Finanzas Éticas
Coop57: Construir diferente
Editorial del boletín de Coop57 de abril de 2014 Coop57, desde sus inicios, ha querido buscar los mecanismos que dieran respuesta a las necesidades del cooperativismo y, después, de la economía social y solidaria. Desde el estallido de la crisis financiera, en 2008, Coop57 ha optado por remar a contracorriente. Y no por ningún capricho, […]
Editorial del boletín de Coop57 de abril de 2014
Coop57, desde sus inicios, ha querido buscar los mecanismos que dieran respuesta a las necesidades del cooperativismo y, después, de la economía social y solidaria. Desde el estallido de la crisis financiera, en 2008, Coop57 ha optado por remar a contracorriente. Y no por ningún capricho, sino porque hoy en día, actuar con sentido común coincide con caminar en dirección contraria a los mecanismos dominantes del poder económico.
Llevamos seis años de crisis financiera. Y seguimos. Hasta la fecha, la factura del rescate bancario en el Estado español ya nos ha costado 220.000 millones de euros, entre ayudas directas e indirectas. El objetivo declarado era sanear el sistema financiero español para que fluyera el crédito hacia la economía productiva. ¿La realidad? Los créditos inferiores a un millón de euros a empresas no financieras ha caído un 66% desde el inicio de la crisis. No hay dinero, nos dicen. Tampoco es verdad. Las entidades de crédito españolas acumulan hasta 300.000 millones de euros en deuda pública, ganando cientos de millones de euros con un segundo rescate bancario encubierto. No se han utilizado las ayudas públicas para financiar a la economía productiva.
Ante esta paralización de la financiación de la economía productiva por parte de las entidades financieras convencionales, Coop57 ha pretendido, contrariamente a ello, abrir el grifo del crédito tanto como ha podido, asumiendo el riesgo implícito en esta decisión ya que así lo requería el contexto.
Se han concedido, desde 2008, casi 1.000 préstamos por valor de más de 35 millones de euros. Y uno de los valores más grandes, más allá de los préstamos concedidos, han sido las poquísimas denegaciones de financiación que se han hecho. El objetivo es ser operativos, entender el momento y ofrecer soluciones a las necesidades financieras de las entidades de la economía social y solidaria, siempre actuando con rigor y responsabilidad. Se ha podido ayudar para que sigan desarrollando sus proyectos y, en muchos casos, evitar su cierre y no seguir engordando los datos de desempleo y adelgazando el número de proyectos que trabajan para aportar valor social en nuestra sociedad.
Y la crisis, por mucho que nos intenten convencer, no se ha acabado. Apenas sigue, y nos quedará el paisaje devastado después de la tormenta de lo que es un nuevo episodio de la ofensiva neoliberal para colonizarlo todo ya todos. La gran banca está recuperando, rápidamente, sus tasas de beneficios. El año 2013 cerró con cerca de 9.000 millones de euros de beneficios para el conjunto de las entidades financieras españolas. ¿Pero eso se devolverá y revertirá en un beneficio para la mayoría social de este país? No hace falta ni responderlo.
El contexto más reciente nos evoca un escenario donde se recortan derechos sociales fundamentales, amordazándonos en nombre de la “seguridad” ciudadana, abortando el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y poniendo muros mortales a las personas que, desesperadas quieren buscar otro futuro mejor. La pobreza severa afecta ya a tres millones de personas en el Estado español y se ha duplicado desde el inicio de la crisis, las tasas de desempleo se mantienen por encima del 25% e, incluso, un 13% de las personas que trabajan viven bajo el umbral de la pobreza. Todo ello coincide con una polarización de la riqueza. De esta crisis, los ricos salen más ricos y los pobres, salen más pobres y mucho más numerosos.
El diseño del sistema económico y social no está pensado para conseguir el bienestar de la mayoría. Coop57 quiere ser una herramienta al servicio de esa mayoría para darle la vuelta a la situación. Por lo tanto, hay que seguir trabajando a contracorriente como se ha hecho hasta ahora e, incluso, mejorarlo. Y será necesario construir. Y construir diferente. Hay que dar un paso adelante y empezar a tener una actitud activa para el desarrollo de la economía social a nivel local. Tenemos que ayudar a tejer las sociedades a nivel local y facilitar la generación de nuevos proyectos económicos, democráticos y sostenibles, que generen empleo y riqueza, siempre en clave cooperativista y de economía social y solidaria, ya que esta es la manera en que estamos convencidas de que más y mejor se repartirá esta riqueza creada.
Coop57 quiere empoderar el tejido de base para que piense y construya la sociedad donde quiere vivir. Y este reto tan ambicioso sólo se podrá hacer con la implicación de toda la base social de Coop57. Este debe ser el punto de partida para llegar a un nuevo encuentro de socios de Coop57 en la primavera de 2015. Allí será un punto de inflexión para que pongamos en común la reflexión y el trabajo que podamos empezar a hacer desde ahora mismo hacia definir aquellas estrategias que sirvan para construir otras opciones y otros modelos que permitan, a la mayoría, vivir de manera digna.
Ver BOLETÍN DE COOP57 de abril de 2014