Finanzas Éticas

Finanzas éticas y sostenibles para avanzar hacia la inclusión social

Vizcaya acogió el acto de presentación de MicroEurope, una iniciativa lanzada por Seed Capital Bizkaia, Banca Etica Popolare y Phitrust que pretende impulsar las microfinanzas desde el territorio.

Fuente:Expansión

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«Creemos en el valor de las microfinanzas como herramienta para luchar contra las desigualdades y la exclusión social», señalaba el pasado jueves Ainara Basurko, diputada foral de Promoción Económica de Vizcaya, en el encuentro Europa y los ODS: Finanzas éticas y sostenibles, organizado por EXPANSIÓN y Seed Capital Bizkaia. El evento sirvió como presentación de MicroEurope, una nueva iniciativa que persigue el objetivo de ofrecer a inversores sociales una alternativa de microfinanzas desde un enfoque social, que tiene vocación inclusiva y pone el foco en mejorar la calidad de vida de las personas.

Con sede social en Bilbao, el proyecto viene impulsado por un grupo de ocho profesionales destacados en el sector de las microfinanzas y por tres instituciones de referencia en este ámbito: Seed Capital Bizkaia, Banca Etica Popolare y Phitrust. «MicroEurope es una sociedad de capital riesgo bajo la supervisión del regulador, que invierte en instituciones que trabajan en finanzas éticas en cualquier lugar de Europa. Buscamos un mayor impacto social por parte de las sociedades invertidas», explicó Andrea Limone, consejero delegado de MicroEurope.

Proyecto

La iniciativa supone un paso adelante en la estrategia de Seed Capital Bizkaia, que tiene el objetivo de fomentar los proyectos innovadores desde el territorio hacia el conjunto de Europa. «Planteamos que podría ser interesante e inteligente constituir un instrumento en el sur de Europa. Es un proyecto que nace desde Vizcaya mayoritariamente con socios privados, con el objetivo de generar un impacto a través de Objetivos de Desarrollo Sostenible invirtiendo en instituciones de microfinanzas», comentó Oscar Ugarte, director de Seed Capital Bizkaia.

La finalidad de las microfinanzas es proporcionar una alternativa a quienes quedan al margen del sistema financiero convencional, desde emprendedores y pequeñas empresas hasta familias que no pueden acceder a los tradicionales créditos bancarios. «Nos sumamos al proyecto porque reunía varios elementos muy atractivos: proyección europea, preocupación por las personas en los límites de la exclusión económico-financiera, identificación cultural con los promotores y el mandato estratégico de nuestro consejo de administración de continuar realizando actividad microfinanciera», recalcó Peru Sasia, vicepresidente de Banca Etica Popolare.

En los últimos dos años, la pandemia ha puesto de relieve que la importancia de la sostenibilidad y la ética. En particular, «el Covid-19 ha impulsado la parte social, quizá porque todos nos hemos visto en situaciones extremas en este periodo y la brecha de desigualdad se ha agrandado», afirmó Isabelle Brun, asesora sénior de la oficina del gobernador del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB). Prueba de ello es el incremento de la emisión de bonos sociales, como agregó Brun: «Adoptar los factores ESG contribuye a incrementar la calidad de las inversiones, además de acelerar la recuperación».

Por su parte, Andrea Baranes, vicepresidente de Banca Etica Popolare, planteó la existencia de una paradoja en el escenario global: «Nunca había habido tanto dinero en circulación y, al mismo tiempo, nunca había existido tanta exclusión financiera como en estos momentos. Cada vez son más las empresas y familias que no tienen acceso al crédito». La entidad italiana se distingue por evaluar los impactos económicos y no económicos de cada necesidad de crédito, y concede especial relevancia a la transparencia en sus préstamos.

«La crisis de la pandemia nos ha mostrado que había un problema de inclusión en Europa y muchas empresas se han dado cuenta de que, si no cambian su modelo de negocio, tendrán problemas dentro de una década», puntualizó Olivier de Guerre, presidente de Phitrust. El responsable de este fondo de inversión para proyectos sociales recalcó que la cultura de los inversores está cambiando: antes todo giraba en torno a la generación de valor para los accionistas, mientras que los nuevos inversores prestan mucha atención al impacto.

Las propias compañías trabajan para adaptarse a esta nueva realidad. «Actualmente, la única manera de maximizar el retorno en el largo plazo es a través de una política de sostenibilidad que tenga en cuenta los impactos», aseguró Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif. Pese a las dificultades experimentadas en 2020, Garayoa subrayó que el crecimiento de los activos gestionados con criterios de sostenibilidad se disparó hasta un 21%.

En este sentido, «las finanzas sostenibles ya venían eclosionando con fuerza en los últimos años, pero a comienzos de 2020 vimos que los fondos sostenibles tenían un comportamiento mucho mejor y con menor volatilidad que el resto», apuntó Marcos Eguiguren, director de la cátedra internacional de finanzas sostenibles de la Universidad Pompeu Fabra.

«Los pioneros de esta transformación fueron los bancos éticos o sostenibles, que tienen la ventaja de poder pensar a largo plazo porque están capitalizados y cuentan con una masa social y un proyecto claro y participativo con su comunidad», explicó Daniel Sorrosal, secretario general de Febea (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos).

Por último, Giampietro Pizzo, fundador y miembro del consejo de Impactage, advirtió que «se viene haciendo mucho énfasis en las cuestiones medioambientales, pero debe existir un equilibrio entre ellas y las implicaciones sociales ante el riesgo de que crezcan las desigualdades a costa de este proceso de transición»

LO QUE OPINAN LAS PERSONAS EXPERTAS

  • Oscar Ugarte, director de Seed Capital Bizkaia. «Planteamos que podría ser interesante e inteligente constituir un instrumento en el sur de Europa»
  • Peru Sasia, vicepresidente de Banca Etica Popolare. «El proyecto tiene proyección europea y se preocupa por las personas en riesgo de exclusión financiera»
  • Andrea Limone, consejero delegado de MicroEurope. «MicroEurope invierte en instituciones que trabajan en finanzas éticas en cualquier lugar de Europa»
  • Ainara Basurko, diputada foral de Promoción Económica de Bizkaia. «Creemos en el valor de las microfinanzas como herramienta para luchar contra las desigualdades y la exclusión social»
  • Isabelle Brun, asesora sénior de la oficina del gobernador del CEB. «El Covid-19 ha impulsado la parte social: hemos visto que la brecha de desigualdad se ha agrandado»
  • Andrea Baranes, vicepresidente de Banca Etica Popolare. «Nunca había existido tanto dinero en circulación y, al mismo tiempo, tanta exclusión financiera»
  • Olivier de Guerre, presidente de Phitrust. «Muchas empresas se han dado cuenta de que, si no cambian su modelo de negocio, tendrán problemas»
  • Daniel Sorrosal, secretario general de Febea. «Los bancos éticos o sostenibles fueron pioneros del cambio; tienen la ventaja de poder pensar a largo plazo»
  • Marcos Eguiguren, director cátedra Finanzas Sostenibles de la UPF. «A comienzos de 2020 vimos que los fondos sostenibles tenían mejores rendimientosy menor volatilidad»
  • Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif. «Para maximizar el retorno en el largo plazo, hace falta una política de sostenibilidad que considere los impactos»
  • Giampietro Pizzo, fundador y miembro del consejo de Impactage. «Debe existir un equilibrio entre los temas medioambientales y sociales para evitar que crezcan las desigualdades»

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