Finanzas Éticas

Un banco con principios

Colectivos como Verdegaia, Adega, el SLG o la Coordinadora Galega de ONG se unen para promover un sistema financiero alternativo. Los ahorradores sabrán que su dinero apoyará iniciativas éticamente aceptables. [NATALIA SEQUEIRO • SANTIAGO] Raúl Asegurado pide la cuenta de dos cafés. «Pago yo, ahora soy banquero», afirma con voz socarrona. Profesionalmente se dedica a […]

16 enero 2010
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Colectivos como Verdegaia, Adega, el SLG o la Coordinadora Galega de ONG se unen para promover un sistema financiero alternativo. Los ahorradores sabrán que su dinero apoyará iniciativas éticamente aceptables.

[NATALIA SEQUEIRO • SANTIAGO] Raúl Asegurado pide la cuenta de dos cafés. «Pago yo, ahora soy banquero», afirma con voz socarrona. Profesionalmente se dedica a ayudar a personas con dificultades como trabajador social, pero desde hace unos años ha decidido implicarse en un proyecto aún más ambicioso, lograr que la banca ética desembarque en Galicia. Tras años de esfuerzo, está a punto de conseguirlo. Hoy se constituirá en Santiago la sección territorial gallega del proyecto Fiare.

Nacido en Euskadi en 2001, Fiare pretende imprimir un giro copernicano al sistema bancario. El centro dejará de ocuparlo el capital para que las personas puedan apropiarse de él. «La idea es dar créditos a proyectos socialmente rentables, aunque no lo sean económicamente», resume Asegurado. Por el momento Fiare se encuentra en una fase de captación de fondos, pero aspira, en un futuro próximo, a convertirse en una cooperativa de crédito reconocida por el Banco de España.

Los principios de la banca ética se sustentan en que los ciudadanos puedan controlar el destino de su dinero. «No se invierte en industria contaminante o armamentística, ni en empresas que pagan salarios denigrantes», ejemplifica Asegurado. La idea es crear una comunidad que presta sus ahorros a empresas, actividades y proyectos sociales, ecológicos y culturales para que el dinero pueda llegar a las personas excluidas y a las organizaciones que trabajan con ellas.

El funcionamiento y la toma de decisiones en Fiare está en manos de los movimientos sociales. En Galicia, una quincena de entidades (ecologistas como Verdegaia y Adega, la coordinadora de ONG´s, el SLG o asociaciaciones de carácter católico, entre otras) forman parte del proyecto. «Cada asociación tiene que realizar una aportación mínima de 600 euros», explica Asegurado. El objetivo es reunir en toda España un capital social de 3 millones de euros y tener otros 18 millones en depósito para poder ser reconocidos como banco oficialmente. Por el momento, Fiare opera como agente territorial de la Banca Popolare Ética, una cooperativa de crédito ya autorizada en Italia y uno de los referentes de la banca ética europea. Con oficinas en Bilbao y Barcelona y presencia en Madrid, Pamplona, Vitoria, San Sebastián y Valladolid, la iniciativa ya ha conseguido reunir 17 millones de euros de ahorro y ha apoyado la financiación de más de 50 proyectos por valor de 10 millones de euros. ¿Es seguro confiarles los ahorros? «Más que en un banco tradicional, no los meteremos nunca en Bolsa», dice Asegurado.

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