Un total de 194 familias han participado durante cuatro meses en un programa en el que se han comprometido a cambiar hábitos de consumo y mejorar el medio ambiente. En 194 hogares de Tolosa se han sustituido 194 bombillas tradicionales por otras de bajo consumo; la ducha ha pasado a durar de seis a tres minutos; se ha aumentado en un 20% el uso de bolsas o carros propios a la hora de hacer la compra; se ha pasado de 3,82 lavados semanales a 3,40 usando la lavadora y se ha incrementado el porcentaje de reciclaje doméstico en un 2,12%.

Estos son ejemplos de acciones concretas reveladoras de cómo las personas podemos realmente reducir el impacto que generamos sobre el medio ambiente. Acciones tangibles que forman parte de un programa internacional llamado GAP, en el que ya están interviniendo varias familias del País Vasco. En Tolosa han participado 194 familias, de forma voluntaria, que se han comprometido a desarrollar una serie de acciones concretas durante un periodo de cuatro meses. Las conclusiones acaban de ser ahora presentadas.

El programa se ha centrado en cinco temas específicos: uso del transporte, consumo de agua, consumo de energía, hábitos de compra y gestión de residuos domésticos. Para cada uno de ellos se proponían 7 sencillas acciones de mejora desde una óptica ambiental.

Las familias participantes han tenido que rellenar un pequeño cuestionario preliminar y después han tenido que poner en práctica siete acciones concretas en cada mes. Al final, gestos tan cotidianos como usar menos el vehículo, cerrar el grifo cuando uno se lava los dientes o no dejar el televisor en stand bay, multiplicados, se convierten en todo un logro tangible, necesario y objetivo.

6,54% menos de energía

Los datos que han arrojado las acciones concretas de estas 194 familias han contribuido de forma notable al cuidado del medio ambiente: han consumido un 12,12% menos de combustible, han reducido en un 5,52% el consumo de agua, han utilizado un 6,54% menos de energía y han reducido en un 2,12% los residuos. Gracias a una medida aparentemente nimia como es el cambio de 194 bombillas tradicionales por otras de bajo consumo, por ejemplo, las familias han emitido 4 toneladas de CO2 menos a la atmósfera. Todos estos hogares recibirán un certificado de «Casa Ecológica».

Yurre Peñagarikano, concejala del departamento de Agenda 21, Participación y Medio Ambiente quiere «felicitar, en nombre del Ayuntamiento, a todos los participantes y animarles a que continúen con estos hábitos adquiridos, puesto que los resultados han sido positivos y las familias han modificado sus prácticas».

«Cuesta pero compensa»

«Lo difícil será mantener esta tendencia», comenta uno de los tolosarras participantes en la experiencia, que califica de «positiva y enriquecedora», aunque también se sincera: «Durante estos cuatro meses teníamos un compromiso porque había que rellenar un cuestionario, existía un seguimiento de nuestras actitudes, pero a partir de ahora es más difícil comprometerse, aunque en casa lo vamos a intentar». ¿Lo más dificil?. «reducir el tiempo que pasamos bajo la ducha. Nosotros éramos de diez minutos y el compromiso era bajar a tres. Cuesta pero compensa».

Los hogares participantes sólo han conseguido reducir sus residuos en 2,9 toneladas, un 2,12%, concretamente. Sin embargo, han comenzado a adquirir nuevos hábitos: el 20,21% utiliza su propia bolsa o carro cuando va a la compra, el 15,96% ha dejado de comprar productos desechables y el 22,34% ha reducido su consumo y el 84,04% de los hogares compra frutas y verduras a granel.
Además, se aprecia un crecimiento en la adquisición de hábitos de compra más sostenibles: el 20,74% de los hogares ha comenzado a comprar productos de agricultura ecológica y comercio justo y el 94,68% ha adquirido el hábito de leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos.

La disminución media del consumo energético de los hogares ha sido de un 6,54%, lo que supone una reducción de la emisión de CO2 a la atmósfera de 27,09 toneladas. La adquisición de nuevos hábitos de comportamiento y la instalación de sistemas de ahorro de energía son las razones de dicha disminución: los participantes han mejorado el uso de calentadores de agua (22,32%) y de calefacciones (7,14%).

Sin embargo, los hogares participantes no han conseguido adquirir el hábito de apagar las luces y los aparatos. En el 11,61% de los hogares han reducido la temperatura de lavado debajo de 20º pero el 34,82% lavan a temperaturas superiores a 40º.

Algunos datos

El 13,08% de las 194 familias tolosarras participantes en este programa ha adquirido el hábito de apagar el motor durante un atasco.

Todas han reducido el uso del vehículo privado y el 8,41% de las familias ha compartido su vehículo en los trayectos diarios. Sin embargo, un 32, 71% de las familias todavía no ha adquirido este hábito.

Los hogares participantes han reducido la utilización de la lavadora de 3,82 lavados a la semana a 3,40 como media, y la duración media de la ducha ha pasado de 6 a 3 minutos. Además, el número de hogares en los que se toma un baño a la semana se ha reducido en un 8,26%.

Un 32,11% de los hogares participantes ha colocado un dispositivo en la cisterna del baño y un 25,69% economizadores de agua en los grifos.

Los hogares participantes sólo han conseguido reducir sus residuos en 2,9 toneladas, un 2,12%, concretamente. Sin embargo, han comenzado a adquirir nuevos hábitos: el 20,21% utiliza su propia bolsa o carro cuando va a la compra, el 15,96% ha dejado de comprar productos desechables y el 22,34% ha reducido su consumo y el 84,04% de los hogares compra frutas y verduras a granel.

El 20,74% de los hogares han comenzado a comprar productos de agricultura ecológica y comercio justo y el 94,68% ha adquirido el hábito de leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos.

Enlaces:
Plan de Acción Global
Global Action Plan International