Economía Solidaria

Economía Social y Solidaria: diez años de transparencia y buenas prácticas

Desde REAS Red de Redes, subrayamos que la Economía Solidaria promueve un trabajo de calidad, apuesta por la igualdad de género y muestra una importante preocupación ambiental. Un artículo de La Marea

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Son casi 700 empresas, aglutinan a más de 220.000 personas y generan más de 20.000 puestos de trabajo. Se trata de las organizaciones que han participado en la última edición del Informe de la Economía Social y Solidaria 2024, un trabajo que cumple 10 años y que revela el grado de coherencia de las compañías que participan de este modelo económico. Los resultados del trabajo, presentados el pasado martes 19 de noviembre en un acto online, «confirman la consolidación de esta herramienta de medición del impacto social y medioambiental, que crece año tras año, tanto respecto al número de entidades que lo realizan como en los propios resultados que presentan», explican desde REAS Red de Redes.

El informe presenta los datos agrupados en los seis principios que recoge la Carta de la Economía Solidaria (a partir de 47 preguntas y 53 indicadores): equidad, trabajo digno, cooperación y compromiso con el entorno, sostenibilidad ecológica y reparto justo de la riqueza.

En el primero de los principios, el informe destaca que, de media, la diferencia salarial es de 1/1,68 entre el salario más alto y el salario más bajo de entre todas las personas trabajadoras en las empresas que han respondido a las cuestiones. Un dato que contrasta, por ejemplo, con lo que sucede en el IBEX 35, donde los principales ejecutivos de las multinacionales cobran, de media, 80 veces el sueldo medio (que no el más bajo) de sus trabajadores. Si se toma como referencia el sueldo medio de España, un trabajador o una trabajadora tipo tendría que trabajar durante 170 años para cobrar lo que un alto ejecutivo del IBEX cobra en 12 meses, lo que demuestra la enorme desigualdad que generan las grandes multinacionales.

En materia de género, la economía social y solidaria también alcanza grados de igualdad impensables en la economía capitalista tradicional: dos de cada tres puestos de responsabilidad están ocupados por mujeres. Asimismo, un 64% por de las empresas asegura aumentar los permisos legales de conciliación y más de la mitad cuenta con un reglamento interno que mejora las condiciones laborales del convenio.

La sostenibilidad ecológica es también uno de los principios rectores de la economía social y solidaria. De acuerdo con el balance, un el 95% de las organizaciones aplica criterios de consumo responsable en la adquisición de productos y un 75% toman medidas para reducir y/o compensar la huella ecológica de su actividad. Asimismo, más de la mitad ya utiliza energía 100% renovable.

Finalmente, como organizaciones comprometidas con su entorno, prácticamente la totalidad de las empresas que han respondido a las cuestiones reconoce intercooperar dentro de su mismo sector, si bien solo una de cada 10 realiza sus compras dentro de la economía social y solidaria. No obstante, dos de cada tres compañías operan con finanzas éticas, evitando así recurrir a entidades financieras tradicionales.

Desde REAS Red de Redes subrayan que la economía social «promueve un trabajo de calidad, reduciendo la brecha salarial y abriendo oportunidades a la participación y la toma de decisiones de las personas trabajadoras». De la misma forma, celebran «la firme apuesta por la igualdad de género» a través de políticas inclusivas como, por ejemplo, la ampliación voluntaria de los permisos establecidos por la ley en cuestiones como la conciliación. Estos resultados, inciden, revelan también «una importante preocupación ambiental«.

«En estos tiempos de green-pink-social washing, la ciudadanía demanda cada vez con más fuerza que la actividad de las empresas sean coherentes con sus valores de justicia social y sostenibilidad. En este contexto, la transparencia es una virtud que la Economía Social y Solidaria celebra con orgullo este año especialmente, cuando se cumple una década de estos informes estatales referentes de transparencia y buena praxis empresarial», subrayan desde REAS.

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