Grupos de consumo agroecológico, huertos comunitarios, espacios de gestión comunitaria, redes y mercados de intercambio, monedas comunitarias, bancos del tiempo, experiencias de vivienda colectiva, grupos de crianza compartida, etc. Todas forman parte de un mismo fenómeno que propone una manera de hacer economía colectiva y basada en resolver necesidades de la comunidad, las economías comunitarias. Especialmente en el último año, con la emergencia social derivada de la crisis actual, esta otra forma de hacer economía ha dado respuesta rápida a las necesidades de las personas y se ha mostrado resiliente.

EL MAPA DE LAS ECONOMÍAS COMUNITARIAS

Desde la XES, estamos recogiendo las iniciativas de economía comunitaria en el territorio catalán en un mapa específico. Os proponemos colaborar a identificarlas y hacerlas visibles en el mapa. ¿Cómo? Puedes proponer una iniciativa que conozcas o de la que formas parte y las chinchetas de Pam a Pam y / o las redes locales de la XES la contactarán y la publicarán en el directorio. Además, también puedes consultar el mapa para encontrar aquellos proyectos cercanos a vosotros en los que puedes participar e implicaros activamente.

Desde la XES, empezamos un proceso de identificación de economías comunitarias en toda Cataluña, ¿nos ayudas? ¡Propón nuevos puntos de economías comunitarias en el mapa para que todos puedan conocerlas!

¿EN QUÉ CONSISTEN LAS ECONOMÍAS COMUNITARIAS?

Las economías comunitarias son el conjunto de prácticas económicas que se identifican por ser formas colectivas de resolución de necesidades. Por tanto, tienen la voluntad de ser proyectos comunitarios. También las identifica el hecho de que el trabajo voluntario es la base de esta gestión colectiva, aunque puede haber una parte mínima de trabajo remunerado.

Es la comunidad quien define las normas, desde un principio de democracia y horizontalidad y, por tanto, se basan en la gestión comunitaria. Y aceptar las normas y derechos y deberes de esta comunidad, pertenecer a ella, permite acceder a los bienes y servicios comunes de forma gratuita o recíproca. Es decir, para consumir en un grupo de consumo tenemos que pagar los productos, pero sin hacer las tareas que corresponden ni aceptar de las normas, no se puede consumir.

[Imagen cedida por el Banco del tiempo de Badalona de una de sus actividades]