Ecologismo

Una empresa green en Gambia: Greentech

Publicado por buscantllavors.org Gambia es nuestra última parada en un viaje a través de 8 experiencias de economía solidaria en África. Rodeada de hoteles, restaurantes y demás elementos propios de los pueblos volcados al turismo, encontramos, casi parece que fuera de lugar,  una empresa green, GreenTech: una pequeña planta productora de bloques prensados de biomasa. […]

29 junio 2013

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Publicado por buscantllavors.org

Gambia es nuestra última parada en un viaje a través de 8 experiencias de economía solidaria en África. Rodeada de hoteles, restaurantes y demás elementos propios de los pueblos volcados al turismo, encontramos, casi parece que fuera de lugar,  una empresa green, GreenTech: una pequeña planta productora de bloques prensados de biomasa. Los encontramos buceando por internet y sin saber nada de nosotras nos invitaron y acogieron.

Una empresa Green

La economía social o solidaria a veces se define, aunque los limites y las definiciones no están del todo claras, como esa parte minoritaria de la economía cuyo motor es el beneficio social. La motivación, el objetivo, son las personas y/o su entorno; aportar algo positivo para la sociedad, local o globalmente. El beneficio financiero no es el principal objetivo, el que determina las decisiones y actuaciones, como en la economía privada dominante.

GreenTech es un bonito ejemplo. No es una cooperativa, ni es una iniciativa comunitaria o participativa. Es una empresa privada, con su inversión privada. Producen algo, lo venden y si ganan algo se llama beneficio y pertenece a las personasque han arriesgado ahí su dinero. Así que sobre el papel es una empresa pequeña más. En teoría, su objetivo es ganar dinero. Pero detrás de todo el esfuerzo diario de esta pareja, Tony y Lenja, por dar a conocer su propuesta, en un contexto muy difícil, de costumbres arraigadas y mucha resistencia a los cambios, lo que encontramos no es eso. Lo que encontramos es la seguridad de que lo que hacen puede marcar una diferencia para las personas y para el medio ambiente y una fuerte determinación por implementar esa diferencia. Ganar dinero es lo de menos.

La idea es simple. Prensar cascaras de cacahuete, con lo que se obtienen unos bloques que pueden utilizarse como combustible. Lo que aquí se llaman pellets de biomasa. Esto, en un país, Gambia, en el que la inmensa may oría de los hogares y una buena parte de la industria utilizan carbón vegetal y madera como combustibles y en el que la deforestación ya empieza a acusar sus limites (Gambia necesita importar madera de Senegal para cubrir la demanda interior). Cada año, las plantas procesadoras de Banjul escupen 12 toneladas de cascaras de cacahuete, que en su mayoría se acaban quemando porque nadie sabe que hacer con ellas. Así que el objetivo de Greentech es que esas 12 toneladas se quemen de manera útil. Gestión de residuos, una alternativa energética más ecofriendly y una ayuda para los hogares porque es más barato y más rápido y porque el bebe atado a la espalda de la mujer que se asoma a la cazuela tose menos, porque genera menos humo.

 

Aunque las ventajas son muy claras, la expansión de esta propuesta esta siendo muy lenta. Y no puedo evitar tener la sensación de que hay alguna relación entre la dificultad que tienen para que la gente adopte esta nuestra nueva propuesta y la estructura de esta iniciativa, en que sólo dos personas diseñan e implementan una alternativa, de manera muy eficiente y para la comunidad, pero sin la comunidad. Parece que la gente lo siente como algo externo, se lo miran de reojo y dicen que esta muy bien pero luego no lo usan. Por otro lado, los móviles son algo externo y caro y todo el mundo tiene uno. ¿Porque a África ha llegado la fregona pero nadie usa escurridor? Misterios de la vida.

Precisamente por su estructura, hay gente que diría que Greentech no es economía social. La iniciativa nace del deseo de proteger los bosques y aportar algo a las familias, pero los trabajadores y los usuarios no participan en el proyecto. Conociendo a esta pareja, seguramente si la empresa da beneficio, estos se utilizarán en gran parte para seguir generando conciencia ambiental. Un poco siguiendo el modelo empresa privada bienintencionada con fundación que revierte parte del beneficio en la comunidad. (Dejemos de lado el modelo empresa privada no-especialmente-bienintencionada con fundación que da buena imagen y es un chollo fiscal).

¿Donde esta la pega?¿Porque los defensores del cooperativismo, de la democracia directa, los fans del asamblearismo y la auto-organización, dirían que esto no es un modelo válido?

El poder. El poder de decisión y de administración del capital se mantiene concentrado. Las buenas prácticas de la empresa dependen de las buenas intenciones de quien detenta este poder. Actuar según los intereses de la comunidad es una decisión revocable. Además, en este modelo las capacidades de los usuarios y beneficiarios ni se consideran ni se valoran ni se buscan. La comunidad es un mero cliente, es un agente pasivo consumidor y dependiente. Cuando algo se construye en comunidad, puede ser menos eficiente en los estrechos términos a los que estamos acostumbrados, pero los beneficios son tan amplios como intangibles. Capacitación, autoestima, desarrollo de un sentido crítico y capacidad de ocupar el espacio de poder propio de cada uno, incluyendo a las mujeres. Se desarrollan el sentido de responsabilidad colectiva y la capacidad de cooperación y de gestión de conflictos. La comunidad se hace fuerte, más independiente. En definitiva, construir en colectivo es una herramienta de transformación social.

Otra gente opina que no está mal que quien hace las cosas bien simplemente las haga. Es más eficiente y probablemente se hará mejor. Y en muchos casos, la diferencia es que se hará. En Greentech es muy difícil imaginar la fase de investigación y puesta en marcha en colectivo, con una comunidad iletrada, en comparación con la capacidad de una pareja con formación y determinación. Lo alternativo sufre muchas veces de perfectivitis. Tiene que ser ecológico y horizontal, 100% independiente, incluir la perspectiva de género y además constituir una alternativa factible y replicable que pueda sustituir totalmente a su análogo convencional. Y si no se cumple todo, lo empezamos a mirar de reojo y arrugando la nariz.

Nosotras nos queremos quedar con lo que esta iniciativa aporta y con las personas que hay detrás. Personas para las que los ideales y los principios pesan y que siguen empeñados en implementar esta alternativa aunque por ahora no les de nada de beneficio. Les está costando expandir el uso de este combustible, porque la gente no cambia de costumbres fácilmente, pero ellos siguen trabajando día a día, generando conciencia ambiental en las casas, en las escuelas y en los despachos. Trabajando día a día, mucho más para los demás que para ellos mismos.

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