Europa refuerza la Economía Social en el sector textil, con un texto aprobado el pasado 5 de julio para revisar la Directiva Marco sobre Residuos. El texto supone un reconocimiento explícito del papel fundamental que las entidades sociales tienen en la transición hacia una circularidad en la industria textil.

La revisión de la Directiva analizada por RREUSE

RREUSE, la red internacional de entidades de la Economía Social que trabajan en la gestión de residuos y de la que AERESS es miembro, ha valorado positivamente el nuevo texto. La red muestra su satisfacción ante el reconocimiento explícito que supone el hecho de que el texto incluya 15 referencias al importante rol de las entidades de la Economía Social en la transición hacia la circularidad textil.

Por una parte, destacan que el sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) propuesto para el sector textil tenga en cuenta el papel de los agentes de la Economía Social. Este sistema obliga a los productores a apoyar financieramente las actividades de reutilización de las empresas del sector. No obstante, lamentan que texto carezca de especificaciones concretas acerca de cómo participarán las entidades de la Economía Social en el sistema. También reclaman medidas como las de las reservas de mercado en la contratación pública de servicios de gestión de residuos para los agentes de la Economía Social, que ya existen en nuestro país.

Igualmente, es muy positivo que el texto considere clave legislar para garantizar una recogida selectiva de textiles de acuerdo con la jerarquía de residuos. En este punto, desde RREUSE recuerdan que debería haber ido más allá, marcando objetivos cuantitativos separados para la prevención y la preparación para la reutilización y estimulando, así, a los Estados miembros para acelerar el crecimiento del mercado textil de segunda mano.

La importancia de la Economía Social en la circularidad textil

Europa refuerza la Economía Social con este texto que abre la puerta a permitir que las entidades dedicadas a la reutilización determinen cuándo los residuos textiles recogidos dejan legalmente de ser residuos, tras su preparación para la reutilización. Esto proporcionará una seguridad jurídica imprescindible para las empresas de la Economía Social dedicadas a la gestión de residuos.

Desde RREUSE también señalan la importancia de que se introduzca la clasificación obligatoria. Así, se evita la exportación de residuos textiles disfrazados de ropa reutilizable fuera de la UE es otro paso positivo. En este punto, recuerdan la importancia de que esta clasificación obligatoria no suponga una carga administrativa excesiva para las empresas sociales.

En conjunto, el texto supone el reconocimiento del rol histórico de la Economía Social en la recuperación de residuos textiles. También, reconoce a sus entidades como imprescindibles para acelerar el proceso hacia la necesaria circularidad textil en Europa.