Finanzas Éticas

La banca ética en Navarra cuenta con la participación de 70 personas que han invertido 2 millones de euros de sus ahorros

El próximo 20 de diciembre se cumplirán dos años de la implantación de la banca ética en Navarra por parte de la ‘Fundación Proyecto Fiare’. A día de hoy, 70 personas de 27 municipios de la Comunidad Foral han invertido dos millones de euros de sus ahorros en este tipo de servicio financiero, que no […]

8 diciembre 2007
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El próximo 20 de diciembre se cumplirán dos años de la implantación de la banca ética en Navarra por parte de la ‘Fundación Proyecto Fiare’. A día de hoy, 70 personas de 27 municipios de la Comunidad Foral han invertido dos millones de euros de sus ahorros en este tipo de servicio financiero, que no tiene ánimo de lucro.

Nacido en el País Vasco y con implantación en Cataluña y la Comunidad de Madrid, además de en Navarra, este tipo de servicio financiero busca realizar préstamos a proyectos sociales con los ingresos obtenidos de los ahorros depositados por los particulares.

El retorno del capital invertido por el cliente es menor que en la banca comercial, pero «la apuesta por los proyectos sociales y la falta de ánimo de lucro» es el elemento diferenciador, según explicó, en declaraciones a Europa Press, el director de desarrollo del Proyecto Fiare, Juan Garibi.

Legalmente, la Fundación es un banco en el que los particulares y algunas empresas realizan sus depósitos. Con este capital se invierte en unos proyectos que previamente son evaluados por una comisión en la que participan representantes de todos los ámbitos que colaboran en el proyecto. Allí se valora el componente ético y social del proyecto y se aprueban las concesiones de préstamos. Una vez concedidos los créditos, se publican en la página web de la fundación, www.proyectofiare.com, al objeto, según Garibi, de «ser transparentes».

En esta misma línea de la transparencia informativa se sitúa la reunión que tendrá lugar el próximo 18 de diciembre en el Colegio Larraona de Pamplona, donde se darán a conocer todos los datos en una cita interna dirigida a clientes, socios y colaboradores de Navarra.

UN PROYECTO EN EXPANSIÓN

En la Comunidad foral, el Proyecto Fiare cuenta con una oficina temporal en la sede de IPES en Pamplona. Allí, los martes de 17 a 19 horas, se pueden realizar todas las gestiones pertinentes.

Según Garibi, existen 26 fundaciones como el Proyecto Fiare en Europa. En cambio, en los países del sur, este tipo de acciones no están centradas en el uso alternativo del dinero, sino a financiar a personas pobres. «La realidad allí es diferente a la de aquí», explicó. Lo que sí se hace es ayudar para llevar a cabo proyectos allí realizando préstamos.

Esta fundación, que está en una «fase de expansión continua», según Garibi, invierte en cuatro tipos de proyectos: cooperación internacional y comercio justo; inserción social; proyectos medioambientales no luctuosos, y construcción de la ciudadanía (educación y cultura).

En España, la red está creciendo «a medida que se consiguen recursos en otras zonas para hacer nuevas inversiones». Cuentan con una oficina en Bilbao y el 17 de diciembre abren otra en Barcelona. En Madrid, tienen una delegación como la de Pamplona y para el año que viene, su intención es, según cuenta Garibi, empezar a trabajar en Andalucía y en la Comunidad Valenciana, comunidades en las que han hecho préstamos pero no han captado ahorro.

Conscientes de que no son «un producto para todo el mundo», su trabajo es, dice, «boca a boca», porque la publicidad de sus productos es «muy difícil». Así lo explica: «No vamos al mismo segmento. Tenemos que explicar el proyecto entero y eso no se puede hacer en una hoja».

Se dirigen a la gente que se mueve en el entorno de sus redes. A un ciudadano de a pie no tienen forma de llegar y el coste que supondría hacerlo «no tendría compensación con el retorno», puntualizó Garibi. No obstante, «poco a poco, cuando se vaya conociendo el proyecto, será más fácil que llegue a la gente».

MUCHO QUE CAMBIAR

En opinión de este miembro del Proyecto Fiare, en los préstamos «a la gente le interesa ganar lo más posible y tener la máxima seguridad y pocas aventuras en cuestiones financieras. Todo lo nuevo le parece una aventura».

Juan Garibi también explicó que «la gente quiere tener la conciencia tranquila sin que eso le suponga ningún cambio. Lo que no quiere es cuestionarse el modelo, se siente más cómoda si un banco convencional le hace una propuesta maquillada de tema social y le parece suficiente».

Por eso opinó que lo que no quiere la sociedad es «plantearse cómo funciona la banca y que le digan que la especulación inmobiliaria necesita bancos que la financien y que están todos metidos en eso. Prefieren quedarse tranquilos con lo que hace su entidad y no pensar nada más porque si no tendrían que preguntarse en qué medida se sienten responsables de la situación de los países del sur. Prefieren hacer un donativo y quedarse tranquilos».

Desde su organización buscan transmitir que «hay que cambiar muchas cosas para proponer una alternativa. Hay que cambiar de tienda, de modelo de consumo, de modelo energético. El banco es lo menos importante de todo eso. Van en el lote muchas iniciativas como la agricultura ecológica, el comercio justo, las energías renovables, participación ciudadana, turismo responsable», concluyó Gabiri.

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