Sabe la Tierra es un emprendimiento que se propone difundir el paradigma de la sustentabilidad y promoverlo mediante diversas acciones. Todos los sábados organizan un mercado donde ofrecen alimentos orgánicos y difunden la tarea de organizaciones sociales.

El consumo de productos naturales y orgánicos crece impulsado por la búsqueda de lo saludable y se impone como un camino alternativo para preservar el medio ambiente. A su lado, son cada vez más los que aplican las reglas del comercio justo en el cual cada parte de la cadena de producción se lleva lo que le corresponde y no hay explotados ni explotadores en el medio.

Con estos conceptos en mente, Angie Ferrazzini hace siete años transformó su pasión por los mercados barriales en algo concreto. La periodista visitó y conoció en detalle el funcionamiento de dichos comercios con la idea de crear uno propio. Luego de formar una red de productores, Ferrazini decidió poner en marcha Sabe la Tierra, un emprendimiento que se propone difundir el paradigma de la sustentabilidad y promoverlo mediante diversas acciones.

La rama principal del proyecto de Ferrazini es el mercado de productores, el cual ya se ha convertido en un punto de encuentro directo entre productores y consumidores conscientes. “Se trata de un espacio de intercambio donde se articula la producción orgánica, natural y agroecológica con el comercio justo y el consumo consciente”, describe la periodista.

El mercado está integrado por productores y elaboradores orgánicos, agroecológicos y naturales. Además, dicen presente diseñadores sustentables, artistas ecológicos, cooperativas de trabajo y diversos proyectos sociales.

Los productos principales son las frutas y verduras, las cuales “no poseen agroquímicos ni pesticidas y son tratadas de manera completamente orgánica”, como describe Ferrazini. Además, dentro del mismo rubro, el mercado ofrece un bar con comida orgánica y un puesto de comida viva o “raw food”.

Sin embargo, estas no son las únicas opciones. Sabe la Tierra posee un área dedicada a la producción textil de manera artesanal, donde se realizan muebles con descartes, bolsas de mercado y ropa ecológica. También, en otros sectores, se pueden encontrar lanas artesanales, objetos en mimbre, semillas y plantas.

“Trabajamos principalmente con productores cercanos al mercado. Todos los que forman parte de Sabe la Tierra están en el radio de 100 kilómetros y vienen trabajando de esta forma hace más de 20 años”, afirma Ferrazini.

Ecología y responsabilidad social

El emprendimiento ofrece diferentes actividades para chicos y grandes focalizadas en generar un cambio en pos de un mundo más sustentable. A lo largo del año los talleres van variando pero siempre el eje está en medio ambiente, reciclado, ecología y consumo consciente.

Actualmente las posibilidades son tres. Las emprendedoras del bajo de San Isidro llevan adelante el taller de ecobolsas donde enseñan a hacer bolsas a partir de papel de revistas, los mimbreros de San Fernando ofrecen clases de tejería básica con dicho material y la profesora de horticultura Sonia Pérez brinda una opción diferente de la temática todos los fines de semana.

Paralelamente a estas actividades, el emprendimiento de Ferrazini posee una boca del Banco de la Buena Fe mediante el cual otorga microcréditos a emprendimientos productivos de la zona de San Isidro.

“El crédito se entrega de a grupos ya que se basa en la confianza mutua y la solidaridad. Es una ayuda para comprar los insumos y empezar a producir”, sostiene Ferrazini. Hasta ahora mediante este programa 50 grupos han sido beneficiados.

Sabe la Tierra funciona todos los sábados de 10 a 19 en la Estación San Fernando del Tren de la Costa, ubicada en Madero y Rosario (altura Libertador al 1000).

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Sabe la Tierra