Ecologismo

Reutilización para el bien común

Consumismo desenfrenado, modelos de “usar y tirar”, miles de toneladas de residuos… El estilo de vida consumista tiene profundas consecuencias sociales y medioambientales hasta el extremo último de la cadena. ¿Conocemos estas secuelas?

Buscador de noticias

  • Filtra por temática

  • Filtra por etiqueta (Ctrl+clic)

  • Filtra por tipo de contenido

  • Filtra por tipo de recurso

  • Orden de los resultados

Procesado de ropa para su reutilización Fuente: AERESS

Artículo de José Manuel Portas y Lourdes Calabozo de Aeress (Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria para El Salto Diario.

Consumismo desenfrenado, modelos de “usar y tirar”, miles de toneladas de residuos… El estilo de vida consumista tiene profundas consecuencias sociales y medioambientales hasta el extremo último de la cadena. ¿Conocemos estas secuelas? Y, sobre todo, ¿conocemos las soluciones y quienes las están promoviendo? Nos acercamos a las entidades del mundo de la reutilización para conocer su labor e impacto social y ambiental.

La labor de las entidades sociales en el fomento y consolidación de la preparación para la reutilización es fundamental. Por ello, es importante visibilizar todo su trabajo y los resultados que consiguen para involucrar a la ciudadanía en la consecución de un consumo más sostenible y un planeta más limpio.

A través de acuerdos con Ayuntamientos y empresas privadas, las entidades sociales se encargan de tratar los flujos de residuos, y con esta actividad generan beneficios laborales y nuevas oportunidades para personas en riesgo o situación de exclusión social. Los efectos positivos creados a nivel local y en las comunidades y entornos cercanos deben ser puestos en valor para poder así continuar la labor asociada a la reutilización.

La jerarquía de residuos es un instrumento fundamental que define la correcta gestión de residuos y la importancia de los primeros escalafones de la pirámide. La preparación para la reutilización puede aportar beneficios importantes a nivel social (creación de empleo verde e inclusivo, fomento de un consumo sostenible), ambiental (minimización de residuos, disminución de la extracción recursos no renovables) y económico (nuevos nichos de mercado, potenciación del tejido de comunidades, etc.)

En este marco, las alianzas entre agentes del sector, públicos y privados, se antojan fundamentales para optimizar estos beneficios. Un ejemplo es el proyecto entre BSH y AERESS, promovido por la Comisión Europea como paradigma de colaboración entre empresa y entidad social en pos de la economía circular. Las regulaciones vigentes a nivel europeo (Directiva 2018/851) y a nivel nacional (Anteproyecto de Ley de Residuos) ya recogen diferentes tipos de medidas para fomentar las redes de entidades sociales de preparación para la reutilización.

La creación de tiendas de segunda mano y centros de preparación para la reutilización supone una revitalización de las comunidades del entorno gracias al beneficio social, ambiental y económico que generan y a la aparición de un lugar de encuentro y referencia en el escenario más próximo. Se debe fomentar la creación, promoción y desarrollo de negocios y mercados de productos de segunda mano, así como acercar la actividad de la reparación a la ciudadanía, informándoles sobre sus beneficios directos. Ya existen diferentes iniciativas que son ejemplo de difusión de la reparación, habilitación de espacios, colaboración público-privada y sensibilización ambiental y social. Un ejemplo claro es el proyecto Reparatruck.

Reparación de lámparas FUENTE: AERESS

La importancia de cuidar el proceso

La efectividad de los tratamientos de preparación para la reutilización depende en buena medida del estado en el que se recoge el residuo. Por eso, resulta fundamental que las diversas formas de recogida se optimicen para no mermar el potencial de reutilización del artículo. Además, unas de las líneas pendientes de desarrollo es transformar los puntos limpios en instalaciones multifaceta con profesionales especializados, acondicionamientos adecuados para la reutilización de residuos, actividades de intercambio, mejores ubicaciones, labores de sensibilización en aulas ambientales, etc. Un ejemplo de adecuación de estas instalaciones es la Ambiteca (Sant Cugat del Vallès).

Es importante recordar que las condiciones de almacenamiento y transporte a la que deben someterse los residuos en estas instalaciones ya se recogen en las legislaciones, por ejemplo en el Real Decreto 110/2015, sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. En el caso del Anteproyecto de Ley de Residuos, se transpone el fomento de las redes de entidades sociales y de los centros de preparación para la reutilización que ya se citaba en la Revisión de la Directiva Marco Europea. También se establecen objetivos concretos de preparación para la reutilización y reciclado para 2020, 2025, 2030 y 2035 y se proponen ejemplos de instrumentos económicos para garantizar la aplicación de la jerarquía de residuos.

Por una comunidad implicada con la reutilización

Con el objetivo de mejorar la viabilidad de los gestores de preparación para la reutilización y la sostenibilidad de estas actividades, las medidas fiscales parecen una herramienta adecuada para el desarrollo de los mercados de segunda mano. En este sentido, AERESS ha solicitado a las Administraciones la imposición del IVA cero a los productos de segunda mano que provienen de la preparación para la reutilización de entidades de Economía Social. Esta campaña basa su fundamento en las conclusiones del estudio de fiscalidad ambiental realizado junto al Centro Tecnológico LEITAT. Según dicho estudio, el IVA aportado a las arcas del Estado por la venta de productos de segunda mano apenas supone un 0.02% del total que se recauda, esta cantidad parece insignificante si la comparamos a los importantes beneficios ambientales y sociales que reporta esta actividad.

Las herramientas para potenciar la participación de las entidades sociales en la gestión del textil pueden ir desde la introducción de cláusulas sociales y ambientales en los concursos municipales hasta la utilización de la figura de la reserva de mercado. Se trata de una posibilidad creada por la legislación europea y transpuesta al ordenamiento español mediante la Ley 30/2017, de Contratos del Sector Público. Un ejemplo de la misma es el servicio que llevan a cabo dos entidades sociales unidas para gestionar el residuo textil de la ciudad de Madrid, mediante una red de contenedores que abastecen a más de un millón de personas.

Por todo ello, la labor de sensibilización es uno de los principales objetivos de las organizaciones sociales, ya que al tratarse de entidades cercanas a las ciudadanos pueden difundir de un modo más directo y eficiente el mensaje de la reutilización y la reparación, del alargamiento de la vida útil, de qué es el ecodiseño y cómo contribuyen a un consumo responsable, tanto a través de su actividad diaria como de campañas concretas. Los valores y acciones de las entidades de la economía social y solidaria se alinean así con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU.

 

Artículos Relacionados

----