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Tras Pamplona y Alsasua, nace en Estella el Banco del Tiempo

Estella-Lizarra cuenta ya con un banco del tiempo en el que aquellas personas que lo deseen pueden intercambiar con otras conocimientos y capacidades. El banco del tiempo busca resolver necesidades concretas con el único valor de cambio del tiempo, sin dinero de por medio. En Estella, la iniciativa cuenta con diez personas participantes, con cuyas […]

8 mayo 2011

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Estella-Lizarra cuenta ya con un banco del tiempo en el que aquellas personas que lo deseen pueden intercambiar con otras conocimientos y capacidades.

El banco del tiempo busca resolver necesidades concretas con el único valor de cambio del tiempo, sin dinero de por medio. En Estella, la iniciativa cuenta con diez personas participantes, con cuyas capacidades se ha elaborado un catálogo. Así, los interesados han anotado en su ficha de inscripción qué es lo que pueden dar y qué necesitan recibir, con una oferta que va desde cuidado de niños o mayores, acompañamiento, arreglos o tareas escolares.

ALSASUA

Hace un año que echó a andar también en Sakana la Larrezabal Denboraren Kutxa, un banco que intercambia servicios por tiempo. Esta iniciativa que lleva décadas funcionando en diferentes países de Europa parte de la premisa de que todas las personas tenemos algo que dar y pedir. «En algún momento todos sentimos la necesidad de ayuda pero te das cuenta que a veces no es fácil pedirla o no sabes a quién. Con la Denboraren Kutxa pides algo porque sabes que lo vas a devolver», observan Gixane Andueza y Ada Kruijer, impulsoras de este proyecto en Sakana.

En la actualidad está integrado por seis personas que se reúnen el primer lunes de mes en la biblioteca de la ikastola Iñigo Aritza de Alsasua. «Si bien comenzó con un grupo de padres de la ikastola, es un grupo abierto que está también dentro del banco de tiempo de Iruñea», destacan sus promotoras.

Masajes, elaboración de platos, chapuzas domésticas, animación de fiestas, clases de euskera, música, dibujo y pintura o conversación en inglés son algunos de los servicios que se ofrecen, un catálogo que va creciendo en cuanto más gente comparta su tiempo y sus talentos entre ellos. «Este proyecto te hace pensar en lo que puedes ofrecer y te sorprende. Te eleva la autoestima» afirman, al tiempo que destacan que se crean lazos entre las personas, fomentando la integración y el sentimiento de pertenencia en la comunidad. «Te vas enriqueciendo con lo que ofrecen los demás», observan.

El funcionamiento es sencillo. La unidad de intercambio no es el dinero sino una unidad de tiempo, una hora. Una hora siempre es a cambio de otra hora, independientemente de los servicios y actividades que la persona en cuestión ofrezca y demande. «Tienen el mismo valor unas clases de música que el acompañamiento de una persona» señalan. Así, mediante esta iniciativa se fomentan las relaciones sociales y la igualdad entre las personas.

«Cuando te apuntas, especificas tu forma de contacto, lo que puedes ofrecer y lo que te gustaría recibir. Al entrar en el grupo se reciben diez vales, que se pueden intercambiar por diez horas de diferentes servicios, por ejemplo un socio cocina una tarta y otra socia le poda los árboles», explican. También señalan que se lleva una cuenta y que este intercambio de servicios no tiene que ser con las mismas personas. Otra regla es que los materiales van aparte. Con el fin de explicar su experiencia, Gixane Andueza y Ada Kruijer se muestran dispuestas a dar charlas . Para contactar o ampliar la información, se puede realizar a través de larrezabaldk@inigoaritza.com.

PAMPLONA

El Banco de Tiempo de Pamplona situado en el Casco Viejo, surgión hace un año de la Asociación de Vecinos del Casco Viejo (Auzoenea). Es una red basada en la confianza y el respeto mutuos. Su marco de acción son los servicios de buena vecindad. Algunos de sus objetivos son crear redes sociales a través del intercambio de experiencias, habilidades y conocimientos; relacionar el interés individual con el colectivo; valorar y recuperar saberes; fomentar un sentimiento de utilidad; potenciar y favorecer la interrelación y el respeto entre diferentes generaciones, grupos sociales y entre las personas de diferentes opciones personales.

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