Ecologismo

«Las cooperativas promueven comunidades en su entorno”

Entrevista a Alfonso García Márquez, Presidente de Unión Renovables, uno de los focos mas dinámicos de las comunidades energéticas, por la revista «Energías Renovables»

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

La Unión de cooperativas de personas consumidoras y usuarias está integrada por 21 cooperativas (que suman 105.000 personas socias). Las cooperativas de Unión Renovables suministran electricidad 100% verde a 150.000 contratos y constituye uno de los focos más dinámicos (probablemente el más importante de España) de comunidades energéticas. Su presidente es Alfonso García Márquez, y así lo ve.

¿Qué es una comunidad energética?

Contesto a vuelapluma. Una comunidad energética, y parto de las  definiciones de las dos directivas, que resumo de una forma general,  tiene que ser necesariamente una entidad jurídica, alrededor de la cual se organizan personas y entidades, públicas o privadas, del entorno próximo, para cooperar unidas en una actividad relacionada con el sector energético con el fin de prestar servicios u otros beneficios socioeconómicos y medioambientales a sus miembros o a la comunidad local, en lugar de ganancias financieras.

¿Cuáles son las fuentes de las comunidades energéticas? ¿Cómo están  surgiendo? ¿De dónde: de cooperativas, de iniciativas vecinales, de administraciones?

El panorama es muy variado. Se están involucrando muchos actores muy  diversos en su promoción: actores que las promueven desde la visión de
que hay una oportunidad o nicho de negocio en lo que es la gestión de estas  comunidades; otros que lo hacen desde el ámbito institucional, desde los  ayuntamientos; y otros que lo ven desde el punto de vista de que lo que   realmente se plantea, es el empoderamiento de la ciudadanía y la  toma de conciencia en lo que se refiere a la energía. Todos esos  actores están ahora en el tablero y todos están promoviendo comunidades.

¿Hay muchas cooperativas que estén impulsando comunidades?
En Unión Renovables todas las cooperativas están promoviendo la creación de comunidades en su entorno de trabajo, o bien a través de personas socias que forman parte de las propias cooperativas, o bien desde la misma cooperativa.

¿De cuántas iniciativas estamos hablando?
Vamos a ver. En Unión Renovables a finales de 2020 éramos unas 105.000 personas socias en 21 cooperativas, y teníamos unos 150.000 contratos de energía. Desde este colectivo, y desde colectivos, con los que conformamos redes, como puede ser la Red de Economía Social y Solidaria, se han impulsado unas 28 comunidades, hasta el momento, que se encuentran en diferentes grados de maduración y evolución,

El Gobierno ha anunciado hace solo unos días la activación de 100  millones de euros en subvenciones para impulsar las comunidades  energéticas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y  Resiliencia (PRTR). ¿Qué lectura hace Unión Renovables sobre el  particular?

Creo que es un elemento distorsionador importante, además de que lo vea como impulsor de la creación de comunidades. Porque pueden acabar entrando en este proceso actores que vean ahí un nicho de negocio -en la  gestión de esas comunidades- y que en realidad no comparten  claramente, o pueden no compartir, el espíritu de lo que debe ser una  comunidad energética. La cuestión es que, al no estar traspuestas a  nuestro ordenamiento las definiciones de comunidad energética que  recogen las directivas europeas… pues el abanico se amplía mucho y  cabe la posibilidad de que puedan acabar presentándose como  comunidades energéticas muchas entidades que realmente no lo sean. La vida de una comunidad energética no acaba en la captación de  esos fondos, ni en dos o tres años. La vida de una comunidad  energética hay que plantearla de forma ilimitada. Nosotros entendemos que las comunidades vienen para empoderar a las personas en el mundo de la energía, desde luego, pero también para dotar a los espacios, a los sitios en los que se desenvuelven, de resiliencia. Pensamos que el futuro va a ser de…  decrecimiento energético, y creemos que ese decrecimiento va a haber  que gestionarlo, y que, desde las comunidades energéticas, tenemos oportunidades de poder hacerlo mucho mejor. Pensamos que uno de los objetivos clave de las comunidades energéticas es empoderar a las personas  para que tomen decisiones con conocimiento de causa en torno a la
energía, no como sucede ahora, que la inmensa mayoría está un poco al  vaivén de los acontecimientos que ocurren, esclavizados por dinámicas de mercado, legítimas pero perversas y puedan vislumbrar y ofrecerse una vía propia transformadora de ese mercado.

O sea, que esa inyección de dinero público puede hacer desencarrilar el proceso, que está empezando ahora a dar sus primeros pasos, de 
concienciación primero (conciencia de lo que es la energía, su coste,  su precio, su significado) y de empoderamiento a continuación  (empoderamiento de la ciudadanía, a partir de esa conciencia). ¿Es así  como debo entenderlo?

En cierto modo sí, lo que quiero transmitir es que hay comunidades que van a todo hecho, y que toman a la persona participante como mero consumidor,  aunque forme parte de una comunidad. Es decir, que no estaríamos  concluyendo todo lo que sería el ciclo de empoderamiento… Mientras  que cuando tú construyes una comunidad con todos los participantes,  pues estás construyéndolo todo, te haces preguntas, identificas las  necesidades que tenemos como comunidad y señalas los objetivos… Nuestro objetivo principal es la sustentabilidad a largo plazo, lo que  debemos hacer es lanzar una mirada sobre el entorno en el que nos  encontramos y ver qué recursos tenemos y cómo los podemos usar. La  energía además es un factor transversal, porque atraviesa o es necesaria en todos los sectores: la agricultura, la construcción, la movilidad… Para fabricar fertilizantes, por ejemplo, hace falta energía. Pues bien, si va a haber un  decrecimiento… pues es posible que los fertilizantes sean más caros  en el futuro próximo, y que producir alimentos o trasladar esos alimentos desde sus sitios de origen a nuestras estanterías sea más caro mañana, ¿no? Pues  igual lo que tenemos que hacer es pensar, además, como organizarnos para  abastecernos de alimentos de cercanía. Quizá lo que debamos hacer es,  ya que estamos construyendo comunidad… pues pensar en todo lo demás:  en la alimentación, en la educación, en la vivienda, etcétera, etc. Ya que tenemos que crear una entidad jurídica al final de lo que se trata es de crear comunidad. Y eso se hace concienciando, poniendo en contexto a las personas, construyendo comunidad teniendo en cuenta todas las sensibilidades, no teniendo a las personas como meros espectadores porque al final lo que se busca es la construcción, desarrollo y despliegue de una instalación renovable y la cuestión social pasa a un segundo plano, cuando en este caso es la cuestión primordial.

Entiendo que hay poca conciencia ahora mismo…

La primera dificultad que se encuentran las comunidades en su creación es el contexto en el que nos estamos desenvolviendo, un contexto en el que creemos que todo está satisfecho, un contexto de gran consumo, de abundancia. Y, sin embargo, el contexto que se aproxima, es un contexto invisibilizado, no es un contexto de abundancia, sino uno en el que vamos a tener que asumir que tenemos límites, que nuestro planeta tiene límites, y en el que vamos a tener que asumir la situación de emergencia climática, que es una situación que hemos creado nosotros con las actuaciones de nuestro actual tipo de sociedad y que tenemos que reparar de forma urgente. Aunque es  un mensaje que se va instalando poco a poco, no lo está haciendo con la velocidad necesaria, no está lo suficientemente potenciado desde las instituciones y desde los medios de comunicación y se convierte en una barrera a superar cuando las personas se ponen en clave de crear una comunidad, porque no las sitúa en clave transformadora, sino continuista y perpetuando lo que se quiere reparar aunque sea con otras tecnologías. El mensaje optimista es que desde el conocimiento podemos actuar, corregir y además podemos hacerlo en clave social, transformadora, inclusiva y ecofeminista.

La última: ¿por qué cree Alfonso Pérez que el Gobierno no ha traspuesto aún las directivas?

Desconozco sus razones, pero veo sus consecuencias y en mi opinión en muchas de las propuestas que se originan estas consecuencias se traducen en un desvirtuamiento del espíritu original, que entiendo tienen las Directivas. Creo que tienen los medios y recursos suficientes para poder haberlo hecho en plazo, pero han situado el foco en otros sitios.

 

 

 

Archivos adjuntos:

Revista677

Artículos Relacionados

----