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El coronavirus no cae del cielo, sino del capitalismo

Nos hacemos eco y secundamos desde REAS Red de Redes este texto publicado por la Xarxa de Economia Solidària de Catalunya en relación con el estado de alarma decretado por el Estado español y con una lectura de la crisis desde la óptica de la Economía Solidaria. Puedes leer el manifiesto original en catalán en […]

16 marzo 2020
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Fuente:xes.cat

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Nos hacemos eco y secundamos desde REAS Red de Redes este texto publicado por la Xarxa de Economia Solidària de Catalunya en relación con el estado de alarma decretado por el Estado español y con una lectura de la crisis desde la óptica de la Economía Solidaria. Puedes leer el manifiesto original en catalán en la web de la XES.

Manifiesto de la de Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya ante la crisis del Covid-19

La Comisión Permanente de la Xarxa d’Economia Solidària (XES), asumiendo humildemente la responsabilidad que nos otorgan las más de trescientas organizaciones i cientos de personas asociadas, queremos compartir con la ciudadanía algunas reflexiones que nos hacemos sobre la crisis derivada de la pandemia del Covid-19.

Ni la causa última del coronavirus ni la manera de afrontarlo son ajenas al sistema patriarcal capitalista y productivista que sufrimos.

Hace décadas que la destrucción de millones de hectáreas habitadas por especies animales que habían llegado a cierto equilibrio con los virus y las bacterias -una destrucción provocada por la desforestación y la urbanización- está obligando a muchas de ellas a migrar e instalarse cerca de las comunidades humanas. Este hecho multiplica las posibilidades de que microbios, que para estas especies son benignos, pasen a las personas y devengan agentes patógenos.

Del mismo modo, el aumento de la temperatura global provocado por las creciente concentraciones de CO2 multiplica las poblaciones de mosquitos y, con ellas, la transmisión de enfermedades como el dengue, que ya empieza a llegar a Europa. Asimismo, las condiciones de hacinamiento y mezcla de especies causadas por la ganadería industrial facilita la circulación de microbios de unas especies a otras. Todo hace pensar que nuevos virus como el SARS, el VIH, el ébola y, ahora el Covid-19, tienen su origen en esta acumulación de circunstancias. ¿Alguien pensaba que la destrucción de la naturaleza iba a salir gratis?

Si esta parece ser la causa del Covid-19, que nace de un sistema y una forma de vida injustas e insostenibles, la forma de hacer frente a la epidemia lleva la misma marca de fábrica.

La patronal [catalana] exige flexibilidad para los despidos, hay empresas que especulas con las mascarillas y los test víricos, la sanidad privada, que obtiene una parte importante de sus recursos de las finanzas públicas, no acoge a las personas infectadas mientras la sanidad pública, después de años de recortes, no dispone de suficientes recursos para atenderlas… En este sentido, es necesario incrementar de inmediato la dotación de recursos para la sanidad pública y obligar al sector privado a ponerse también al servicio de la resolución de esta crisis.

De igual modo, nos inquietan actitudes insolidarias, incluso racistas, que empiezan a aparecer entre nosotros: la acumulación injustificada de alimentos, las miradas de reprobación hacia quien tosa o estornuda, muestras de recelo hacia la población de origen chino, etc. Debe también preocuparnos que esta nueva crisis de cuidados acabe recayendo, una vez más, sobre la espalda de las mujeres y que sean los sectores populares, si no lo evitamos, quienes acabemos pagando la nueva crisis económica que se está gestando.

Finalmente, la imposibilidad de detener la progresión de la enfermedad, la imparable velocidad con que se extiende y la crisis sanitaria y económica que provoca deberían hacernos conscientes de la fragilidad de la vida y de la necesidad imperativa que cuidarla, así como de los peligros de mantener un sistema económico globalizado, basado en la división internacional del trabajo y las cadenas globales de suministros que nos hacen extremadamente dependientes y vulnerables.

En definitiva, esta crisis constituye la enésima muestra de que este sistema económico no va a ninguna parte más que al colapso de la vida. Por lo menos de una vida digna de ser vivida.

Por todo ello, la XES se reafirma en la necesidad de continuar profundizando en los principios y valores de la economía solidaria como baluarte y barricada ante la desolación a que nos condena el capitalismo, pero también como embrión en gestación para sustituirlo. Nos reafirmamos en reforzar nuestra relación con la ecología y la agroecología, con las economías feministas, que nos recuerdan que debemos situar la vida en el centro, con la construcción de sociedades resilientes y soberanas y, en general, con todas las luchas y movimientos sociales emancipadores.

Al mismo tiempo queremos agradecer a todo el personal de la sanidad pública y a las personas que se encargan de las tareas de cuidados – mayormente mujeres migrantes- el ingente esfuerzo que hacen para cuidarnos y por hacer que vivir todavía valga la pena. La XES seguirá defendiendo los derechos de las personas cuidadoras, así como un sistema de salud público y de calidad en que todos y todas podamos ser atendidas por profesionales bien formadas, cuidadas y en condiciones de trabajo dignas.

Por responsabilidad, pedimos a las personas y organizaciones miembros de la XES y recomendamos al resto de la población, seguir las indicaciones de los organismos públicos y sanitarios para detener la enfermedad. Al mismo tiempo proponemos aprovechas la situación para compartir más los cuidados, para reforzar la solidaridad comunitaria saliendo tanto del aislamiento individualista como de la aglomeración gregaria y para reflexionar sobre las cosas importantes de la vida y los nuevos compromisos que deberemos adoptar de aquí en adelante si queremos conservarlas. 

Finalmente, desde la XES seguiremos alerta para denunciar cualquier atentado a los derechos y libertades que se pretenda cometer aprovechando la situación y para que no se alargue ni un día más de lo necesario esta especie de estado de excepción que empieza a instalarse.

Comisión Permanente de la XES
Barcelona, 13 de marzo de 2020

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