¡Reencontrémonos! – Boletín 27 de Coop57 – Marzo 2015
Editorial del boletín 27 de Coop57
Hay terremotos que cambian la fisonomía del entorno. Y una vez pasado el seísmo, la acción conjunta de las personas reconstruye las ciudades y los pueblos de una manera que nunca es la misma que la que tenían las ciudades y los pueblos devastados. Cada sacudida cambia la fisonomía y, a la vez, abre nuevos caminos, nuevas formas de construir y (re)inventar los lugares donde vivimos y las relaciones que establecemos entre nosotras y con el entorno natural.
Del mismo modo, los siete años de crisis que hemos sufrido –y que sufrimos todavía– han devastado –y continúan devastando– a nuestras sociedades, empobreciendo a una gran mayoría para enriquecer, todavía más, a una pequeña minoría. Pero, al mismo tiempo y, a pesar de la persistencia de la sacudida económica y social, miles de mujeres y hombres están (re)construyendo los vínculos económicos, políticos y sociales sobre nuevas bases, cimentadas en la ayuda mutua, la cooperación, la equidad y el cuidado de las personas y del ecosistema natural en el que vivimos.
Lo demuestran proyectos de desarrollo local en clave de economía solidaria; iniciativas de recuperación ciudadana de servicios básicos secuestrados por intereses privados; formas de gestión comunitaria, no burocratizada, de servicios y equipamientos públicos; propuestas de cooperativas de viviendas en régimen de cesión de uso basadas en la propiedad colectiva y compartida; proyectos de soberanía energética y alimentaria o de desarrollo rural en clave agroecológica.
Muchos indicios nos muestran que estas iniciativas cobrarán fuerza y darán saltos cualitativos y cuantitativos en los próximos meses y cambiarán la fisonomía de nuestros territorios. La indignación se ha convertido en acción que se esfuerza en transformar la economía y la sociedad. Que quiere labrar el futuro con sus manos sin esperar que nadie más lo resuelva. Que aspira a reinventar la manera de gestionar los recursos colectivos.
Y esta riada, formada por centenares o miles de proyectos de todos los tamaños y de todos los colores, nuevos y antiguos, con la voluntad de trabajar en red entre ellos, nos obliga a afinar la herramienta que siempre ha sido Coop57. Sin dejar de ser lo que somos, y profundizando en lo que ya estamos haciendo, Coop57 debe adecuar sus servicios y productos para dar respuesta a las nuevas necesidades que plantea esta miríada de propuestas. Y seguramente esto nos llevará a asumir nuevos retos y un nuevo papel en el seno de la economía social y solidaria, el tejido asociativo y los movimientos sociales; en definitiva, en el seno de la sociedad.
Pero no podemos afrontar estos retos sin definir colectivamente cómo tenemos que hacerlo, sin realizar, previamente, un debate participativo entre las personas y las entidades que, en los diferentes territorios, hacemos posible Coop57.
Este es el objetivo del Encuentro que celebraremos los días 17, 18 y 19 de abril en Zaragoza. Un Encuentro que se basa –y solo tiene sentido– en la participación de todas las entidades y personas socias de las diferentes secciones territoriales que nos permita hacer una retrospectiva de los últimos años y, sobre todo, establecer colectivamente y de forma participativa las bases para proyectarnos en el futuro. Un proceso de debate y construcción colectiva articulado en unos ejes que nos sirvan para definir cuál es el modelo económico que queremos y que estamos construyendo y, especialmente, cómo tenemos que actuar; que ayuden a ajustar Coop57 para que sea útil en la edificación de esta economía; que contribuyan a definir cómo podemos articular unas finanzas que se supediten y se pongan al servicio del objetivo de transformar la economía y la sociedad.
A su vez, el Encuentro será un espacio de relación formal e informal entre personas y entidades socias. Entrelazarnos todas las personas y entidades socias de Coop57 y disfrutar de un espacio donde conocernos, interrelacionarnos, tejer vínculos, relajarnos y divertirnos.
Un encuentro y un debate que afiance nuestros fundamentos en los valores más idóneos para absorber los movimientos sísmicos provocados por la crisis del capitalismo senil y seguir siendo una herramienta útil para (re)definir la fisonomía de nuestros territorios y nuestras sociedades.
Fuente: Coop57