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Proyecto sendotu: derribando el muro de la exclusión

EL proyecto Sendotu surge de la unión de dos asociaciones que siempre se han preocupado por ayudar a las personas con menos oportunidades: Sartu y la Fundación Peñascal. La primera de ellas es una federación de cuatro asociaciones que operan desde 1988 dentro de nuestra comunidad autónoma. Por otro lado, la Fundación Peñascal nació como […]

16 enero 2010

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Jardunaldia Sendotu: Nuevas formas en inclusión social, empleabilidad e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres (Bilbao)
Jardunaldia Sendotu: Nuevas formas en inclusión social, empleabilidad e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres (Bilbao)

EL proyecto Sendotu surge de la unión de dos asociaciones que siempre se han preocupado por ayudar a las personas con menos oportunidades: Sartu y la Fundación Peñascal. La primera de ellas es una federación de cuatro asociaciones que operan desde 1988 dentro de nuestra comunidad autónoma. Por otro lado, la Fundación Peñascal nació como tal a partir del Taller Escuela Peñascal en el año 1986 con el fin de ayudar a los jóvenes desocupados a insertarse en el mundo laboral. El objetivo principal de su fusión en Sendotu es generar y transferir oportunidades de empleo para personas en riesgo de exclusión.

El marco de actuación del plan se establece entre los años 2008 y 2013 y está cofinanciado al 50 % por el Fondo Social Europeo en el ámbito de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Según Iñigo Garitaonaindia, miembro de la Función Peñascal, “se detectaron tres áreas de intervención: Empleabilidad, Inserción Social e Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres”. Por otro lado, veían la necesidad de trabajar con las personas en el ámbito de la formación, las habilidades para la vida profesional, además de con empresas de inserción. “Llevamos dos años incidiendo en el tema de la inserción, trabajando con los mercados, con la propia estructura de las empresas y con las necesidades que tienen que ver también con el trabajo en comunidad”.

Actualmente desde Sendotu se está fortaleciendo la labor “a través de las nuevas tecnologías” y se ha creado un banco del tiempo en el que participan alrededor de 60 ciudadanos. Se trata de “personas que intercambian trabajo o servicios sin que medie dinero. La unidad con la que se paga es el tiempo. Es una iniciativa que ha tenido un desarrollo importante en Sudamérica” apunta Irma del Valle, representante de Sartu.

Tiempos difíciles

A los motivos habituales por las que muchas personas se encuentran con problemas para acceder a un puesto de trabajo hay que añadir las dificultades económicas actuales. “Ahora no tenemos que caer en el error fácil de ‘cómo hay menos, reparto menos’. Como hay menos, tenemos que buscar las necesidades reales”, explica Irma.

El año pasado aumentó el número de personas que acude a Sendotu solicitando ayuda y su perfil ha cambiado. “Se trata de gente que ha perdido el empleo y que sobre todo pregunta por las actividades de formación”. Ante esta situación decidieron empezar con actividades que en principio no estaban programadas como el Plan de Activación Profesional a través del Empleo. “Se trata de contratos de trabajo que se complementan con un programa de formación y que van a cubrir las necesidades de 40 personas”.

De entre todas las iniciativas que están llevando a cabo Irma destaca “las actividades que se desarrollan con los grupos de mujeres”, mientras que Iñigo valora “la importante labor que se está realizando para integrar a personas que estaban fuera de todos los canales de formación”. Hasta el momento Sendotu ha echado una mano a más de 650 personas en riesgo de exclusión social, de las cuales el 70% son mujeres.

Enlace al Proyecto Sendotu

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