Según recoge France 24, la medida adoptada por la Asamblea Nacional se refiere específicamente a los productos no alimenticios que nunca fueron vendidos y que todavía no han perecido, lo cuales deberán ser donados o reciclados a partir de 2022. También se acordaron otras medidas en contra de la obsolescencia programada.

Cada año, en Francia, se destruyen cerca de 630 millones de euros en productos nuevos. Para detener el desperdicio y preservar los recursos, la Asamblea Nacional le ha dado, unánimemente, luz verde al artículo cinco de la ‘ley anti-desperdicio’.

La nueva medida busca poner en cintura a los productores, importadores y distribuidores, quienes tendrán que empezar a donar o reciclar aquellos productos no alimenticios que nunca fueron vendidos como el jabón, la pasta de dientes o los artículos de higiene femeninos. 

De acuerdo con el comunicado oficial del gobierno francés, la meta es que para el 2022, este tipo de mercancías lleguen a mano de asociaciones y otras estructuras de la economía solidaria, de manera obligatoria; y que a partir del 2024, estas medidas se apliquen para todos los demás productos. Así lo ha manifestado la Secretaria de Estado para la transición ecológica, Brune Poirson.

Esta prohibición «es una señal muy fuerte que enviamos a profesionales, incluidas plataformas como Amazon”, dijo la ponente Véronique Riotton, del partido gobernante, quien celebró también, la gran acogida de la propuesta por parte de los congresistas, quienes sin importar su denominación política, respaldaron la medida. 

Para su aplicación, será necesario monitorear posibles «efectos secundarios», en zonas fronterizas, en donde se teme que los comerciantes empiecen a destruir los bienes no vendidos en países vecinos. 

La destrucción de artículos no vendidos, «una práctica que todavía es demasiado común con miles de toneladas de objetos incinerados cada año», comentó en Twitter la diputada del Somme, presidenta de la comisión para el desarrollo sostenible de la Asamblea Nacional, Barbara Pompili.

Los diputados también adoptaron la medida que permite al ciudadano comprar medicamentos por la unidad cuando su fórmula farmacéutica lo permita. Esta medida también entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2022.

Batacazo a la obsolescencia programada y otros pasos hacia el proyecto de cero desechos

Este martes 10 de diciembre, el Senado adoptó el índice de reparabilidad. Lo que significa que en productos electrónicos habrá una etiqueta con información, que le permitiría a los consumidores tomar decisiones más informadas al momento de la compra, en particular sabiendo si el producto es fácilmente reparable o no.

Esta medida también obliga a los productores de artículos electrónicos a proporcionar información sobre las actualizaciones de software. Esta información debería permitir a los consumidores estar mejor informados al comprar dispositivos electrónicos y evitar actualizaciones que contribuyan a la obsolescencia programada.

Más temprano, los parlamentarios votaron a favor de prohibir los plásticos de un solo uso para 2040. Esta enmienda se refiere a «todos los envases de alimentos, viales, botellas, que están en todas partes en nuestros armarios para uso doméstico y industrial».

El 23 de abril de 2018, Edouard Philippe, el Primer Ministro, junto a Brune Poirson, dieron a conocer la hoja de ruta para que Francia se convierta en un país con una economía 100% circular, que está dividida en cuatro temas: producir mejor; consumir mejor; gestionar mejor los residuos y movilizar a todos los interesados. El proyecto a la ley anti-residuos, implementa concretamente una gran parte de estas medidas.

La ‘Ley anti-desperdicio’ será examinada hasta el 20 de diciembre.