Feminismos

La Economía Solidaria también es Feminista

La Economía Solidaria pretende ser, desde la teoría y desde la práctica, un modelo –y movimiento- transformador, que ofrece alternativas al contexto actual desigualitario en el que el sistema capitalista es el marco de actuación hacia un crecimiento insostenible en todos los ámbitos de la vida. Desde este enfoque transformador, es necesaria la confluencia con otras corrientes […]

26 noviembre 2019

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

La Economía Solidaria pretende ser, desde la teoría y desde la práctica, un modelo –y movimiento- transformador, que ofrece alternativas al contexto actual desigualitario en el que el sistema capitalista es el marco de actuación hacia un crecimiento insostenible en todos los ámbitos de la vida.

Desde este enfoque transformador, es necesaria la confluencia con otras corrientes y ópticas que también cuestionan el sistema actual e intentan promover otras formas de actuación más sostenibles y equitativas. Es ahí donde la Economía Solidaria y la Economía Feminista han venido articulándose para confluir hacia modelos sociales, económicos y políticos en los que las personas y la vida se pongan en el centro.

Esta articulación se ha desarrollado ampliamente desde la teoría y ya existen numerosas reflexiones, artículos y trabajos que nos hablan de las sinergias de ambas corrientes y de los retos a los que se debe de enfrentar la Economía Solidaria y en concreto las organizaciones de REAS Red de Redes, para no reproducir en su práctica diaria muchos de los elementos inherentes al sistema hegemónico actual.

¿Cuáles son los retos a los que nos enfrentamos?

Desde las diferentes discusiones y debates se ha intentado construir diversas respuestas así como identificar los retos que se deberían abordar desde las organizaciones de la Economía Solidaria. Esto pasan por cuestionar las formas de trabajo, de participación y toma de decisiones, la comunicación, los modelos de liderazgo y la cultura organizacional, entre otras cuestiones. Recogemos algunos de los retos que hemos identificado en la Comisión estatal de Feminismos:

Retos a nivel de articulación como movimiento, de organización interna, de construcción de discurso. Sigue existiendo una lectura muy productivista de la Economía Solidaria, es decir, todo lo que tiene que ver con la esfera reproductiva (los trabajos asociados a los cuidados) no entran en el discurso y muchas veces no se tienen en cuenta a nivel operativo.

El reto de transformar nuestras organizaciones. Las entidades que forman parte de la Economía Solidaria siguen atravesadas por lógicas patriarcales. En la vida diaria de las organizaciones se materializan de forma más evidente las relaciones de desigualdad. La forma en la que muchas veces organizamos los procesos de trabajo y el reparto de responsabilidades no escapa a la lógica mercantilista ni a la separación entre la producción y la reproducción.

El reto de aterrizar las propuestas teóricas. El enfoque de la Economía Feminista nos ofrece marcos con los que poder iniciar los procesos de cambio organizacional, sin embargo no es fácil aterrizarlo en las organizaciones. ¿Cómo materializamos esta propuesta? ¿Cómo construimos organizaciones no patriarcales que pongan la vida y sus cuidados en el centro? ¿Contamos con herramientas para su observación y análisis?

Estamos en la brecha

El análisis feminista de la situación de las empresas de la Economía Solidaria arroja una fotografía positiva de la situación del sector frente a la Economía convencional. Este análisis ha sido posible gracias a la incorporación de indicadores para medir aspectos de género en la Auditoría o Balance Social. Esta herramienta de autoevaluación con la que cuenta REAS Red de Redes permite realizar un ejercicio de transparencia y autoanálisis para iniciar itinerarios de mejora, en este caso, en aquellos aspectos que tienen que ver con la situación de las mujeres en el sector.

La campaña de este año quiere poner especial atención en el proceso de autoanálisis y mejora que permite esta herramienta, así como poner el foto de manera específica en los datos de género. De este doble objetivo sacamos el lema: “Estamos en la brecha”. En un guiño a las brechas de género que queremos romper (dentro y fuera de nuestra organización), desde la voluntad y el posicionamiento de seguir en la brecha, trabajando por mejorar nuestras prácticas para ser cada día más coherentes con nuestra Carta de Principios de la Economía Solidaria.

Pese a que en el contexto actual la incorporación de las mujeres al mercado laboral ha ido evolucionando de forma creciente: un 46,2% de las personas trabajadoras en el Estado son mujeres. El porcentaje de la la Economía Solidaria arroja una cifra mucho mayor: un el 63%. Es un sector feminizado en que no hay barreras de entrada al trabajo por cuenta ajena ni al emprendimiento colectivo.

En términos de participación comunitaria las mujeres también representan un porcentaje superior: el 60,34% del voluntariado son mujeres. Este dato refleja la situación general del alto nivel de ocupación de las mujeres en actividades no remuneradas que son, sin embargo, importantes para la comunidad y el colectivo.

En términos de participación en la planificación, en las organizaciones de REAS Red de Redes, el 57,02% de las personas que han participado en la elaboración de los planes de gestión y presupuestarios son mujeres sobre un total de 7.845 personas. La diferencia entre ambos porcentajes se aminora en el caso de su aprobación: un 52,3% son mujeres sobre un total de 8.188 personas. De estos indicadores se observa que muchas veces las mujeres participan de los procesos en sus niveles más operativos y de gestión, pero no están inmersas en los procesos de decisión finales. Es decir, están más presentes en los cuadros de mando “intermedios” pero no en los finales, que además suelen ser son los más visibles.

En relación al nivel de representación, 1.196 mujeres (50,87%) y 1.155 hombres (49,13%) ocupan cargos societarios o políticos. Este porcentaje dista mucho de la cifra que ofrecen las empresas cotizadas del IBEX35 en cuyos Consejos de Administración sólo el 19% son mujeres.

Respecto al uso de un lenguaje no sexista, el 80,8% de las organizaciones, lo utilizan en sus comunicaciones escritas y verbales. Este indicador es interesante como punto de partida: si la entidad tiene en cuenta el lenguaje inclusivo (en la web, comunicación escrita, etc.) quiere decir que están iniciando un proceso de reflexión. Sin embargo hay que tener en cuenta que es un indicador que mide la forma y no el fondo del discurso que se está produciendo.

En relación a las prácticas diarias en materia de conciliación, el 74,72% de las organizaciones de REAS RdR contempla medidas que mejoran los permisos establecidos por la ley en temas de conciliación de la vida familiar y laboral y el 64,15% de las organizaciones generan espacios de atención emocional y cuidado a las personas trabajadoras.

Este análisis cuantitativo es el resultado de un proceso de reflexión en el que las organizaciones de la Economía Solidaria han empezado a introducir la perspectiva feminista en sus estructuras y en la vida diaria de sus empresas; la teoría ya ha empezado a constituirse en práctica. Los datos son el resultado del Balance Social 2019 con datos del ejercicio 2018.

Una fotografía desde el CÓMO para transitar a unas empresas más feministas

En abril de 2017, se constituyó la comisión interestatal de feminismos de Reas red de Redes en el marco del 13º Encuentro de Economía Solidaria –Idearia– en Córdoba. Además, en muchas de las redes territoriales ya se habían constituido comisiones para trabajar la perspectiva feminista desde sus propias realidades específicas. Estas comisiones tienen como objetivo incorporar el feminismo y la economía feminista en la Economía Solidaria. Desde estas Comisiones y desde muchas entidades que las integran se elaborado herramientas que constituyen en sí mismas buenas prácticas para lograr que las organizaciones no solo tengan estructuras más igualitarias sino que integren plenamente la óptica feminista en su día a día. Destacamos algunas de ellas:

Plan de Acción BIZIGARRI

Desde REAS Euskadi se ha realizado un proceso de cambio organizacional pro equidad de género, es decir, un trabajo de reflexión de dos años sobre las estructuras y organizaciones miembro de la Red. Esto ha supuesto una transformación de los modos existentes de hacer y pensar con el objetivo de eliminar las desigualdades de género que se producen en cualquiera de los ámbitos de funcionamiento de la organización.

Este proceso, que ha desembocado en un Plan de Acción, supone que REAS Euskadi se vea a sí misma en 2022 como una red que incorpora el feminismos en su definición identitaria y haya avanzado en el impulso de prácticas feministas, en otras palabras una organización que cuenta con estructuras equitativas y con un equipo de trabajo corresponsable que está atento al cuidado de las personas.

El Timón de la Empresa Sostenible

Desde el Espacio Agroecológico Germinando una cooperativa madrileña formada por mujeres, se ha creado una herramienta basada en la experiencia y en el cotidiano de esta organización: el Timón de la Empresa SostenibleEn palabras de sus trabajadoras, es «una imagen gráfica que permite visualizar los distintos ámbitos que hay que tener en cuenta para integrar la teoría de los cuidados en un proyecto». Es, por tanto, un instrumento muy visual que representa a la entidad desde el ámbito de gobernabilidad y que la lleva por el camino de la sostenibilidad ambiental, social y económica.

Esta herramienta está organizada en varios círculos concéntricos con diferentes gamas de colores que representan los ámbitos fundamentales para que la empresa se sostenga, no sólo la estructura y el equipo profesional, sino también la parte personal.

De esta manera, se visibiliza la interdependencia entre las diferentes dimensiones y las tareas que ocupan cada espacio. El timón sirve por tanto para planificar y organizar la gestión de la cooperativa y al mismo tiempo conciliar los momentos en los que se encuentra la organización para llegar a un equilibrio entre lo productivo y lo reproductivo.

Protocolo Activo Asambleario y Feminista- El PAAF!

En Zaragoza, desde su Comisión de Feminismos – constituida como un área transversal a Reas Aragón, MeSCoop y Coop57 Aragón– se ha elaborado el PAAF! un Protocolo Activo Asambleario y Feminista en el que con una mirada humorística y muy cercana se ha trabajado la mirada de género en las asambleas de las redes y entidades. El PAAF, representado como un flus flus, facilita que las reuniones sean más participativas y afectivas y menos patriarcales, haciendo que se generen espacios de trabajo que cuiden y visibilicen todos los procesos necesarios en las organizaciones.

Guía de prácticas de corresponsabilidad

Varias personas y entidades de REAS Madrid han colaborado en la elaboración de una Guía de análisis de prácticas de corresponsabilidad en las empresas de Economía Social y Solidaria, para que las organizaciones analicen si son realmente transformadoras y estratégicas. Para ello, la guía incluye diferentes ejemplos de prácticas concretas y preguntas para analizarlas como el establecimiento de zonas de cuidados infantiles en el espacio de trabajo, la reducción de la jornada laboral sin reducción del salario o la cofinanciación de los viajes laborales con bebé y la persona cuidadora de apoyo.

Teoría y práctica para una Economía Solidaria y Feminista

Aunque se ha avanzado mucho para poder incorporar buenas prácticas así como reflexionar –y medir–  aspectos que tienen que ver con incorporación de la perspectiva feminista y la situación de las mujeres dentro de las organizaciones de la Economía Solidaria, es necesario seguir trabajando para contribuir al proyecto feminista de construcción de sociedades no sexistas ni patriarcales.

La Economía Solidaria será una alternativa sólida y transformadora si es feminista, por eso la equidad en las organizaciones que forman parte de este modelo hacia la construcción de organizaciones habitables es y debe ser una realidad. Por ello seguiremos trabajando. Estamos en la brecha.

Artículos Relacionados

----