Finanzas Éticas

Un billón para financiación de armamento. La banca ética lanza un llamamiento por la paz

Los bancos y fondos de inversión mundiales sostienen a los fabricantes de armas con al menos un billón de dólares. Así lo recuerda la investigación «Finanzas para la guerra. Finanzas para la paz«, presentada por la Alianza Global por una Banca con Valores (Global Alliance for Banking on Values – GABV), en el marco de su encuentro anual. «La industria […]

6 marzo 2024

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Los bancos y fondos de inversión mundiales sostienen a los fabricantes de armas con al menos un billón de dólares. Así lo recuerda la investigación «Finanzas para la guerra. Finanzas para la paz«, presentada por la Alianza Global por una Banca con Valores (Global Alliance for Banking on Values – GABV), en el marco de su encuentro anual. «La industria financiera mundial es fundamental para la producción y el comercio de armas, y facilita, por extensión, los conflictos militares«, afirma el informe. Todo esto sucede porque los bancos y fondos de inversión tienden a considerar al sector de la defensa como a cualquier otro sector industrial.

«Este es un enfoque al que los bancos con valores se oponen con firmeza«, explica Teresa Masciopinto, presidenta de la Fondazione Finanza Etica, entidad promotora de la investigación junto a la GABV. «Las armas generan destrucción y muerte. Su proliferación, entre otras cosas, socava la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, tal y como establece la propia Agenda para el Desarme de Naciones Unidas«.

La Declaración de Milán de la GABV

En el encuentro 2024 de la GABV, celebrado en Italia y cuya entidad anfitriona ha sido Banca Etica, la GABV ha impulsado la «Declaración de Milán: Compromiso por la Paz «. «La paz y la estabilidad que de ella se deriva son condiciones previas para poner las finanzas al servicio del planeta y de las personas«, se lee en el llamamiento. «Pero no puede haber paz ni estabilidad si las instituciones financieras continúan financiando la producción y el comercio de armas«.

Los miembros de la GABV piden a la industria financiera que deje de apoyar la producción y el comercio de armas. Igualmente, alienta a bancos y fondos de inversión a introducir o ampliar políticas que limiten la financiación del sector de la defensa, y les piden que se unan a la GABV, expresando su apoyo a la Declaración.

¿Qué bancos y fondos de inversión apoyan a la industria armamentista?

Los datos sobre inversiones en armamento presentados en el informe se basan en investigaciones de las organizaciones no gubernamentales PAX e ICAN (Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares) y en análisis de la Campaña Banca Armada. Encabezando la lista de inversores en armas se encuentran las mayores sociedades de inversión, todas ellas domiciliadas en Estados Unidos, como Vanguard, State Street o BlackRock. Sin embargo, en lo más alto del ranking no faltan bancos europeos como BNP Paribas, Deutsche Bank y Crédit Agricole.

 

Las cifras, explica la investigación, son aproximadas por defecto. De hecho, no existe una lista completa de todas las inversiones y créditos concedidos a la industria armamentística. Y el sector es muy opaco. Por lo tanto, hay que hacer referencia a los pocos datos públicos disponibles: informes periódicos de los fondos, comunicados de prensa de los bancos, listas de accionistas publicadas por las bolsas.

El boom con las guerras recientes

Los fabricantes de armas se han vuelto más interesantes desde el punto de vista financiero debido a los conflictos armados más recientes,  como Ucrania y Palestina. Las acciones del sector de defensa están en su punto más alto en el mercado de valores.

Un análisis del Financial Times, que analiza 15 grupos de la industria de defensa, revela que, a finales de 2022, los pedidos de estas empresas ascendieron a 777.600 millones de dólares, frente a los 701.200 millones de dólares de los dos años anteriores. Y se situaron en 764.000 millones de dólares en los primeros seis meses de 2023. El índice bursátil global MSCI de acciones de defensa subió un 25% en 2023. El correspondiente índice europeo Stoxx subió más del 50% en el mismo período.

Sin embargo, el informe de la GABV nos invita a no dejarnos influenciar por estos acontecimientos excepcionales. «Las tendencias a largo plazo sugieren que invertir en armas no siempre es financieramente ventajoso«, se lee. «Los resultados financieros del sector de defensa son volátiles y dependen de las órdenes de los Estados, que a su vez están influenciados por las tensiones geopolíticas internacionales». Además, se trata de un sector con alto riesgo de corrupción. Según un informe del SIPRI (Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo), la industria militar sería responsable de más del 40% de la corrupción en los intercambios comerciales.

Los primeros signos de desconexión

Invertir en armas facilita las guerras, que son destructivas e impiden el logro de los objetivos de desarrollo de Naciones Unidas. Además, es arriesgado, porque los retornos son volátiles y están más expuestos a la corrupción. Por estas razones, muchos bancos y fondos de inversión han comenzado a salir del sector armamentístico,  empezando por las armas nucleares.

El informe “Moving Away from Mass Destruction: 109 exclusions of nuclear weapon producers” (“Alejarnos de la destrucción masiva: 109 exclusiones de productores de armas nucleares”), publicado conjuntamente por PAX e ICAN en 2023, enumera las instituciones financieras con políticas que limitan o excluyen las inversiones en quienes producen armas nucleares .

Actualmente hay 55 instituciones financieras en el mundo que excluyen por completo cualquier inversión en productores de armas nucleares. En la cima se encuentran los bancos con valores como Alternative Bank Schweiz, Banca Etica, Bank Australia, Triodos Bank y Vdk Bank. Sin embargo, también aumenta el número de inversores convencionales: por ejemplo, la compañía noruega de seguros Storebrand, el banco sueco Svenska Handelsbanken y el Fondo de Pensiones de Noruega, el mayor fondo soberano del mundo, con 1200 millones de euros invertidos.

Como explica el informe de la GABV, se trata de una señal importante. Significa que el terreno financiero, que hace prosperar la producción de armas nucleares (y de armas en general), está cediendo lentamente. Lo atestiguan también las preocupadas declaraciones de la industria armamentista europea. Como las de Jan Pie, secretario general de la Asociación Europea de Industrias Aeroespaciales y de Defensa que, en 2022, declaró que algunas empresas europeas de armamento estaban siendo excluidas de financiación e inversiones. En parte debido a las instituciones financieras que han intentado anticiparse a las nuevas normas de la Unión Europea en materia de inversiones sostenibles.

Los bancos de la GABV a la vanguardia de la exclusión de armas

Música para los oídos de los bancos de la GABV, los cuales siempre han excluido cualquier inversión en armamento. La exclusión de las armas está en el ADN de las inversiones éticas y sostenibles, desde que los cuáqueros ingleses abordaron el problema por primera vez en el siglo XVIII.

Como se explica en la investigación de la GABV, ninguno de los 71 miembros de la Alianza invierte en armas y la gran mayoría de ellos (73%) tiene una política de exclusión de armamento en créditos e inversiones. La mayoría del resto,  los que no tienen una política, no consideran necesario adoptarla. Se trata de organizaciones que se centran en la financiación de comunidades locales con claros criterios positivos. Por ello, la exclusión del sector armamentístico se da por sentada. Con la «Declaración de Milán» se espera ahora que esta cuestión de principios se convierta también en algo natural para el resto del sistema bancario y financiero.

Este articulo se ha publicado originalmente en italiano, en el portal homónimo valori.it

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