Economía Solidaria

Argentina: ESS para que todas puedan comer

La Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) informa de una inflación del 0% en sus supermercados comunitarios frente a 6.5% registrado por el país

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Con una inflación mensual del 6,6 por ciento (febrero pasado) y un acumulado interanual del 102,5, el rubro con mayores subas fue el de «alimentos y bebidas no alcohólicas», con un 9,8 por ciento. Mientras comer es cada vez más caro y difícil en Argentina, desde la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) informaron que en febrero tuvieron un aumento del cero por ciento en sus almacenes. “Es necesario impulsar estrategias para que el alimento deje de ser un objeto de especulación para los grupos concentrados. Por esto llevamos adelante la paritaria de precios entre la comercializadora y las familias productoras, para poder sostener los precios”, explica Josefina Galán, responsable del área de Comercialización de la organización.

Desde la economía social y popular se advierte desde hace tiempo sobre la necesidad de acortar los mecanismos de distribución de los alimentos en el mercado interno. Así lo explica Julio Gambina en un artículo de reciente publicación en Tierra Viva: “Un problema central está en la intermediación. Es necesario organizar la articulación entre esa masa de productores y distribuidores al menudeo, acercando la producción al consumo”. Propone establecer vínculos comunitarios, cooperativos y de autogestión para acercar los productos desde el campo a las mesas.

Por su parte, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) publicó en enero pasado un informe en el que compara los precios de los supermercados con los de las cadenas comerciales de la economía solidaria, social y popular. El mismo concluye que entre agosto y diciembre de 2022 resultó más conveniente comprar en almacenes comunitarios que en supermercados. Y cuantificó el ahorro total del período en 13.485 pesos.

El estudio señala que, en el segmento temporal analizado, los espacios de la Economía Social y Solidaria tuvieron un incremento intermensual del cinco por ciento, mientras que en las grandes cadenas de distribución fue del seis. En los almacenes, la canasta de alimentos muy acotada costaba en promedio 18.530 pesos y terminó cerrando el año en 24.058: un 29 por ciento de aumento. Por el lado de los supermercados el incremento fue mayor: de 20.542 pasó a 27.076 desde agosto a diciembre, un 31 por ciento. El sondeo se realizó en la Ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana y los productos relevados fueron aceite mezcla, manteca, azúcar, vino, huevos, arroz, fideos, harina, lentejas, pan, frutas y verduras, carnes, lácteos, café y té, entre otros.

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