Se habla de un nuevo modelo económico pero hay empresas y asociaciones que ya vienen aplicando -al menos desde hace ocho años- los principios éticos que definen a un negocio no lucrativo o a una entidad solidaria bajo el paraguas de REAS.

Los resultados no pueden ser más positivos en plena crisis: se mantienen los puestos de trabajo pese a la crisis, con 550 empleos, y logran una menor dependencia de las subvenciones públicas al crecer la actividad mercantil y ampliar, por tanto, su cuota de mercado. Las 42 entidades que forman parte de la Red de Economía Alternativa y Solidaria (22 de pleno derecho y 20 socias), con el apoyo de 1.500 voluntarios, se financiaron el año pasado de la venta de sus productos y servicios en un 54%, y en un 33% de ayudas públicas, mientras que en 2009 el apoyo de la Administración significó el 46%.

REAS idearon su propia manera de medir sus logros sociales, las condiciones laborales y de desarrollo personal de los trabajadores, compromiso medioambiental, equidad (igualdad de oportunidades, transparencia informativa y participación e implicación) en el empleo, y contribución a la cooperación (compras y ventas de entidades sin ánimo de lucro, y fomento del consumo sostenible), lo que definen como «eficacia social y comportamiento ético». Desde su apuesta por la «calidad, la coherencia y la transformación social» se decidió en 2004 confeccionar una ambiciosa herramienta de gestión que permita «visualizar» el carácter de entidades de economía solidaria.

En la auditoría social de 2011 (con datos del 2010 y una ayuda foral) promovida por REAS Navarra han participado 19 entidades sociales de las que siete son empresas y el resto asociaciones, ONG y Centros de Inserción Sociolaboral. Entre todas dan empleo a 314 trabajadores. Según explicó Gustavo Muñoz, coordinador de REAS, se va avanzando en el desarrollo de «una red de relaciones económicas entre entidades no lucrativas» al crear una cadena de intercambios de compras y servicios entre las propias entidades.

LIPIEZA ECOLÓGICA Limpiezas Tierra SL es un ejemplo de empresa sostenible pero viable: una sociedad sin ánimo de lucro, con ocho trabajadores con contratos indefinidos, que utiliza productos ecológicos a precio ajustado a través de la central de compras de Landare por lo que ofrece servicios a empresas y administraciones a un coste competitivo. «Hemos apostado por la estabilidad en el empleo reinvirtiendo los beneficios en la plantilla», remarcó ayer Felip Arague, de la junta de REAS. El Auditorio de Barañáin o Traperos de Emaus son algunos clientes que apuestan por una contratación sostenible, «y cada vez son más las entidades que incluyen pliegos de cláusulas sociales». «Una de nuestras razones de ser es evitar la precariedad en este sector y aplicar el convenio colectivo», afirmó.

De la auditoría, Muñoz destacó como dato positivo que en periodo de crisis, se mantienen (datos del 2010) las cifras medias del número de trabajadores en relación al 2007. Así, las 19 entidades contaban con 314 trabajadores con una media de 16,52 empleados por entidad. Además , el 10% de las compras de bienes y servicios fue a otras entidades no lucrativas. Por otro lado, destaca la temporalidad del empleo en este sector, que asciende al 56 % frente al 25 % del resto de la economía navarra, y que achacan a que algunas de estas entidades funcionan con contrataciones asociadas a proyectos específicos con duración limitada. En estas entidades se emplea fundamentalmente a mujeres: un 59,67 %, frente al 43,98 % del resto de la economía navarra. En el aspecto medioambiental, se tomó como uno de los indicadores el consumo de kilovatios por año, el cual ha disminuido un 13,5 % de 2007 a 2010. Muñoz destacó también en positivo la cesión comprometida por el Ayuntamiento de Pamplona de parte de la antigua estación de autobuses como mercado social y ecológico para entidades de REAS, comercio justo y banca ética.

Foto: Pedro Grávalos (Departamento de Política Social), Gustavo Muñoz (Secretaría REAS) y Felip Arague (Limpiezas Tierra SL). (Foto de Patxi Cascante)

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