Gracias a la financiación para la cooperación internacional del Ayuntamiento de Córdoba, IDEAS y la Cooperativa Sol y Café han logrado dar un impulso de la agricultura resiliente con familias productoras de cacao de Jaén y San Ignacio en Perú.

Tras 18 meses de trabajo en IDEAS, y en colaboración con la Cooperativa Sol y Café y nuestro socio estratégico Ethiquable, hemos podido completar un proyecto que apuesta por revitalizar la actividad agropecuaria de sistemas agroforestales cacaoteros, protegiendo la salud de las familias productoras y apoyando a las mujeres de la comunidad, para avanzar la construcción de un modelo económico y social sostenible.

A través del proyecto hemos construido nuevas infraestructuras para la fermentación, secado y acopio del cacao. Gracias a este equipamiento Sol y Café ha procesado más de 184 toneladas toneladas de cacao cosechadas por sus 175 familias productoras, evitando riesgos de contaminación y pérdidas de producto y asegurando que el cacao alcanza la clasificación de más alta calidad.

Desde que las nuevas instalaciones están en marcha, el 100% del cacao producido ha sido calificado como “Fino de Aroma” lo que permite por un lado fabricar el chocolate más delicioso y por otro obtener lo mejores precios por el cacao y por lo tanto mayores ingresos para los hogares productores.

Además, el proyecto ha mejorado la sostenibilidad ambiental de la producción de cacao dentro de la cooperativa, gracias a una infraestructura innovadora que transforma las aguas mieles del cacao (el residuo contaminante generado en el proceso de fermentación del cacao) en 2 productos de gran utilidad como son abono orgánico para mejorar la productividad de las cosechas respetando el medio ambiente y alcohol desinfectante de uso sanitario.

Durante las peores etapas de la pandemia, el uso de alcohol desinfectante apoyó otras medidas específicas que se pusieron en marcha para prevenir la transmisión del COVID-19 y que se concretaron en un protocolo de prevención y en un refuerzo de los medios de la enfermería de la cooperativa para la atención de los hogares campesinos.

Por último, el proyecto dedicó una atención especial a las mujeres campesinas que participaron en pasantías para mejorar su capacidad técnica y liderazgo dentro de la cooperativa. Además, se contrató a una especialista en género para impartir talleres en materia de igualdad adaptados a la realidad específica de las comunidades productoras locales. Los talleres se impartieron en 9 comunidades y participaron un total de 207 mujeres y hombres que reflexionaron juntos sobre los derechos de las mujeres, la igualdad y los roles de genero tanto en el hogar, como en la comunidad y la cooperativa.