Varios

Construir una Red Europea de Economía Solidaria

Por Jordi Estivill Algún día habrá que hacer un balance de la situación de la economía solidaria en Europa. Y dentro del mismo, explicar la construcción de la Red Europea (RIPESS Europa) que trata de aunar los esfuerzos del conjunto de las redes territoriales y sectoriales. Se trata de una tarea compleja, ardua y costosa […]

23 junio 2014

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

NULL
NULL

Por Jordi Estivill

Algún día habrá que hacer un balance de la situación de la economía solidaria en Europa. Y dentro del mismo, explicar la construcción de la Red Europea (RIPESS Europa) que trata de aunar los esfuerzos del conjunto de las redes territoriales y sectoriales. Se trata de una tarea compleja, ardua y costosa que desde la fundación en Barcelona hace tres años, tiene ya una pequeña historia. Este articulo no tiene la pretensión de describirla, sino una más modesta como pueda ser el de explicar la celebración de la asamblea general que tuvo lugar en las cercanías de Paris en los pasados días 6 y 7 de Junio y valorarla en el contexto de este  corto itinerario.

La asamblea vino precedida por una reunión en Paris con la Fundación Progreso para el Hombre, que es quién financia las actividades de la red europea. En esta reunión realizada en un clima distendido, la fundación anunció su intención de seguir colaborando con la Red y señaló que esta debía hacer esfuerzos para aglutinar a otras redes y organizaciones parecidas que trabajan en este ámbito, que debía saber posicionarse frente a las decisiones de las instancias europeas y ser capaz de elaborar contenidos más teóricos y estratégicos. Todo un programa de trabajo.

Por ahora, la Red europea es una red de redes y de organizaciones y personas que tiene miembros en Alemania, Bélgica, Catalunya, España, Francia y algunas de  sus regiones, Luxemburgo, Hungría, Italia, Portugal y Rumania, además de algunas sectoriales como Pactos Territoriales, Solidarius y Urgenci. Una de las novedades del encuentro fue la estimulante presencia de compañeros de Grecia y de Polonia. Por la noche se improvisó una interesante tertulia en la que se presentó la dinámica situación en Grecia de la economía solidaria y el cooperativismo que viven momentos expansivos en las críticas y efervescentes circunstancias económicas, sociales y políticas actuales. También, las informaciones dadas por el representante de la portuguesa red Animar permiten tener un cierto optimismo sobre el desarrollo de la economía solidaria ligada al desarrollo local en el vecino país.

¿Cuáles fueron los principales acuerdos que emanan de los debates y trabajos llevados a cabo en la asamblea general?

  • La decisión de fusionar los dos grupos de trabajo (estado del arte y perímetro identitario) existentes en la red en un programa de acción conjunta cuyo objetivo es llevar a cabo un panorama de la economía solidaria en Europa y muy especialmente en los países donde la red no está presente (países anglófonos, escandinavos, eslavos,..). En este sentido, se prevé que la próxima reunión de la comisión coordinadora se realice en Grecia en el mes de Octubre y la siguiente en Zaragoza aprovechando el encuentro internacional del próximo mes Noviembre.
     
  • La continuidad de la Comisión Coordinadora, que es el máximo órgano entre asambleas y la aprobación del balance presupuestario, de la memoria de actividades y de los documentos preparados, en gran parte por la red catalana, como el diagnostico y las propuestas, el más actual  diagnostico y mejoras y la creación de un consejo consultivo cuya función es la de ir constituyendo el patrimonio histórico y teórico de la red europea, contribuir a definir sus ejes estratégicos y responder a las demandas de las instancias de la propia red europea. Esta Comisión se pondrá en marcha en los próximos meses y tiene ya cinco miembros apuntados. La entrega de una abundante documentación escrita permitió una mayor transparencia y rigor de la toma de decisiones.

Hasta ahora, la red ha sido capaz de hacer funcionar su comisión coordinadora que se reune cada tres o cuatro meses en distintas ciudades donde sostiene un dialogo con las redes locales, se ha mostrado activa en su presencia internacional acudiendo al congreso intercontinental de Manila, participando en la comisión consultiva de las Organizaciones Internacionales (OIT; FAO,..) y en la reunión del Foro Social Mundial de Túnez, tener un boletín de informativo que se envía a 3000 personas y ha cambiado de modelo organizativo pasando de tener un secretario ejecutivo, para crear unos grupos de trabajo en una segunda fase y ahora intentar trabajar más conjuntamente.

En los distintos diagnósticos realizados igualmente se constata que la comisión coordinadora ha trabajado en círculo cerrado,  sin casi contactos con los miembros de la red, no se ha posicionado frente a unas decisiones de las instancias europeas cada vez más influenciadas por las políticas neo liberales, no se ha coordinado con otras redes europeas y movimientos sociales que trabajan en perspectivas parecidas, no se ha extendido hacia determinados países, aunque si aumenta el número de ellos. Lo dificulta la inexistencia, por ahora, de redes de ámbito estatal (Alemania, Italia,…). Tampoco ha sabido encontrar una forma de trabajo colectivo, en red, que no dependa de los intereses y opiniones personales o profesionales de muchos de los que participan en sus órganos de representación.

En suma, la red europea, después de una fase de entusiasmo fundacional ha pasado, con esta asamblea de París, a un periodo de trabajo organizativo en la que se enfrenta a retos estratégicos complejos, difíciles y estimulantes. En la fase que ahora empieza, habrá que ver hasta qué punto su valor añadido como red europea, adquiere un mayor sentido para los que piensan que es necesario, útil  y urgente construir una cultura política transnacional de la economía solidaria.

Artículos Relacionados

----