12 entidades se dieron cita el pasado mes de junio para aprobar la constitución del Mercado Social en La Rioja. Este hecho supone un importante hito tras muchos meses de trabajo impulsado por REAS Rioja, especialmente al calor de un proyecto contra la despoblación rural, financiado por el Gobierno de La Rioja, que viene desarrollándose desde el pasado mes de octubre. Este proyecto se marcaba entre sus objetivos la constitución del Mercado Social, para lo que se han realizado numerosas reuniones y encuestas, que han ido generando un rico marco de relaciones sobre el que se asienta este nuevo paso.

Una característica propia de este Mercado Social y a diferencia de otros mercados es su carácter rural y es aquí donde se enlaza con el proyecto de REAS. Es un Mercado que quiere dar visibilidad y empuje a las personas emprendedoras y autónomas, a las pequeñas empresas cooperativas, a entidades y las asociaciones que ofrecen productos y servicios desde el mundo rural. El Mercado Social se fortalece con estas entidades que valoran mucho el cuidado del medio ambiente y el trabajo comunitario y a la vez estas pequeñas empresas se benefician de esta red de intercooperación que supone el Mercado Social muy necesaria en un mundo rural a veces aislado o poco conocido y una mayor sostenibilidad para estas entidades imprescindible por las condiciones más difíciles de comercialización.

El plus que aporta este Mercado Social es el conocimiento de estos productos y servicios, el hecho de apostar por actividades económicas en el medio rural que favorezcan la conservación de la población y provoquen, su aumento, al demostrar que es posible emprender en el medio rural y mejor si este emprendimiento es con los criterios y principios de la economía solidaria. En definitiva evitar la transferencia de ingresos del medio rural en favor de los núcleos urbanos.

Muchos retos y mucho trabajo queda por delante. Este Mercado Social se conforma como una comisión de trabajo que se integrará dentro de la estructura de REAS Rioja, y para facilitar ésta y otras cuestiones, se ha formado un grupo impulsor que será quien se haga cargo de velar por el seguimiento del plan de trabajo y avanzar en cuestiones más técnicas u operativas que preparen el terreno a la asamblea.

Como cualquier iniciativa que comienza, los primeros pasos estarán encaminados a la propia definición del proyecto, a cuestiones muy operativas como criterios de pertenencia, formas de participación, cuotas y cuestiones de ésta índole, de cara a consolidar la estructura y poder centrarse más en su propia actividad. En esta línea, se trabajará durante el verano una larga lista de tareas y cuestiones por decidir: ¿qué actividades se van a llevara a cabo?, ¿cómo desarrollar un reglamento de funcionamiento partiendo de los compromisos y principios de REAS?, ¿de qué forma dinamizar la web y desarrollar otras herramientas clave? Y la propia preparación de la próxima feria de REAS Rioja de septiembre.

Por fortuna, no caminan solas. Si algo bueno tiene formar parte de una red con desarrollo a nivel estatal es poder contar con toda una serie de experiencias que te permiten arrancar lejos de la casilla de salida. Activas, por tanto, en la Comisión Estatal de Mercado Social, están siendo participes de los debates más actuales. Así mismo, estos grupos de trabajo entre redes territoriales permiten la socialización de dudas como la de si es posible

integrar a iniciativas que no cuentan con figura jurídica o que tienen limitaciones a la hora de cumplir con todos los requerimientos sanitarios exigidos, aprendiendo del resto de experiencias los problemas que pueden aparecer y las alternativas para sortearlos.

Otra parte del camino, no obstante, la tendrán que caminar por su cuenta, porque cada territorio es único y, más allá de unos comunes, son diversos los desarrollos e implantaciones: Pero, más allá de las variaciones, este nuevo Mercado Social que se conforma tiene que dar respuesta a los problemas que se derivan de su carácter rural como comenta Matilde Ballesteros una de las promotoras de la red, “hay que tratar con empresas con escasas ventas y que tienen, por tanto, dificultades para constituirse legalmente a título particular, o moverse en un sector fuertemente artesano que, también en parte por cuestiones de dimensión y capacidad, no siempre puede responder a los registros existentes”.

Dentro de esta lógica rural, se mira por lo que las entidades miembro estén haciendo por el pueblo en que se ubican. En paralelo a las cuestiones más estructurales y de funcionamiento el Mercado Social de La Rioja se ha marcado dos líneas estratégicas prioritarias para los próximos meses: abordar desde este nuevo común todo el trabajo de visibilización, a través de herramientas como la web y el catálogo de productos y servicios, y consolidar prácticas de intercooperación y desarrollo conjunto en lo referente a productos,materiales, asesorías…

Ya forman parte de este Mercado actividades de textil, diseño gráfico y web, gestión de eventos, huerta, plantas aromáticas, productos lácteos, mermeladas, cerámica, cosmética, masajes,… Producto del trabajo de estos últimos meses ya hay cerca de 60 entidades que están también interesadas en formar parte y muchas de las que han participado en las formaciones y mercados de los últimos meses. La adhesión de todas estas entidades y la consolidación de estructura y funcionamiento supondrá un enorme potencial para el consumo responsable y transformador en la región. Esperemos que así sea… ¡Suerte!