Feminismos

Ingredientes para construir empresas sociales, solidarias y feministas

La introducción de la perspectiva feminista ya es una práctica habitual en nuestras organizaciones, ¿conocemos entonces la receta de cómo construir una red solidaria y feminista?

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Carteles e ilustraciones en la II Feria de Economía Feminista de Madrid/ Reas Madrid

¿Cuáles fueron los primeros pasos?: comisiones de feminismos

Las comisiones son espacios que han ido emergiendo desde sus propios contextos locales y en base a las necesidades y demandas que se estaban produciendo en estos territorios. Posteriormente, se creó la Comisión Interterritorial de Feminismos de REAS Red de Redes. Sus objetivos recogen de forma sintetizada las principales demandas de las comisiones territoriales, y con una vocación de poder coordinar, visibilizar y articular de forma estable los trabajos que se han venido desarrollando. La creación de esta comisión ha sido un paso importante para avanzar en la incorporación de la perspectiva feminista en el sector de la economía social y solidaria (ESS) en su conjunto.

En relación a los puntos de partida desde donde se han creado estos grupos de trabajo, se observa que su origen se produjo en el marco de encuentros y jornadas propiciadas por las mismas redes y organizaciones. En los espacios colectivos, como lugares generadores de debates y de producción e intercambio de conocimientos, hay un germen que, si se aprovecha, puede propiciar el nacimiento de comisiones.

Aunque el recorrido se ha ido produciendo a diferentes velocidades y en función de las realidades concretas de cada contexto, se podría destacar, por un lado, que en la mayoría de grupos se desarrolló un plan de trabajo con un diagnóstico para identificar las prácticas (tanto patriarcales como aquellas consideradas como feministas) que estaban teniendo lugar en los proyectos empresariales y en el cotidiano de las entidades (espacios de trabajo, de decisión, rutinas, etc.).

Por otro lado, el establecimiento de alianzas con otros grupos afines (en el marco de los feminismos), tanto en el propio territorio como a escala estatal, se percibe como un elemento indispensable y al mismo tiempo un reto para ir hacia la creación de una comunidad feminista y solidaria y poder intercambiar y conocer otras experiencias parecidas.

Además, se detectaron los siguientes objetivos que conforman la hoja de ruta hacia la construcción de una red solidaria y feminista:

  • Enriquecer el discurso político y las estrategias y acciones de REAS desde los feminismos.
  • Transformar y fortalecer a las entidades que conforman las redes de la economía solidaria para avanzar en el cambio hacia organizaciones feministas.
  • Favorecer el intercambio de experiencias, herramientas, materiales y conocimientos entre los territorios de REAS Red de Redes.
  • Necesidad de trabajar desde y hacia el interior de las organizaciones para la incorporación de una mirada feminista en su trabajo cotidiano y formas de relacionarse.
  • Revisar los marcos y debates teóricos sobre los que se construye la Economía Social y Solidaria haciendo un especial énfasis en los principios de la Carta de Economía Solidaria.
  • Compartir y visibilizar buenas prácticas y herramientas en torno a la corresponsabilidad y los cuidados.
  • Analizar las potencialidades de las cooperativas y otras fórmulas de Economía Social y Solidaria para la autonomía y empoderamiento de las mujeres.
  • Tejer alianzas con otras redes y colectivos feministas.
  • El papel de las políticas públicas para la transformación del modelo económico solidario y feminista.
  • Realización de Encuentros, materiales y Jornadas para seguir profundizando en estos debates.

Esta fotografía de los pasos que se han venido produciendo en los últimos años apela a la necesidad de seguir trabajando en la incorporación de la perspectiva feminista y sus aportaciones, tanto en los marcos teóricos como en las prácticas cotidianas de las organizaciones y personas que formamos parte de este modelo económico alternativo y solidario.

Nuestra lista de ingredientes

Venimos de un contexto capitalista y patriarcal que nos impregna en mayor o menor medida. Así pues, hemos de asumir que, al igual que dentro de la economía solidaria seguimos siendo a veces competitivas, consumistas o insolidarias, también tenemos un enorme legado patriarcal que nos impregna y sobre el que tenemos que trabajar.

Por fortuna, no hemos partido de cero sino que en el propio seno de nuestra actividad cooperativa y de economía social y solidaria tenemos potenciales aliadas como nuestras estructuras participadas y horizontales o los principios y valores que nos guían.

Hemos aprendido a mirar con gafas violeta el funcionamiento de nuestras organizaciones y establecemos alianzas con otras organizaciones y redes del sur global para ampliar nuestra mirada e intercambiar conocimientos y buenas prácticas.

Ponemos en práctica nuestro conocimiento, elaborando contenidos y materiales: ‘Diccionario feminista para una Economía Solidaria’, ‘Equidad de género: pistas para las organizaciones de economía solidaria’, ‘Protocolo para la prevención, detección y abordaje del acoso sexual’.

Transformar nuestras organizaciones también implica incidir sobre nuestros principios y valores, por eso hemos trabajado para revisar nuestra carta de principios que vertebra la actividad de REAS Red de Redes, de sus redes territoriales y de las empresas y de las personas que formamos parte de ellas.

Este proceso de revisión ha coincidido en el tiempo con el impulso de las economías transformadoras y la confluencia con otras economías como la ecologista y los comunes: el relato de la ESS ha evolucionado en los últimos años y es crucial poder visibilizar la diversidad de sus organizaciones y prácticas, el despliegue en nuevos sectores y actividades, la articulación con otros movimientos sociales y economías críticas y la necesidad de introducir de forma transversal la perspectiva feminista.

Receta Non Stop

Hace años que venimos afirmando que la economía feminista no quiere un trozo de la tarta, quiere cambiar la receta, y ya contamos con muchos ingredientes que nos han permitido avanzar hacia la transformación de nuestras organizaciones:

  • Queremos cambiar
  • Sabemos cómo mirar.
  • Hacemos: ponemos en práctica nuestros conocimientos
  • Tenemos aliadas tanto fuera como dentro
  • Continuamos aprendiendo y reflexionando.

Sin embargo, no hay una receta única, tenemos que entender la realidad de nuestros contextos situados y adaptar los ingredientes para cada receta, pero hay algo en común: no podemos parar de batir.

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