El Instituto de Desarrollo de la Economía Asociativa (Ideac), deploró que la reforma constitucional no reconozca ni fortalezca la economía solidaria, dando así rango constitucional al neoliberalismo económico.

Creen que el resultado de los puntos aprobados le confiere rango constitucional a la primacía de la economía privada sobre la pública y la social”.

Durante un taller celebrado este fin de semana con periodistas del área económica, el director del Ideac, Nicolás Cruz Tineo, planteó que el incremento de la desigualdad social, principal generador del modelo neoliberal, ha obligado a los trabajadores autónomos a acceder a los mercados y a sostener sus propios empleos, quedando sus acciones desprotegidas por la nueva constitución.

Entre los artículos reformados que cuestiona el Ideac se cuestiona que estén los siguientes: El no reconocimiento al límite particular e individual sobre las inversiones y propiedad privada, la privatización de las playas, de las áreas ecológicas y protegidas, así como otros servicios sociales. Critican también que mientras la constitución vigente establece que el Estado es el único ente que puede establecer monopolios de interés estratégico para la nación, la nueva reforma eliminó esas prerrogativas soberanas de la nación. Asimismo cuestionan que mientras la presente constitución privilegia el desarrollo de las empresas nacionales y la protección y fomento del sistema productivo del país, la reforma establece iguales condiciones a las inversiones nacionales y extranjeras.

Se quejan además de que se eliminara del régimen económico el privilegio que gozan las cooperativas en la actual constitución.

La entidad asegura que la Constitución que pretende aprobar la Asamblea Revisora desconoce los derechos y la protección de una parte importante de la clase trabajadora.

Su propuesta

La Red de Organizaciones de la Economía Solidaria (Redesor), fue una de las entidades que presentó hace varios meses sus propuestas centrales y reivindicaciones durante encuentros y reuniones con comisiones y a través de contactos directos con asambleístas.

Los resultados

Los representantes de la sociedad civil han sido sorprendidos en su buena fe, porque no han obtenido respuesta y, peor aún, fueron notificados de que tales propuestas no fueron ni siquiera conocidas por la Asamblea Revisora.