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REAS Nafarroa

Como en años anteriores, llegará el fin de la cuesta de enero y aún no habré terminado de mirar la correspondencia que llegó con motivo de las navidades pasadas. Mucha felicitación institucional, alguna con más fortuna que otra, además de algunas cositas interesantes que te permiten constatar que sigue habiendo amigos por ahí fuera. Ciertamente, […]

10 enero 2008
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Como en años anteriores, llegará el fin de la cuesta de enero y aún no habré terminado de mirar la correspondencia que llegó con motivo de las navidades pasadas. Mucha felicitación institucional, alguna con más fortuna que otra, además de algunas cositas interesantes que te permiten constatar que sigue habiendo amigos por ahí fuera. Ciertamente, también mucho papel prescindible, gasto al que muchos se sienten obligados en esa época hiperglucémica del fin de año. Y, me permitirán que hoy me centre en ello destacándola, la mejor felicitación y deseo para este año que uno puede imaginar, de esas que mueven conciencias, pero sobre todo abren futuros. La gente de la Red de Economía y Alternativa Solidaria de Nafarroa me ha hecho llegar un DVD con información de los proyectos y los ánimos que promueven.

En esa utopía de conseguir colocar a las personas en el centro de la preocupación social, pero sobre todo en el centro de las cuestiones económicas, resulta reconfortante ver que no todo se queda en las buenas palabras, en las críticas a un sistema demasiado injusto, que traduce beneficio como lucro económico inmediato o cuenta de resultados, la gente de REAS está trabajando por hacer patente que la alternativa es posible, y viable. A nuestro alrededor van surgiendo iniciativas y empresas que demuestran que más allá de la publicidad del «qué chachis somos, tan solidarios, tan cívicos, tan ecológicos», se puede compaginar la iniciativa y la excelencia empresarial con la solidaridad, la ética o el respeto ambiental.

Estas redes son minoritarias, pero muestran que incluso en esa escala donde el liberalismo deja de mirar, tan concentrado en las grandes concentraciones de la economía de mercado, es posible pensar que los beneficios sociales son más importantes que los balances; que hay alternativa para generar empleo e inserción social; que la banca, la publicidad, la producción o la distribución son sectores en los que, en general, deberíamos buscar más este compromiso solidario que cualquier otra cosa. Eso nos queda como tarea a los consumidores: buscar esas alternativas, y apoyarlas. Y si un día se las come el sistema, será que el sistema ha conseguido cambiar. Lo que será todo un triunfo.

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