Por un consumo solidario en Chile

La Red Economía Solidaria de Santiago se encuentra liderando la Campaña “Por un Consumo Ético y Responsable”, la cual se da a conocer públicamente en 2008 con el fin de promover un consumo responsable, ético y solidario en nuestro país. Diversas actividades se realizan este año y están dirigidas a los más de 100 productores que integran la red y al público en general.

Se destaca la realización del Seminario “Consumo Ético: soñando el consumo responsable” para debatir, junto a diferentes actores públicos y representantes de distintos estamentos gubernamentales, sociales, económicos, de nuestra propia red y de otros países, acerca de cómo llevar a cabo prácticas de consumo responsable en nuestra sociedad actual. Junto a ello, la red organizará una feria a fines de este año en un espacio público como lo es la Plaza de Armas que se convertirá en un escenario de intercambio y comercialización para productores que carecen de estos espacios. Allí podrán dar a conocer y vender sus productos libremente y con previo conocimiento sobre el consumo solidario con el objeto de que apliquen este aprendizaje a sus prácticas cotidianas de ventas.

La Red Economía Solidaria nace en la década de los 80’ pero formalmente emerge en el año 2001 a partir de lo que fue el Seminario “Construyendo confianzas para una economía solidaria” organizado por la Vicaría de Pastoral Social. En dicho encuentro se reflexionó en torno a los efectos del modelo neoliberal en los sectores populares y en el mundo del trabajo, sentándose las bases para la constitución de la red. En enero de 2002 se realizó la primera reunión del espacio de esta red, definiéndose como prioridades el visibilizar, actualizar y posicionar el tema de una economía solidaria en el ámbito público desde un enfoque ético y valórico, el que lleva implícita la necesidad de promover cambios en nuestra realidad social, cultural y política.

La red desde sus inicios se define como un espacio de articulación del accionar de instituciones que coinciden en la necesidad de contar con un espacio de diálogo y reflexión acerca de los efectos del modelo en el comportamiento económico de nuestra sociedad. Reconoce a la Economía Solidaria como una alternativa posible, que hay que conocer y profundizar.

Principios orientadores, visión, misión y objetivos de la red

La Economía Solidaria es una forma de organizar la actividad económica que toma en cuenta a las personas, sus capacidades, sus intereses y la satisfacción de sus necesidades. No ordena el proceso productivo en función del capital, sino a partir del trabajo y las relaciones de asociatividad y cooperación. Se trata de una economía basada en valores como la confianza, responsabilidad, diálogo, justicia y solidaridad.

Nuestra Red Economía Solidaria se caracteriza:

• En lo PRODUCTIVO, por la presencia del FACTOR C: confianza, comunidad, cooperación, compartir.
• En lo COMERCIAL, por promover el COMERCIO JUSTO.
• En el CONSUMO, por sensibilizar a las personas para que lleguen a ser CONSUMIDORES Y CONSUMIDORAS RESPONSABLES, que tomen sus decisiones de compra de acuerdo a criterios éticos
• En la ACUMULACIÓN, por promover sistemas de AHORRO COLECTIVO, con dimensión solidaria, a partir de la organización popular.

¿Quiénes integran la red?

La Red Economía Solidaria está constituida por cerca de 120 productores repartidos en todo el país: artesanos, orfebres, talabarteros (as), panaderos (as), peluqueros (as), tejedoras, ceramistas, confeccionistas de ropa, de artículos de casa, fabricadores de cestería, productores de miel, de flores, entre otros.

Además es apoyada por 11 instituciones que trabajan directa o indirectamente con ellos:

• Centro Ecuménico Diego de Medellín
• Comparte
• Fundación Oficina Coordinadora de Asistencia Campesina (OCAC)
• Oficina de Justicia y Paz e Integridad de la Creación (Sociedad Misionera de San Columbanos)
• ONG Espacio y fomento
• Talleres Nazareth
• Taller Artesanal Casa de la mujer
• Programa Economía del Trabajo-PET
• Vicaría Sur; Red Economía Solidaria
• World Vision
• Vicaría de la Pastoral Social y de los Trabajadores

¿Qué es consumo responsable?

Ser un consumidor responsable significa tomar conciencia y valor respecto a lo que consumimos, para lo cual debemos hacernos preguntas básicas antes de comprar un producto como en qué condiciones humanas y laborales se manufacturaron los bienes que consumimos y si las industrias afectan el lugar y el medioambiente en donde se encuentran ubicadas. Vale decir, un consumidor responsable debe informarse acerca del producto o servicio que está adquiriendo, indagando en su historia para así elegir aquel que no dañe el medioambiente ni que haya utilizado a niños menores de edad ni cancelado sueldos de miseria a sus trabajadores durante el proceso de producción.

¿Qué es el consumo ético, justo y ecológico?

El consumo ético: es la necesidad de organizar la economía según un criterio de justicia y de respeto a hombres y mujeres, a los recursos y a la naturaleza.

El consumo solidario: el movimiento por un consumo solidario o justo surge en un clima de búsqueda para alcanzar un nuevo orden económico mundial basado en el equilibrio y la equidad. Busca reducir la pobreza de las naciones empobrecidas del Sur del mundo mediante un sistema equitativo y justo. La producción destinada únicamente a la exportación está causando graves consecuencias para los pueblos como la pérdida de soberanía alimentaria, el saqueo permanente de recursos naturales y la imposición de hábitos de consumo irracionales ajenos a nuestra tradición cultural. Las multinacionales y el capital dividen al mundo en Norte y Sur o entre diferentes culturas. Es decir, entre quienes pueden comprar y los que no.

El consumo ecológico: las condiciones actuales llevan a que el medio rural dependa cada vez más de las ciudades. Las poblaciones humanas se concentran en grandes núcleos urbanos donde se pierde la relación con el medio físico y los recursos naturales. Es evidente que la globalización ha transformado la estructura económica del medio rural. En definitiva, se impone un modelo que prácticamente hace desaparecer las culturas campesinas, generando despoblamiento en el campo, destrucción de los ecosistemas, pérdida de diversidad agrícola y biológica, contaminación ambiental, deterioro de la calidad de vida y pone en riesgo la seguridad alimentaria. Esta situación es algo que debemos revertir mediante el respeto por la sabia cultura campesina.

Normas de un consumidor responsable

• Ser críticos de nuestro consumo y forma de vida, aplicando valores éticos.
• Exigir información y a su vez informarnos acerca de qué consumimos y las condiciones sociales y medioambientales en que fue fabricado un producto o servicio.
• Reducir y moderar nuestro consumo como una opción ética y ecológica. Para ello es necesario optar por un modelo de bienestar y felicidad no basado en la posesión de bienes materiales.
• Practicar un consumo respetuoso con la naturaleza, reduciendo, reutilizando y, por último, reciclando los materiales y consumiendo productos ecológicos y elaborados por artesanos.
• Practicar un consumo solidario y socialmente justos, respetuoso con las personas y con las culturas, en el que no existan la discriminación ni la explotación.

Prácticas cotidianas de un consumidor responsable para elegir un producto o servicio

• No elegir productos que hayan sido fabricados usando como trabajadores a niños menores de edad ni a trabajadores con sueldos de miseria como sucede en las maquilas (una empresa a la que un contratista, una gran empresa, le brinda materias primas o componentes que ella ensambla, generando un producto final que vende al contratante o a una tercera empresa. Las maquilas son sitios donde generalmente las empresas no pagan impuestos, dan un trato laboral miserable y en donde no hay restricciones respecto a la contaminación ambiental)
• Fíjese en la composición de los productos que compramos. Por ejemplo, si compra una camisa de nylon o lycra recuerde que estos elementos provienen de recursos naturales no renovables y su proceso de fabricación es altamente contaminante
• Haga uso responsable de recursos naturales limitados, como el agua. Por tanto, no la derroche cuando cocina, se ducha o se lava las manos.
• Evite elegir productos que han sido modificados genéticamente, que puedan haber recibido plaguicidas o fertilizantes que ponen en riesgo la salud de los consumidores. Ejemplos de ello: dioxinas en la leche de vaca, en la carne de cerdo, PCBs en pollos, orines para conservar el pescado, etc.)

Finalmente es necesario advertir que somos nosotros los consumidores de quienes dependen las grandes empresas, por lo tanto, es nuestra responsabilidad informarnos acerca de lo que consumimos y practicar en nuestras acciones cotidianas un consumo moderado, solidario, amigable con el medioambiente y respetuoso de las comunidades locales.

Mayores informaciones de esta campaña en www.redeconomiasolidaria.com
Mail: contacto@redeconomiasolidaria.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

Agradecemos a la Campaña de Consumo Responsable de Granada por documentarnos a través de la Guía de Consumo Responsable, la otra cara del consumo.