Como ya hiciéramos hace un año con motivo de la convocatoria de huelga global, desde REAS Red de redes apoyamos la convocatoria de día de Acción Global por el Clima de este viernes 25 de septiembre, manteniendo vigente nuestro compromiso con el manifiesto al que nos adherimos en pro de la justicia climática.

No en vano, la sostenibilidad es uno de nuestros 6 principios fundacionales recogidos en la Carta de principios de la Economía Solidaria, donde “consideramos que toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, por ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es nuestro punto de partida”…”De ahí la necesidad fundamental de integrar la sostenibilidad ambiental en todas nuestras acciones, evaluando nuestro impacto ambiental (huella ecológica) de manera permanente…” “avanzando hacia formas sostenibles y equitativas de producción y consumo, y promoviendo una ética de la suficiencia y de la austeridad”.

Estos posicionamientos quedan refrendados y recogidos así mismo en el documento de propuestas “14 Ejes de actuación y 85 medidas para una nueva normalidad Solidaria, Feminista y Ecológica” recientemente difundido, donde mirábamos a la triple crisis (sanitaria, socioeconómica y de cuidados) provocada por el COVID-19, que ha quebrado el modelo actual. Es por tanto en este “nuevo contexto de reconstrucción donde deben de plantearse medidas desde una óptica diferente para no volver a la normalidad anterior, caracterizada por la precarización de las condiciones de vida, la emergencia climática, feminista y migratoria y la fragilidad de nuestros metabolismos económicos, sociales y ambientales”. En este marco, desde el movimiento de la Economía Solidaria, vemos necesario entre otras cuestiones:

• Promover la reestructuración de la economía apostando por los sectores estratégicos de las energías renovables, la rehabilitación ecológica de edificios, la reutilización, reciclaje y gestión de residuos, y por la relocalización de la producción de bienes esenciales (sanitario, textil, alimentario, tecnológico…).
• Elaborar y poner en marcha un plan estratégico de transición ecológica, reducción de emisiones y racionalización del consumo energético, hacia modelos circulares basados en la reducción de los consumos de energía y materiales, modelos de producción, distribución, comercialización y consumo locales, política de residuo 0, reducción del transporte y apuesta por la movilidad sostenible.

Pese a la urgencia de medidas como éstas que atiendan a la actual emergencia climática, como establecen desde el movimiento juvenil por la justicia climática Fridays for Future, «hemos visto que incluso en el peor escenario para la salud pública vivido hasta ahora la crisis climática no se detiene. Pese a ello, no se han tomado medidas para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de manera sostenible. Además, hemos visto que los políticos pueden actuar de manera rápida y coordinada con la ciencia. No hay excusa para no escuchar. Por ello, las inversiones que ahora se realizan para hacer frente a la pandemia y sus consecuencias, deben estar en línea con el Acuerdo de París».

Por todo ello, animamos al movimiento de la economía solidaria a consultar las convocatorias previstas en sus territorios y su sumarse a las acciones del movimiento por la justicia climática este viernes, fortaleciendo así la línea de confluencias con otras economías y movimientos transformadores que venimos emprendiendo desde hace tiempo, como paso esencial para lograr un modelo económico, político y social que incorpore los valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre toda la ciudadanía: equidad, justicia, democracia directa y sostenibilidad.