Finanzas Éticas

El trueque se consolida como alternativa al dinero en la Comarca de Pamplona

En los últimos siete años, se han creado tres ‘bancos de tiempo’, en los que 1.500 ciudadanos intercambian objetos y conocimientos [Saioa Rolan – Diario de Navarra] “Ofrezco mi tiempo para escuchar a otros”. “Limpio vidrios, portales y patios a cambio de alimentos”. “Cambio una clase de pilates por una de inglés”. Sin dinero, pero […]

12 setembre 2013
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En los últimos siete años, se han creado tres ‘bancos de tiempo’, en los que 1.500 ciudadanos intercambian objetos y conocimientos

[Saioa Rolan – Diario de Navarra] “Ofrezco mi tiempo para escuchar a otros”. “Limpio vidrios, portales y patios a cambio de alimentos”. “Cambio una clase de pilates por una de inglés”. Sin dinero, pero con el tiempo como moneda de cambio, el trueque capta cada vez más adeptos en la Comarca de Pamplona, donde en los siete últimos años se han creado tres ‘bancos de tiempo’ en los que 1.500 ciudadanos intercambian objetos y conocimientos. Una cifra que multiplica por siete el número de participantes con los que contaban estos servicios en los primeros años de experiencia.

De las ofertas de clases de cocina y arreglos de ordenador que abundaban en los orígenes de estos proyectos, se ha pasado a mostrar ahora el drama que viven muchas familias españolas: el trueque para conseguir algo que echarse a la boca. Un hecho que, según consideran sus gestores, justifica el auge de estos sistemas de intercambio en momentos de crisis.

LOS MASAJES Y LOS IDIOMAS, LOS MÁS SOLICITADOS

En pleno corazón de Pamplona, se engendró hace siete años el primer Banco de Tiempo de la Comarca, una red que hoy llega a los 300 miembros activos. Ideado por la Asociación de Vecinos del Casco Viejo, nació con la vocación de “mezclar generaciones y diferentes maneras de ver, pensar y ser”.

El funcionamiento es sencillo. Imagina que sabes inglés, pero te gustaría aprender a planchar. Otra persona apuntada al Banco puede ayudarte con esto último, así que contactas con ella para instruirte. Esa persona que te ha enseñado recibirá un talón o vale de tiempo con el que podrá aprovechar el saber de otro, de modo que se crea una cadena de favores. Una hora que ofreces se canjea por otra que recibes.

El boca a boca ha sido la clave en el crecimiento de esta alternativa al modelo económico actual. “A la gente le da vergüenza pedir ayuda cuando se necesita, pero parece que estamos superando esa barrera y se está cambiando la mentalidad en este momento de crisis”, valoran desde el Banco de Pamplona.

Con la experiencia piloto de la capital como referente, el Valle de Egüés, a través del Centro de Atención a las Familias, emprendió su propia aventura de intercambio de saberes en mayo de 2011. Desde entonces, no ha dejado de crecer: de 24 inscripciones en 2011, el Banco de Tiempo ha pasado a tener 101 socios activos. “Estamos muy satisfechas con la evolución que ha experimentado el servicio. Consideramos que es un buen ejemplo de colaboración y participación ciudadana, una respuesta positiva en esta etapa de crisis”, comenta Idoia Gutiérrez, coordinadora del Centro de Atención a las Familias.

“Se ofrecen todo tipo de servicios, pero los más reclamados son los masajes y las clases de inglés e informática”, detalla la responsable del Banco del Tiempo del Valle de Egüés, Rosa García. A lo que añade: “Las más participativas son las mujeres y los desempleados. Este último dato muestra que se trata de una alternativa muy positiva para que estas personas se sientan útiles y llenen su tiempo libre”.

YO NO LO TIRO, TRUEQUE ONLINE EN PAMPLONA

Con una filosofía similar a los ‘bancos de tiempo’, nació en Pamplona ‘Yo no lo tiro‘, una página web promovida por el Gobierno de Navarra y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y gestionada por el Centro de Recursos Ambientales de Navarra (CRANA). El objetivo es fomentar el intercambio de objetos entre personas con el fin de aumentar la vida útil de los productos y reducir la generación de residuos.

Las posibilidades de intercambio son tan variadas como los anuncios que se han publicado en la página durante su año y medio de vida: “Cambio patines de cuatro ruedas por un hacha en buen estado”, “Deseo que me regalen un rosario”, “Busco anillas de latas de refresco” o “Cambio una bombilla de frigorífico por otra cosa”. Así, los interesados pueden realizar trueques, alquilar, regalar, vender o incluso compartir casi cualquier artículo.

“Estamos muy contentos porque los datos de la página son muy buenos a pesar de carecer de presupuesto para hacer publicidad sobre este proyecto”, indica la responsable de residuos del CRANA, Elena Cereceda. Desde su estreno, en noviembre de 2011, ‘Yo no lo tiro’ ha crecido de 173 usuarios en los dos primeros meses a 1.049 usuarios en la actualidad. “En el periodo de enero a agosto, hemos duplicado las visitas en la web respecto al año anterior y hemos aumentado un minuto el tiempo que permanece el usuario en la página. Los datos reflejan que el servicio se está consolidando”, detalla Cereceda.

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