos recogidos por los traperos gracias a los acuerdos establecidos con mancomunidades y operadores de empresas.

Para José María García, director de Traperos de Emaús en Navarra, aunque este tipo de medidas pretenden incentivar el consumo doméstico, la realidad es que las familias tratan de “estirar” sus economías en una coyuntura de crisis y desempleo. Esto, unido al hecho de que el departamento de Industria e Innovación apoye económicamente la compra de los aparatos de gama más alta y, por lo tanto, los más caros, explicarían la escasa respuesta ciudadana al plan y “un aumento insignificante respecto a otros años en la compra”.

Los propios comercios refrendan esta idea. Desde Media Markt, Verónica Pérez, responsable de la sección de electrodomésticos, reconoce que el listón de esta campaña es muy alto e inalcanzable para mucha economías. “Las categorías energéticas de aparatos que se subvencionan son de nivel A, por lo que deben mantener consumos inferiores a los 0,15 Kilovatios por ciclo en el caso de lavadoras o de 0,86 KWh para lavavajillas, y los frigoríficos deben de ser A plus-plus, con precios que superan los mil euros”, remarca. Lo que más se vende, señalan, son lavadoras “porque entran todos los precios, desde 350 euros por ejemplo”, precisa.

RECICLAJE. Los Traperos de Emaús consiguen reutilizar (venta) un 8% de los aparatos de origen RAEES, un porcentaje muy bajo teniendo en cuenta que “son materiales con un potencial de reutilización muy alto, y de mucha calidad: tanto frigoríficos, como cocinas, hornos, encimeras y electrónica de consumo (televisión, radio…)”, reconoce García. La idea es lograr en un plazo de un año alcanzar el 15% de recuperación de aparatos para su venta. Gracias a proyectos como los que surgen al amparo del fondo del 0,7% del IRPF se pretende dar salida en el mercado hasta el 10-12% de los RAEES recogidos y duplicar la plantilla destinada a taller. La reparación de electrodomésticos da empleo a seis personas, “capacitadas para ello a través de cursos y con experiencia en el desguace”. Aquellos aparatos que no consiguen arreglarse, siguen otro itinerario. Un 36% se recicla, lo que consiste en extraer todos los componente peligrosos -excepto en los frigoríficos- y separar los materiales seleccionados por metales (aluminio, hierro, cobre…), que se venden a empresas chatarreras. En el caso de los frigoríficos, una primera fase del tratamiento consiste en extraer aceites y dejar el “cajón” que a su vez se traslada a la planta de Ecointegra que la fundación Aspace tiene en Aoiz. Allí, estos arcones son triturados, se les extrae los gases tóxicos y se vende a chatarrerías previa inspección del Seprona. Otros componentes como televisiones o pantallas de ordenadores se envían a otras plantas de gestores de Bilbao o Zaragoza. Por otro lado, un 45% de los aparatos que tratan proceden de tiendas y distribuidores obligados por ley a su tratamiento, otro 30% de recogida domiciliaria y el 25% a través de los Puntos Limpios. Aunque el año pasado se recogieron un 18% menos de RAEES esto se debe, según García, a la entrada en acción de otros gestores en la recogida.

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