Finanzas Éticas

Las monedas sociales y su auge en España

Por Arantxa Asián para muypimes “Podemos hablar ya casi de dos economías paralelas: una de carácter convencional y monetario, y otra basada en la colaboración y con raíces en lo local”. Así de conciso sostiene su argumento Julio Gisbert, autor de “Vivir sin empleo”, que ha elaborado un peculiar mapa de nuestra geografía alternativa. “La crisis del sistema formal está empujando […]

18 marzo 2016
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Por Arantxa Asián para muypimes

“Podemos hablar ya casi de dos economías paralelas: una de carácter convencional y monetario, y otra basada en la colaboración y con raíces en lo local”. Así de conciso sostiene su argumento Julio Gisbert, autor de “Vivir sin empleo”, que ha elaborado un peculiar mapa de nuestra geografía alternativa. “La crisis del sistema formal está empujando a la gente a buscar soluciones. Lo que ha ocurrido en nuestro país es una auténtica explosión de monedas sociales, aunque estamos en un momento crítico en que esas iniciativas necesitan apoyo para poder consolidarse”, revela Gisbert.

Pero, ¿qué es exactamente una moneda social? Se trata de una herramienta creada y utilizada por comunidades, colectivos y particulares con el objetivo de poder facilitar intercambios tanto de productos como de servicios o de conocimientos. Otra definición, en este caso de Bernard Lietaer,considera al dinero local como “Un acuerdo dentro de una comunidad de usar algo como medio de intercambio”.

Hoy en día nueve de cada diez euros se concentran en los mercados financieros, mientras la economía real sufre una escasez crónica. El problema subyace en que el dinero sirve a aquel que lo crea y, hoy en día, la mayoría del dinero es creada “de la nada” por los bancos privados. Por otro lado, el dinero ha dejado de ser un medio para convertirse en un fin en sí mismo. El objetivo final es amasar dinero para así poder exigir más intereses a cambio y continuar creando dinero con dinero.

El objetivo principal de las monedas sociales es revertir esta situación desde lo local, recuperando la función para la que nació el dinero: ser un instrumento de intercambio útil para la economía real y la comunidad. Para ello, pretendemos equiparar la moneda con el resto de bienes físicos; es decir, que el dinero caduque en manos de aquel que lo retenga más de lo necesario. De esta manera conseguimos, tanto evitar la acumulación de dinero en cada vez menos manos, como un mayor movimiento de los Ekhi. En resumen, se trata de recuperar la soberanía monetaria, mediante la cual es la comunidad quien gobierna sobre su dinero y toma las decisiones relativas al mismo de forma democrática.

Las monedas sociales se caracterizan por lo siguiente:

  • Son sistemas monetarios de vecindad basados en la confianza y la reciprocidad,
  • Se diferencian del dinero de curso legal pues en ocasiones pueden perder valor con el tiempo (fenómeno denominado “oxidación” o interés negativo) con el objetivo de que no se pueda acumular,
  • Pueden ser tan variados en su forma y en su funcionamiento como lo son las monedas nacionales de curso legal.

Su funcionamiento es muy sencillo y existen diferentes formas de crear dinero social:

  • Desde los bancos de tiempo y las redes de trueque: Se crea a partir de los propios intercambios de servicios (bancos de tiempo) o de productos (redes de trueque). Los bancos de tiempo usan la divisa tiempo y las redes de trueque una moneda social propia y característica. En ambos casos se denominan monedas de “crédito mutuo”,
  • O las monedas soportadas por euros que se “compran” con moneda de curso legal y cuyo objetivo principal es el apoyo del comercio local de proximidad. Estas últimas son más conocidas y populares.

Un ejemplo de moneda social a escala media es la moneda Sol-Violette de Toulouse, Francia, que se está utilizando por centenares de usuarios en esta ciudad y alrededores. Además, por ser una moneda soportada por euros, está respaldada por instituciones locales, en este caso el ayuntamiento y dos cajas locales que facilitan el cambio de esta moneda. Existen otros ejemplos con incluso más usuarios, como el Chiemgauer en Alemania, donde más de 2000 consumidores y más de 600 empresas funcionan con esta moneda local. Asimismo, generan el equivalente a 4 millones de euros de compras de bienes y servicios cada año, y esto desde hace ya más de 10 años.

En España hay una larga lista de monedas sociales, alguna, incluso, aceptadas por pymes y empresas. El Puma. El Ekhi. El Res. El Eco. El Orué. El Osel. El Boniato. El Henar. El Zoquito. La Jara. La Mora. La Oliva. La Turuta… Y así hasta un largo centenar de monedas complementarias o “sociales” que en poco más de siete años han aparecido por toda nuestra geografía: auténticos “brotes verdes” ante la crisis. Cataluña y Andalucía están frente de este movimiento que sacude toda Europa.

moneda_puma

El Puma por ejemplo, nació para apoyar a los comercios y profesionales locales, además de financiar proyectos de interés comunitario o mejorar las relaciones entre esas personas, contribuir a mejorar su autoestima, y su capacidad de autoorganización y aprendizaje conjunto.

Esta moneda social nació en el barrio El Pumarejo de Sevilla y es una moneda complementaria al euro, 1 Puma equivale a 1 Euro. Se creó y se gestiona por las personas que conforman la red, (personas, colectivos, productores, profesionales, comercios y empresas) en comunidad de manera asamblearia y transparente. Con Pumas se pueden intercambiar cualquier tipo de bien, servicio o cualquier tipo de actividad o producto siempre conforme a los principios éticos de la moneda y para desarrollar el bienestar de la comunidad y cubrir necesidades de la comunidad.

Por su parte, la moneda local Ekhi pretende ser una herramienta de intercambio complementaria al euro, que puede ser utilizada en toda Bizkaia. Ekhi” significa “Sol” en Euskara antiguo, símbolo que está ligado al “ekhilore”. Los ekhilore-s, cardos en forma de sol, se colgaban (y se siguen colgando) en las puertas de los caseríos para ahuyentar los malos espíritus. En este sentido, la relación no podría ser más adecuada, puesto que el objetivo de Ekhi es precisamente promocionar lo propio, lo local y lo sostenible, frente a una crisis que no solo es económica sino también ecológica y de valores y que cada vez nos acecha con más fuerza.

ecoseny

Señalar, que Ekhi es una moneda democrática. Su órgano máximo es la asamblea anual, en la que tanto los socios como los comerciantes y empresas adheridas a la moneda tendrán voz y voto. Dicha asamblea elige a un órgano permanente compuesto de, al menos, 5 personas por un periodo de un año. Por otro lado, existe la posibilidad de celebrar asambleas extraordinarias cuando se requieran,lo cual será especialmente frecuente durante los primeros pasos de la moneda.

En 2013, los vecinos de Ruzafa, uno de los barrios más emblemáticos e históricos de Valencia, pusieron en circulación una moneda social con el soporte tecnológico más vanguardista e innovador para dinamizar la economía y potenciar iniciativas solidarias, culturales, educativas y ecológicas. Se trata del orué (euro escrito al revés), una moneda electrónica que se obtiene por participar en la iniciativa, que no se puede comprar y que, a iniciativa de la asociación Russafa Innova, ha sido diseñada por los vecinos y agentes sociales del barrio como herramienta de cohesión social y de lucha contra la exclusión. Con este proyecto, los clientes que realizan una compra reciben un porcentaje en orués, que pueden utilizar luego en la adquisición de bienes o servicios en los diferentes negocios del barrio. En las iniciativas culturales, educativas o medioambientales, se podrá cobrar a los asistentes y pagar a los autores de estas actividades con esta moneda electrónica, para que la riqueza generada se queda en el propio distrito.

Esta solución tecnológica permite intercambiar orués en tiempo real entre quienes lo utilizan y evita así los “problemas” de las anotaciones en papel y la necesidad de acceder a Internet para consignar los movimientos. Se trata de hacer cobros y pagos a través del móvil. De este modo, la primera compra o servicio se cobra íntegramente en dinero y se van generando orués para usar como descuento en posteriores visitas a ese establecimiento o a otro de la red de asociados. La moneda se utiliza en las áreas de negocios y promoción del empleo, espiritualidad y conciencia social, educación y cultura, inclusión social y ecología y salud.

Encuentro estatal de monedas sociales

Los próximos 21 y 22 de mayo se celebrará el Encuentro Estatal de Monedas Sociales. Allí ha surgido el último y más original “brote verde”, el Henar, donde se dan la mano las monedas complementarias y el concepto de banco de tiempo. Sus más de 180 usuarios se incorporan y participan además a través Alkalopoly, una plataforma planteada como un juego.

“Necesitamos que el dinero funcione de otra manera y en beneficio de la gente”, recalca su impulsor, César Gallego. “Hemos introducido la “gamificación” para enganchar a la gente. Y aunque el proceso parezca complicado, los alcalaínos van entrando porque ven que es una manera de ahorrar y de dinamizar al mismo tiempo nuestra economía local. Nuestra puesta de largo es el 28 de febrero: ese día invitamos a todos a seguir la Ruta del Henar”.

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