Ecologismo

Rehabilitación de un piso, la ciudad como espacio de transformación

Uno de los sectores que más  contribuye al cambio climático y a la explotación de recursos naturales es la construcción. Se estima que la construcción de viviendas utiliza  el 50% de los materiales y recursos del planeta y consume el 45% de la energía, para calentar, iluminar y ventilar los edificios. Por otro lado, en […]

12 gener 2012
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Uno de los sectores que más  contribuye al cambio climático y a la explotación de recursos naturales es la construcción. Se estima que la construcción de viviendas utiliza  el 50% de los materiales y recursos del planeta y consume el 45% de la energía, para calentar, iluminar y ventilar los edificios. Por otro lado, en el Estado español, el parque de viviendas está sobredimensionado, habiendo casi 6 millones de viviendas desocupadas.

En una opción decrecentista y que apuesta por el respeto al medioambiente, la rehabilitación de viviendas de forma ecológica y la mejora de su eficiencia energética, frente a la opción insostenible de construcción de nuevas viviendas, se torna como la opción más coherente.

La asociación de economía solidaria Sumaconcausa, desde la iniciativa Ekodeco, edita en la revista Ecohabitar de invierno la reforma de un piso con estos criterios. Se trata de la adecuación de un piso buscando el menor impacto medioambiental posible y un aislamiento eficaz, con la reutilización de elementos de obra y mobiliario como premisa fundamental.

Se restauraron y visibilizaron elementos ocultos, como la estructura de madera, el suelo, también de madera, las puertas originales de pino macizo recuperadas en obra y “rescatadas” otras de contenedores de escombro -utilizadas como cierres para armarios-, manillas antiguas, radiadores de hierro, lámparas, diverso mobiliario y electrodomésticos, procedentes de los Rastros de Traperos de Emaús, sanitarios, griferías, etc.

Se aisló la cubierta con 120 mm de paneles flexibles de fibra de madera y la pared noroeste, que da directamente al exterior, con 60 mm de fibra de madera. La carpintería de exterior se resolvió con ventanas de madera de roble, procedente de Girona con certificado PEFC y en el resto en pino Flandes FSC.

En la albañilería se recurrió a la cal hidráulica, en lugar de cemento, y en las instalaciones eléctricas y de fontanería se utilizaron cables libres de halógenos y PVC, y tuberías de polipropileno. Las pinturas y barnices de la madera (aceites en realidad) fueron ecológicos.

Breve introducción al artículo en:
http://www.ecohabitar.org/rehabilitacion-de-un-piso-la-ciudad-como-espac…

Artículo completo en la revista Ecohabitar de invierno 2012.

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