Utilizar papel reciclado, productos de alimentación procedentes del comercio justo, mobiliario cuya madera no proceda de talas ilegales o productos de limpieza que no sean agresivos con el medio ambiente.

Con ese objetivo el Ayuntamiento de Albacete, a través de la Concejalía de Sostenibilidad y Promoción Económica, trabaja desde hace meses en la elaboración de un plan de compra pública sostenible.

El primer paso se dio en el pleno municipal de abril cuando, por unanimidad de los tres grupos, se aprobó una declaración institucional a favor del comercio justo que recogía como uno de sus puntos el desarrollo de una política de compra pública ética. Ello derivó en la aprobación por parte de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Albacete del inicio de los trámites para la implantación de los criterios de compra pública sostenible a mediados del mes de mayo.

Establecer los criterios

Desde entonces los técnicos municipales están trabajando en la elaboración de unos criterios básicos para establecer la compra pública con criterios sostenibles en el Ayuntamiento de Albacete. Aunque ya se ha perfilado un primer borrador, se deben ultimar los flecos que faltan para que todos los jefes de servicio municipales puedan realizar sus aportaciones en una reunión que está previsto que se celebre una vez que haya pasado la Feria y se aprueben definitivamente los criterios.

El objetivo es implantar estos criterios sostenibles «en todo tipo de adquisiciones, en todo tipo de servicios que dé el Ayuntamiento, trabajos o los concursos para obras», explicó el concejal del área Ramón Sotos. Por ello se pretende incorporar estos criterios en todos los pliegos de condiciones del Ayuntamiento, aunque reconoce que habrá cosas en las que no sea factible aplicarlo al 100%.

Como explica la jefa de la Sección de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Albacete, Ana Hernández, la compra pública sostenible es global porque «abarca la compra verde, la ética y la social».

El primer acuerdo alcanzado es que en todos los contratos menores (18.000 euros, salvo para obras que son de 50.000) se incorporen ya los criterios de compra pública sostenible.

El resto de medidas que figuran en el borrador se tendrán que aprobar tanto por los técnicos municipales como por las correspondientes comisiones, aunque siempre con el objetivo de que puedan empezar a aplicarse a principios del próximo año para que todos los pliegos de condiciones del 2009 contemplen ya este tipo de criterios. Una de las medidas que se plantea es que al menos el 90% del papel que utilice el Ayuntamiento de Albacete sea reciclado, pero también se establecen criterios a la hora de conseguir la recuperación del papel, como que tenga el 90% de las fibras recicladas, que el proceso sea libre de cloro, que se alcance un determinado grado de blancura y que tenga una duración superior a los 100 años.

Comercio justo

También se baraja que entre el 10 y el 50% de los servicios de catering y de comedor que gestione el Ayuntamiento sean productos de agricultura ecológica o de comercio justo, aunque eso sí teniendo en cuenta las existencias del mercado.

Los productos de limpieza que se adquieran por parte del Ayuntamiento no deberán contener sustancias peligrosas y se utilizarán aquellos no desinfectantes con fórmulas de ph neutro.

En el suministro de mobiliario se incorporará en el pliego de condiciones que la madera no proceda de talas ilegales e incluso que lo haga de bosques responsablemente gestionados o que no contenga PVC (excepto en los componentes electrónicos y el cableado).

En todos los contratos de obras de nuevos edificios municipales o de remodelación se incorporarán a las especificaciones técnicas elementos que garanticen sistemas de ahorro y consumo eficiente de agua, y en el suministro de equipos informáticos se exigirá un certificado de la eficiencia energética de los aparatos, pero también se establecerán criterios para evitar las radiaciones, las emisiones acústicas o mejorar la durabilidad.

Por último, en las máquinas expendedoras en los edificios de titularidad municipal se valorarán entre los criterios de adjudicación aquellos que tengan un mayor porcentaje de productos de etiquetado ecológico o de comercio justo.

Pero son conscientes de que no siempre será fácil aplicar estos criterios de sostenibilidad por lo que se empezará con lo que sea más sencillo, para incorporar el resto poco a poco.

Con la nueva ley de contratos, incluso en la ejecución del contrato se obligue al adjudicatario a la aplicación de criterios sostenibles.

La jefa de servicio reconoció que a corto plazo el coste de los productos puede ser mayor «a largo plazo siempre es menor, porque si un sistema de ahorro de un grifo es más caro, pero como controlas el consumo de agua, a la larga es mejor».